Pocas cosas me gustan más que entrar en la Alpujarra por los cortados de Tablate y adentrarme contando curvas y olivos hasta Lanjarón, donde sigo buscando un pipo para llevarme a Granada.
Siempre paro y echo gasolina a la salida del pueblo, y me santiguo ante la ermita de San Sebastián. Por los míos. Los de Donosti somos así.
Luego sigo hasta Órgiva. Ahí vive el Señor de la Alpujarra, Rafa Vílchez, y siempre paro a saludarle. Aprovecho y cae, ante la preciosa iglesia de dos agujas, un cafelito.
Luego seguimos camino.
Y empiezan las dudas porque cualquier elección, por buena, nos impedirá visitar otros pueblos. Me explico, si tiras para Juviles no verás Cádiar. Si vas a Trevélez no disfrutarás de Válor. No da tiempo. Hay que ir pueblo a pueblo y dejarse envolver por la Alpujarra.
Este domingo llegué a Soportújar, con mi pequeña ahijada de dos años largos, y mi hijo de nueve. No conocían la Alpujarra y Soportújar me pareció un lugar excelente para empezar la Alpujarrainmersión.
No me sorprendió, porque conozco al alcalde de Soportújar y a su gente, pero es que el pueblo está inmaculado, perfectamente rotulado, con invitaciones por doquier para hacer una ruta, o disfrutar de todas las fases del proyecto El Embrujo que ha convertido Soportújar en un parque temático natural que hay que aplaudir primero y disfrutar después.
En el mesón del pueblo, mi amigo, detrás de la barra, me reconoció y nos dio a todos de comer. Una jalada maravillosa con croquetas, longaniza y huevos con papas. Me pasó el programa de fiestas, que empezó este mismo lunes y me recordó que este mismo jueves es la noche de las brujas.
Como Sabina con los suyos le prometí un post en vez de una canción y aquí está. Iros esta semana a Soportújar. Pasar este jueves la noche de las brujas y reíros, jajajajajaja, dejaros embrujar por los valles alpujarreños, comer y beber. Bailar y disfrutar. Merece la pena.
Dos reflexiones de urgencia.
1-Alguna vez alguien rendirá el debido homenaje a todos los que permanecen viviendo y trabajando en los pueblos para que la gente de la ciudad pueda luego disfrutarlos. No puedo dejar de recordar las sonrisas de mi ahijada y de mi hijo cuando iban por el pueblo.
2-Se me ocurre que podrían explotar como recuerdo/souvenir/logo/ para Soportújar un objeto que en la Alpujarra vendría de maravilla y que le gusta tanto a niños como mayores y que trabajando el nombre sería un reclamo fenomenal. Me refiero a algo así como ‘Las Brújulas de Soportújar’. Claro. Unas brújulas como brujas, mágicas y magnéticas. Que como recuerdo y marca de Soportújar, darían la vuelta al mundo.
Os dejo con unas fotos de Soportújar, preparado para sus fiestas brujas.
MÁS INFORMACIÓN
-El proyecto ‘El Embrujo’, una iniciativa arropada por un pueblo, liderada por su alcalde, José María Martín, y apoyada por la Junta que hace que Soportújar sea conocida fuera de la Alpujarra por ser el pueblo de las brujas (Leer la noticia aquí).