LA CARTA EUROPEA DEL TURISMO SOSTENIBLE

«El Territorio Comprometido»

La Carta Europea de Turismo Sostenible en Espacios Naturales Protegidos (CETS). Es una iniciativa de la Federación EUROPARC que tiene como objetivo global promover el desarrollo del turismo en clave de sostenibilidad en los espacios naturales protegidos de Europa. La CETS es un método y un compromiso voluntario para aplicar los principios de turismo sostenible, orientando a los gestores de los espacios naturales protegidos y a las empresas para definir sus estrategias de forma participada. Podeis consultar este documento en el siguiente enlace. A continuación comentamos sintéticamente sus aspectos mas relevantes.

Parque Natural Sierra de Baza_ Fuente:newtourisme.es
Parque Natural Sierra de Baza_ Fuente:newtourisme.es

Los objetivos fundamentales son dos:

  • Fomentar el conocimiento y el apoyo a los espacios protegidos de Europa.
  • Mejorar el desarrollo sostenible y la gestión del turismo en los espacios protegidos.

La Carta se divide en tres fases:

  1. Turismo sostenible para el espacio protegido.
  2. Turismo sostenible para la empresa turística.
  3. Turismo sostenible para los mayoristas de viajes (tour operators).

Los principales objetivos de la Carta son los de implicar a todas las partes interesadas con el turismo en el zonas protegidas, elaborando y aplicando una estrategia de turismo sostenible y un Plan de Acción para el espacio protegido. De esta manera se promociona el patrimonio natural y cultural, informando adecuadamente a los visitantes para que descubran, comprendan y establezcan un vínculo con el territorio, evitando un desarrollo turístico excesivo que pusiera en peligro su conservación y se aumenten los beneficios del turismo en la economía local.

Parque Natural Cabo de Gata. FUENTE ideal.es
Parque Natural Cabo de Gata. FUENTE: ideal.es

 

Las principales ventajas que proporciona la Carta a los espacios naturales protegidos son:

  • Distinción en Europa como territorio de excelencia en materia de turismo sostenible.
  • Fijar unos objetivos ambiciosos en materia de turismo sostenible.
  • Incrementar la implicación de los profesionales del turismo en la planificación turística del espacio protegido.
  • Influir sobre el desarrollo del turismo en su territorio.
  • Reforzar su acción de sensibilización de los visitantes.
  • Favorecer un desarrollo socioeconómico que sea respetuoso con el medio ambiente.
  • Poseer un instrumento de planificación y de control para realizar un seguimiento y evaluar la política turística llevada a cabo en el territorio.

En resumidas cuentas, la idea de implantar este tipo de planes es la de unificar estrategias tanto de las empresas turísticas como de entidades de protección, ampliándose los recursos humanos y materiales para colaborar, incluso participando activamente la población local, en la información y legislación para planificar el desarrollo del área protegida y generando una serie de recursos económicos al territorio, que puedan ayudar a sufragar su conservación.

3 Comentarios

  1. Recuerdo que el pasado septiembre se celebro en Granada un seminario regional de la OMT para países árabes, con el turismo y la eliminación de la pobreza. Y de acá quiero yo partir, en mi comentario.
    Sabido es que a lo largo de la historia la humanidad ha ido construyendo caminos de comunicación para encontrarse con el intercambio de necesidades y confortarse económicamente en este mercadeo. Estos caminos fueron incrementándose, por ejemplo, con las corrientes viajeras en pos de una plegaria religiosa en determinado lugar, dando la gran importancia que “el camino de Santiago” tuvo en intercomunicación de tendencias culturales y conocimientos étnicos, o la “ruta de la seda”. Fue aquí donde apareció posteriormente (y dando un gran salto en las fases de estos viajes), el turismo cultural. Y en ello estamos.
    La gran potenciación que el turismo cultural, impacta en las economías, es notorio. Pero la gran masificación en reducidos lugares, hace saltar la alarma de la educación ambiental, cuyas connotaciones más visibles es el nacimiento de crisis medio ambiental, para lo cual las instituciones han de cuidar muy mucho la educación integral de los ciudadanos. Recuerdo mis comunicados en torno a la agresión al medio ambiente que producía el turista en el Garraf y en su pagoda budista, y las instituciones catalanas en su aviso al daño ambiental de la zona. Por ello los empresarios e instituciones, han de vigilar y tipificar los impactos que el turismo puede dañar al ecosistema, promoviendo soluciones de obligado cumplimiento.
    Por tanto hay que trabajar en un desarrollo turístico etnográfico para el conocimiento de las costumbres y tradiciones de la zona visitada. Captación de mercados, tomar en consideración el factor cultural en el desarrollo turístico y revalorar el patrimonio artístico en su conservación y conocimiento. De esta forma se promociona el lugar y su cultura para que el visitante comprenda la necesidad de un intercambio de culturas y conocimiento mutuo, evitando un desarrollo turístico excesivo que pusiera en peligro su conservación, aumentando los beneficios del turismo en la economía local.
    He de alegrarme que no haya utilizado ni una sola vez el término “sostenible”. GRACIAS

  2. Según algunos autores, los albores del turismo se instalan sobre el «Grand Tour» con el que las familias adineradas de las colonias americanas y asiáticas gratificaban a sus primogénitos o hijos más avispados y curtidos en letras; básicamente se trataba de que pasaran unos cuantos meses en Europa ilustrándose, empapándose de la cultura hasta entonces top o más elitista, normalmente urbana. Hoy día, estos postulados han cambiado, y ya ni el turismo es tan «VIP» ni los destinos son tan exclusivos, hoy el nuevo turismo se debate entre el ocio (desde el más relajado de spa o playa, al más enérgico de aventura o de sexo-drogas-rockandroll) y el de conocimiento. Dentro de esta última variante hay dos reclamos que se me antojan muy interesantes, ambos fundamentados en la búsqueda de lo autóctono, y son los destinos de paisajes parados en el tiempo (donde cabrían los citados espacios naturales) y la visita a poblaciones paradas en tiempo (remake antropológico de lo que un día fueron modos de vida hoy casi extintos). Cada vez hay más turismo de este último (sin que esto signifique que cada uno no se de una canita al aire de vez en cuando) y en consecuencia hace falta planificar este tipo de turismo, siendo una de las mejores maneras de empezar esta Carta Europea. Es por ello que Andalucía debe jugar un papel crucial en la transposición a su marco jurídico de la misma, pues si como desde Europa se pretende que ésta sea uno de sus grandes pulmones verdes (la única región de Europa bañada por sus dos grandes mares) hay que hacerlo bien, de manera que sea sostenible pero también rentable, pues sin rentabilidad no habría más que abandono.

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