Hoy hemos abierto el diario Ideal con el ‘Gran Premio de Andalucía’, una magnífica portada con una no menos magnífica ilustración en la que los dos candidatos, Griñán y Arenas, se muestran como pilotos de sus escuderías.
Cabe rescatar, en este momento, dos imágenes de ambos candidatos, que como llevan toda la vida en política, nos arroja luz y memoria y taquígrafos. La pirmera no le hace mucha gracia a Javier Arenas, al aparecer, en el retrato, encarnando todas la acusaciones que le llegan desde hace lustros de la izquierda española. Es el ‘señorito’ sonriente en el Hotel Palace de Madrid en el momento en el que el limpiabotas le lustra los zapatos.
La segunda fotografía se le atraganta especialmente a José Antonio Griñán. Han pasado dos años desde la imagen del Hotel Palace y Aznar ha ganado sus primeras elecciones generales. Felipe Gonzalez deja la Moncloa. Javier Arenas es nombrado ministro por Aznar. Poca gente recuerda que fue ministro de Asuntos Sociales. Y, menos gente todavía, recuerda a qué ministro socialista sustituyó Javier Arenas.
La fotografía es la de la clásica ceremonia transparente y democrática de traspaso de poderes y de carteras ministeriales. En ella aparece un jovencísimo Javier Arenas junto a José Antonio Griñán, el ministro de Asuntos Sociales del Gobierno de Felipe González que sustituyó Javier Arenas con la llegada de José María Aznar a la Moncloa.
Una foto que ahora cobra toda su fuerza, al ser un traspaso de poderes que supone urticaria en las filas del PSOE andaluz y esperanza en las del PP también andaluz.
Queden estas fotos ‘malditas’ para la memoria colectiva de los lectores y comentaristas de este blog, que por su poder evocativo, entendemos modestamente que vienen al caso. Y también, por su fuerte componente histórico.
Tomar nota. ‘Paniquear’. Un préstamo lingüístico de los viejos amigo anglosajones. Del ‘To Panic’, entrar en pánico. Lo que en la Neo Lingua Franca 2.0 escribimos como ‘Modo Panic On’.
Pues eso. ‘To Panic’. ‘Modo Panic On’. O en el nuevo y castizo ‘paniquear’. Es el estado en el que estamos en las Españas. Aquí ‘paniquea’ todo quisqui. ‘Paniquea’ el universitario que ve el futuro más negro que un punk de London decuando la Thatcher en los ‘late 70s’. Paniquea el padre y la madre de familia porque ven que en el curro le quieren aplicar la ‘Reforma Dukhan Laboral’ que adelgaza los kilos en un pispas.
‘Paniquea’ el profe, el funcionario, el de la Pyme, el autónomo, el asalariado, el parado. Aqui en España ‘paniquea’ ya todo Dios y esto no hay quien lo pare.
Menos mal que el presidente Mariano Rajoy está haciendo su trabajo: «Rajoy desafía a la UE al elevar del 4,4% al 5,8% el objetivo de déficit«. Y para acabar de tranquilizarnos nuestro ‘paniqueo’, se explica: «»No he consultado a los líderes europeos y a la Comisión se lo contaré en abril».
La “herencia’ repipi lingüística que nos dejan unos cuantos lustros de administración socialista en Andalucía
Unos cuantos lustros de gobierno socialista en Andalucía ha dejado de todo. Bueno y malo. En este post, lejos de gurusear, recurriremos a uno de nuestros temas favoritos: los ‘palabros’. Esas expresiones que se han inventado y a las que se les ha otorgado el significado que se ha querido, pervirtiendo el triunvirato lengua-norma-habla que tan bien nos dejó escrito mesié Ferdinand de Saussure (Lectura recomendada).
El ‘invento’ lo llamamos ‘se me ha escurrío un palabro’ y una vez confeccionado se rellena del contenido preciso de forma que se da por sentado que existe y que ya no hay nada que explicar, cuando es realmente al revés.
Primero tiene que existir el contenido y, lo más seguro, es que ya exista una palabra que lo explique a la perfección. Veamos.
1.-«Compañeros y compañeras»
Supone inventarse un género para potenciar, pretendidamente, la igualdad entre sexos. Ya sabeis: «Compañeros y compañeras. Bienvenidos y bienvenidas» Y ya puestos, arrasamos: «Periodistas y periodistos. Electricistas y electricistos». Creo que cuando eres joven estás convencido de que no se necesitan cuotas por sexo para lograr la paridad pero como dice mi amiga Paca Pleguezuelos «eso también se pasa con la edad». Lo que sí es cierto es que no se consigue, ni se impulsa, ni se educa empezando un discurso con «Conmpañeros y Compañeros. Bienvenidos y Bienvenidas». Los tipos y tipas elegantes saben de sobra que nada supera un «Damas y caballeros». Y a otro cosa.
2.-«Miembros y miembras»
Porque se abre la veda y luego pasa lo que pasa. Que de «Compañeros y compañeras» se llega en un chiflío a «Miembros y miembras»: Y entonces te expones a que una feminista, y sobre todo mujer como Rosa Montero, te suelte que todo esto «es una papanatez«, porque para empezar «no acaba con el sexismo». Y más, aparece Alfonso Guerra y suelta: «Si quiere imponer la palabra miembra pierde el tiempo y nos lo hace perder a los demás«.
3.-«Pioneros»
La Junta de Andalucía convierte en pionero todo lo que toca. Es su palabra favorita. Sus consejeros y los delegados provinciales la pronuncian en cada acto político que se precie; las notas de prensa de los organismos andaluces la utilizan machaconamente. Es como si faltaran sinónimos o como si la definición de esta palabra, según el Diccionario de la Real Academia Española, no fuera suficiente: «Persona que inicia la exploración de nuevas tierras», y «persona que da los primeros pasos en alguna actividad humana». Sin embargo, la Junta de Andalucía convierte en pioneros y pioneras las iniciativas, las autovías, los proyectos, los protocolos, los sistemas, los servicios, los talleres de empleo, los programas, los estudios, los embargos -sí, sí, han leído bien, los embargos-, los planes de acción, Andalucía y Extremadura, los equipos de emergencias, la Comunidad Autónoma o las UVI, por citar solamente las que se encuentran más a mano. (Sigue leyendo ‘Pioneros en decir pioneros’).
4.-«Poner en valor» Sección de RNE ‘Al pan, pan’, donde Alex Grijelmo analiza todos los giros artificiales que se van introduciendo en la política y de ahí a los ciudadanos. El audios que os pongo es buenísimo. Alex Grijelmo, sentencia: «Es una clonación de una expresión francesa, pero no es una expresión española». «Mal traducida, repetida y mal utilizada por políticos y periodistas». Escucharlo, te partes de risa. Pero bien partida.
5.-«Educación en valores»
El concepto es loable. Pero mi pregunta es la siguiente. ¿Se refiere a educar con valores? Según el DRAE, la preposición ‘en’ denota el en qué modo se realiza lo expresado por el verbo a que se refiere. Quiá es correcto, pero me ha resultado siempre imprescindible. Y creo que es más accesible para la gente y creo que dice lo mismo la expresión ‘Educar con valores’.
1. prep. Denota en qué lugar, tiempo o modo se realiza lo expresado por el verbo a que se refiere. Pedro está en Madrid.Esto sucedió en Pascua.Tener en depósito.
2. prep. sobre1.El rey le ha dado una pensión en la renta del tabaco.
3. prep. Denota aquello en que se ocupa o sobresale alguien. Trabajar en bioquímica.
4. prep. Denota situación de tránsito. En prensa.En proyecto.
6.-«Carretera de alta capacidad»
Que sí que sí, que autovía o autopista si es de pago. Ya vale.
7.-«Hospital de Alta Resolución»
Que sí, que alta capacidad, alta resolución. Si lo de utilizar resolución es correcto, lo de adjetivar también, pero ya te diré yo que esto funciona si se compara con algo. Por ejemplo, hospital de alta resolución comparado con la mierda de resolución que teníamos antes. Y si no les gusta, ya sabes, a medir la atención sanitaria en píxeles.
5. f. Decreto, providencia, auto o fallo de autoridad gubernativa o judicial.
6. f. Fís. Distinción o separación mayor o menor que puede apreciarse entre dos sucesos u objetos próximos en el espacio o en el tiempo.
7. f. Med. Terminación de una enfermedad, especialmente de un proceso inflamatorio.
8. f. Mús. Paso de un acorde disonante a otro consonante.
9. f. Mús. Este último acorde con relación al anterior.
8.-«Buque insignia»
Es la nave capitana de un conjunto de barcos. Es decir, una. Pero no. En Granada, por ejemplo, hay varios buque insignia. Puede ser Sierra Nevada por las mañanas o es la Alhambra por la tarde. Hay más. Por la noche es el Parque Tecnológico de la Salud y su Hospital Clínico. Al final, en Granada tenemos tres buques insignias, ningún barco y una metáfora manida y casposa.
9.-«Innovar»
Esta me encanta, porque le crearon hasta una consejería propia. Quiere decir «Mudar o alterar algo, introduciendo novedades». Bien. Mola. Pero también quiere decir, atención: «Volver algo a su anterior estado». Así que cuidadín cuidadín, que tiene miga.
10.-«Emergencias sanitarias»
Termino aquí. Os pongo los significados del término Emergencias y el de Urgencias. Y a ver quién se aclara cuándo algo es una emergencia y cuándo es una urgencia. Porque me parece de locos.
emergencia.
(Del lat. emergens, -entis, emergente).
1. f. Acción y efecto de emerger.
2. f. Suceso, accidente que sobreviene.
3. f. Situación de peligro o desastre que requiere una acción inmediata.
urgencia.
(Del lat. urgentĭa).
1. f. Cualidad de urgente.
2. f. Necesidad o falta apremiante de lo que es menester para algún negocio.
3. f. Caso urgente. Lo necesito para una urgencia El hospital quedó saturado por las urgencias
4. f. Inmediata obligación de cumplir una ley o un precepto.
5. f. pl. Sección de los hospitales en que se atiende a los enfermos y heridos graves que necesitan cuidados médicos inmediatos.
«Nadie llega al segundo párrafo», Walter Matthau a Jack Lemmon en Primera Plana, del genial Billy Wilder.
«No penséis que soy una rata asquerosa», Kirk Douglas como el periodista sin escrúpulos Chuck Tatumm en la película El Gran Carnaval
«Usted facilite las ilustraciones y yo pondré la guerra», Orson Wells en Ciudadano Kane repitiendo las palabras de William Randolph Hearts a su corresponsal Remington.
Y los viejos adagios periodísticos de 1001 Medios:
.-«No le digas a mi madre que soy periodista que se piensa que toco el piano en una casa de putas»
.-«Si todo nos sale mal en el periódico montamos un bar. Y si también nos va mal, lo abrimos al público».
Es la imagen descarnada y descarada que las inmortales películas americanas han dejado en la mente colectiva.
Los periodistas como ratas, borrachos, mentirosos, escoria, gente aprovechada, sin principios, rastreando la noticia independientemente del tipo de noticia que sea: Amarilla, rosa, basura, falsa, manipulada, torticera, roja, sangrienta o sanguinolienta.
Y, todo ello, envuelto en alcohol y risas. Y humo, porque como una vez escribí: «Hubo un momento en el que parecía que si no encendías un cigarrillo no saldría nunca el periódico».
Y de repente, todo cambió.
La culpa, Vietnam.
Los periodistas siguieron siendo unos aventureros, locos, apátridas… pero empezaban a tener sentimientos, lloraban y morían. Denunciaban. Su Periodismo era ahora comprometido. El Periodismo había encontrado su sitio junto a los más débiles.
Tenía ya el camino libre para convertirse en el Cuarto Poder, en la disciplina que, al servicio de los ciudadanos, podría fiscalizar al Poder Ejecutivo, al Legislativo y al Judicial.
Y lo consiguió: Llegó Watergate y el Periodismo llegó al cielo.
Se abrió una época de esperanza, de fuerza. El Periodismo se hizo mayor de edad. Crecieron los medios y se hicieron de masas. Se ganó mucho dinero y no se terminó de perder la independencia. En España, siriveron para acelerar y consolidar la Transición del Franquismo a la Democracia. Y también tuvo su momento épico, que guardamos todos en nuestra retina.
Han pasado treinta años prácticamente desde aquel 23F y los medios de comunicación, en el mundo occidental y en nuestro país, se han consolidado como lo ha hecho la que entonces era la joven Democracia. El Periodismo, en el caso español, se fajó con los atentados de ETA, los sucesos, la crónica política y parlamentaria y llegó a alcanzar su mayoría de edad en las Olimpiadas de 1992, cuando la radio, la prensa, las agencias y la televisión demostraron que podían competir en medios y talento con cualquiera del mundo.
Barcelona92, las últimas Olimpiadas que los periodistas cubrieron sin teléfonos móviles y sin internet. ¿Se lo imaginan ahora? Pues de esto es de lo que vamos a hablar mañana jueves, día 1 de marzo, en el auditorio de Caja Granada a partir de las 20 horas.
De cómo ha cambiado la labor del periodista, la labor de los medios de comunicación, y de cómo ha cambiado también nuestra audiencia.
Hablaremos del poder de Internet, de sus vicios y de sus virtudes. Hablaremos de Facebook y de Twitter. De los vídeos y de las letras. De las fotografías y de los blogs. De los virales y de las historias cotidianas que dan la vuelta a España convertidas en Trending Topics, como cuando lanzamos el proyecto #IdeasparaGranada
De cómo el SEO, el SEM, el SMO, Analytics, el karma, los followers, los like y los ‘me gusta’, los +1 y los +1000, los shares, los menenos y los ping son nuestros nuevos adjetivos para que la gente nos vea y nos lea. Y cómo los utilizamos en el diario Ideal para ser líderes en Andaucía y referencia en España.
Os explicaremos el éxito de nuestras portadas y cómo ‘impedimos’ que Marruecos se llevara el dinero de las entradas de la Alhambra. Recordaremos el homenaje a Enrique Casas, el primer político asesinado por ETA, nacido en Guadix. Y disfrutaremos de los Premios de Periodismo de la Junta de Andalucía ‘Lorca según Li’ y el ‘Tributo a Luis Portero’. También nos emocionaremos con el día que nos fuimos con Manuel a ver el concierto de ‘El Barrio’.
Como veréis, son temas serios. Pero hemos dicho que en este oficio no te haces rico, pero te diviertes. Así que nos despediremos con una sonrisa. Y explicaremos una pancarta ‘Queremos putas. Tranquilidad fuera’.
Luego, y esta es la gran certificación del cambio, abriremos un diálogo que seguro que es mucho más interesante que esta primera parte. Si no podéis acudir la etiqueta en Twitter es #VivaelPeriodismo Y si nos creemos algo de lo dicho, podemos recomendarla en Twitter, en el Facebook o en vuestra Red Social o blog o microsite favorito. Se agradecerá.
No importa cómo se llama. Es un policía antidisturbios que ha trabajado en el País Vasco y en Andalucía. Hemos mantenido un fecundo diálogo a propósito del post titulado ‘Querida Policía: Gracias‘.
Hemos conseguido no estar de acuerdo. Pero para ello, hemos debatido con profusión, acaloramiento, pasión. Él por su trabajo, yo por el mío. Y sobre todo, no estamos de acuerdo pero con total respeto. No es poco.
Le he invitado a tomar un café cara a cara algún día y él, con elegancia, ha declinado la invitación con un «démoslo por tomado». Sin embargo, sé que gracias a tipos como él (y espero que también gracias a tipos como yo), nuestros dos hijos, de siete años, se lo puedan tomar sin problemas. Ese es mi compromiso.
Y ahora, quiero que conozcais de primera mano el suyo. Su compromiso. Pocas veces, creo, puede uno leer de primera mano un testimonio veraz, sincero y que nos trae a las claras lo que pasa por la cabeza de un tipo con un trabajo en el límite.
Quiero que sepáis que le he pedido permiso para publicar esta compilación de correos electrónicos que nos hemos cruzado en los últimos días con la única salvedad de borrar cualquier dato que permita su identificación.
Son las tribulaciones de un antidisturbios:
«Tengo muchos defectos y el sentido de la Justicia muy acentuado y no soporto como nos tratáis muchas veces. Nosotros estamos aquí para ayudar y solucionar problemas hasta el punto de perder nuestra vida. Sometidos a mucha presión tanto política como mediática, algunas veces se producen acciones desafortunadas, pero eso no quita que lo contéis todo, tanto lo de unos como lo de otros».
«Ante todo somos personas a las cuales no les gustan los disturbios, ni pegar, como mucha gente piensa, y mucho menos intervenir en situaciones de cierres de empresas y análogos. Somos trabajadores también, y estamos sufriendo la crisis de manera callada sin poder hacernos oír. Después, somos policías con ese ardor que has descrito de acertada manera, y después somos antidisturbios. Hablando con propiedad, UIP (Unidad de Intervención Policial)».
«¿Tú sabes lo que es sentirte impotente al ir al Telepizza de la perpendicular que hay bajando la cuesta de Aldapeta (*) a la izquierda (ya no me acuerdo el nombre de la calle) (**) , donde están los Bomberos y la Udaltzaingoa, la Policía Local) y que no te quieran servir? ¡Yendo de paisano!».
«¿Tú sabes lo que sientes cuando te reúnen en un ‘briefing’ para decirte que en la medida de lo posible no bajemos a la Concha por las escaleras de Aldapeta porque se ha tenido conocimiento que ha habido un elemento esperando agazapado en el giro de escalera para dar un tiro en la nuca a un Policía?
¿Te puedes hacer una idea?».
«No. Sé que no, habiendo leído tu artículo. Nunca podríamos generar un estado de empatía y confianza departiendo tomándonos un café. Y que yo te pudiera contar las sensaciones- sentimientos de un Policía (padre de un niño de 7 años). Y que yo fuera asertivo contigo y tu conmigo. Te lo agradezco, como si me lo hubiera tomado, pero no».
«En el Cuerpo hay de todo, y en la calle también. Tú no te imaginas, no te puedes hacer una idea de lo que somos capaces de aguantar, nos han formado para ello. Y nos seguimos formando a diario realizando un reciclaje anual en Linares en el que simulamos todas estas situaciones y se nos evalúa. Y solamente actuamos cuando se nos agrede. Esa es la consigna, esté la derecha o la izquierda en el poder».
«En este contexto, las acciones individuales, las reacciones personales de cada uno, puede que alguien se vea superado debido al estrés al que está siendo sometido.
Cualquier acción individual por nuestra parte que no se ajuste a la legalidad y a derecho es reprobada y reprochada, por los jefes siempre, y en ocasiones por los propios compañeros según el caso».
«Pero lo ocurrido en Valencia, periodistas de opinión como tú, solamente lo que hacéis es avivar el incendio que han provocado chavales que seguramente dentro de 20 años renieguen del socialismo como yo reniego hoy».
(*) La cuesta de Aldapeta es donde están las oficinas de la Policía Nacional en San Sebastián
(**)
Se refiere a la calle Easo, una de las del centro de San Sebastián.