Mar o montaña: TURISMO PARA TODOS

«La Ciudad Comprometida»

Indicadores en braille para invidentes.
Indicadores en braille para invidentes.

En España se contabilizan más de 3,8 millones de personas con discapacidad, en Europa más de 50 millones y en el mundo alrededor de 600 millones, de las cuales más de 35 millones tienen recursos para viajar y hacer turismo. España, uno de los principales destinos turísticos a nivel mundial, debe llevar a cabo todas las acciones necesarias en favor del desarrollo del turismo para personas con discapacidad, consciente de que las mejoras obtenidas en las infraestructuras y los servicios turísticos beneficiarán no sólo a los turistas con discapacidad sino también a la población en general.

La supresión o atenuación de las barreras arquitectónicas, auténticos desafíos cuando se trata de hacer uso de instalaciones y servicios no adaptados y que limitan la práctica del turismo por parte de las personas con discapacidad, además de una responsabilidad social viene exigida por normativa jurídica y, aunque en esta última década se percibe una mejora en las condiciones de accesibilidad de los alojamientos turísticos, las principales ciudades turísticas de nuestro país, los establecimientos del sector, los centros comerciales, aeropuertos, estaciones de ferrocarril, iglesias, museos, playas, etc. siguen sin ser plenamente accesibles.

Acceso a un monumento accesible.
Acceso a un monumento accesible.

Muchas son las barreras que inciden en la planificación de un viaje para una persona con discapacidad (entorno público inaccesible, transporte no adaptado, falta de capacitación profesional en el trato al turista discapacitado por parte de los trabajadores que prestan los servicios turísticos, etc.), por lo tanto, el turismo accesible no es una cuestión que corresponda en exclusiva a la Administración Pública sino que su promoción y fomento es responsabilidad también de los operadores turísticos, agencias de viaje, responsables de establecimientos turísticos, etc.

Las barreras arquitectónicas en los alojamientos turísticos (hoteles, campings y casas rurales, principalmente) suponen uno de los obstáculos más importantes para los turistas con discapacidad a la hora de elegir su destino vacacional. La accesibilidad de los hoteles es un tema fundamental, por lo que su diseño y construcción requiere una particular atención durante el proceso de planificación. En estos establecimientos, las habitaciones suponen la principal barrera, por lo que deben estar especialmente acondicionadas para personas con discapacidad. En ellas podemos encontrar barreras tales como la ausencia de relieve en los números de las habitaciones, pasillos y puertas estrechas, altura excesiva de los picaportes e interruptores, armarios inaccesibles, baños angostos y sin barras de apoyo en inodoro y ducha, teléfono sin volumen ajustable, alarma de incendio únicamente sonora y no también visual, etc. En el caso de los campings, se empiezan a ver caravanas adaptadas a personas con movilidad reducida, aunque esta modalidad de alojamiento turístico no es la más frecuentada por las personas con discapacidad en nuestro país, y por lo que respecta a las casas rurales, al ser su desarrollo turístico relativamente incipiente su base estructural ha sido la reforma de antiguas edificaciones rurales, lo que ha favorecido la incorporación de medidas al objeto de facilitar su accesibilidad.

 

Un ejemplo de museo accesible.
Un ejemplo de museo accesible.

El turismo es un bien social de primera magnitud que debe estar al alcance de todos los ciudadanos y las personas con discapacidad tienen derecho a acceder a todos los bienes y servicios turísticos existentes, así como al  Patrimonio cultural del país y a sus espacios naturales y, aunque en numerosas ocasiones, las circunstancias arquitectónicas de determinados monumentos (catedrales, edificios históricos, museos, etc.) se convierten en un obstáculo insalvable para este sector de la población, los agentes implicados en el sector turístico deberán realizar valoraciones objetivas creando accesos para personas con discapacidad que conjuguen accesibilidad y estética y siempre bajo principios de preservación y conservación del Patrimonio cultural. Por su parte, los ejemplos de accesibilidad a los espacios naturales y a las playas son excepciones de una realidad que no es otra que la dificultad puramente física y técnica para hacer accesibles estos espacios a las personas con discapacidad y, aunque es una tarea complicada, con buena voluntad las dificultades se salvan (con unos tablones se puede habilitar un sendero preparado para usuarios de silla de ruedas, se pueden instalar rampas, pasarelas hasta las orillas de las playas donde puedan rodar las sillas anfibias, disponer zonas de descanso con sombrillas y mobiliario especial, aseos y duchas equipadas con silla de baño, señalización adecuada, etc.).

Las naciones que deciden no excluir a nadie de la vida pública están obligadas a posibilitar la plena integración de las personas con discapacidad en todos los ámbitos sociales y, si España anhela ser el centro efectivo del turismo mundial, debe sumar esfuerzos para solventar los muchos problemas que hacen que todavía estemos lejos de poder alcanzar la plena accesibilidad y conseguir así un espacio libre de obstáculos y barreras abierto a todos los visitantes, sin importar su discapacidad.

Por José Antonio Brenes. Documentalista de la Asociación Sí Podemos

Sillas anfibias en la playa.
Sillas anfibias en la playa.

5 Comentarios

  1. Quiero agradecer una vez mas a Jose Antonio Brenes y a la asociación Si Podemos, sus reflexiones que tanto nos ayudan a respetar a todos.

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