¡Ay mi Granada!, la ciudad de la Alhambra, vergel nazarí de vega y nieve, costa Tropical y Alpujarra profunda y fecunda. ¡Ay mi Granada! (Gracias Tico, por la frase. Tico de Medina, Escolástico Medina, Cronista de Granada y su provincia con domicilio en IDEAL en la edición del domingo, con ilustración ad hoc de Mr. Guadalupe) Granada, la Ciudad del Casi a día de hoy.
Por ejemplo, la Ciudad del Casi Metro, que lleva tanto retraso que ya la gente como que mira para otro lado y no se cree nada, ha perdido la ilusión y nada espera. (Nueva fecha, marzo 2017)
¡Ay mi Granada! También la Ciudad del Casi AVE, que ha conseguido que Granada lleve desconectada por vía férrea nosécuántos días sin que a ningún responsable (seis ministros van ya, para un solo AVE que no llega) se le caiga la cara de vergüenza y el peso de la ley sobre el espinazo.
¡Ay mi Granada! La Ciudad del Casi equipo en Primera, que vamos los últimos en la Liga y esto lo escribo con el mayor de los dolores, y nadie da un duro por un equipo en estado de coma.
¡Ay mi Granada! La Ciudad del Casi Atrio de la Alhambra, que cuando ya estaba todo presupuestado, es decir, con dineros, y con el concurso internacional aprobado y concedido, y con todos los vistos buenos favorables, se ha quedado a las puertas de la nada más abismal.
¡Ay mi Granada! La Ciudad de la Casi Segunda Circunvalación, que como advierte Jesús Quero, desde el Campus de la Salud, «se tarda media hora de la playa al PTS, y otra media hora del PTS a la rotonda de Maracena». De momento, habrá que esperar hasta el año que viene.
Paro ya. Sin Metro, sin AVE, con el aeropuerto de la señorita Pepis, pero la Junta nos concede un casino . Granada, La Ciudad del Casi no
PD: El casino tendrá ruleta, pero también la ruleta puede ser rusa, y descerrajarse un tiro en el cráneo o, como es más común aquí, la ciudad en todo el pie.
And that goes for all of you punks in the press
That want to start shit by printin’ lies instead of the things we said
That means you andy secher at ‘Hit Parader’, ‘Circus magazine’
Mick Wall at ‘Kerrang’, Bob Guccione jr. at ‘Spin’
What you pissed off ‘cause your dad gets more pussy than you?
Fuck you! suck my fuckin’ dick!
(Y todo esto va para todos los malnacidos de la prensa
Que quieren echar mierda escribiendo mentiras
En lugar de las cosas que dijimos
Hablo de ustedes
Andy Secher en ‘Hit Parader’, en la revista ‘Circus’
Mick Wall, de ‘Kerrang’
Bob Guccione jr, en ‘Spin’
Estás furioso porque
Tu papá consigue más c o ñ o s que tú?
J ó d e t e
Chúpa me la po ll a)
Esto es lo que pasa cuando alguien se enfada por algo que has escrito y no le ha gustado. Si son los Guns n Roses, hasta puede ser gloria bendita. Viene a cuento porque en los tiempos que corren, les venimos llamando La Manada. ¿A quién? A todos los que critican sin argumentar, o con argumentos falsos, falaces, débiles, ‘ad hominen’.
Así que, para ser periodistas que hacen Periodismo, busquemos los hechos para empezar. Busquemos en la hemeroteca. En abril de 2006, el periódico IDEAL publicó en titulares que «la Alhambra derribará su polémico pabellón de acceso y lo cambiará por uno más «blando». El controvertido edificio, construido durante la etapa de Mateo Revilla como máximo responsable del monumento nazarí, suscitó en su momento una catarata de críticas».
El texto explicaba que «el Patronato de la Alhambra ha decidido que el principal punto de acceso al monumento, el pabellón situado junto a la entrada al Generalife, pase ya a la historia. El edificio, construido en la etapa en que Mateo Revilla fue director del recinto nazarí, fue muy polémico en su momento. Recibió un considerable caudal de críticas por parte de personas que lo consideraron inapropiado para el lugar donde está ubicado. Los detractores censuraron sobre todo el aspecto duro de las instalaciones, que fueron comparadas con un centro penitenciario o incluso con la estación de autobuses de la localidad madrileña de Parla. Ahora, transcurridos ya diez años –se refiere a 1996–, desde que se construyó, el pabellón no ha logrado sobreponerse a su aspecto de mamotreto pese a que la vegetación ha ido camuflando una parte de su estructura».
Es decir, que en 1996 –hace veinte años exactos–, se construyó el actual pabellón de entrada con las taquillas y ya lo compararon con el presidio de Sing Sing. Seguimos. Diez años después, en 2006, se decidió echarlo abajo para que hoy, continuamos, diez años después de esta última decisión y dos décadas después de que se inaugurara el actual pabellón de acceso, el proyecto Atrio que iba a suponer la modernización de los servicios que oferta la Alhambra, está ya suspendido por un informe y una enésima polémica entre las fuerzas vivas –y también las muertas– , de la ciudad. Falta consenso.
Mientras tanto, hoy me desayuno en las páginas de mi periódico un artículo de Fernando de Villena, de la Academia de Buenas Letra de Granada, titulado
‘La Alhambra y el sentido común’. Dice para empezar que «hace pocos días, leíamos con alivio la noticia de que, asesorada por la Unesco, la Junta de Andalucía rechazaba el proyecto de nuevos accesos a la Alhambra por resultar invasivo para la misma. Se había impuesto el sentido común –pensábamos entonces–, pero la inmediata reacción de los promotores del proyecto y sus palmeros en la prensa acaso haya hecho titubear a nuestros políticos».
No está mal. Pero se necesita un camión de matices en este solo párrafo sin tener uno que convertirse en un palmero de la Prensa o en Bob Guccione jr, de ‘Spin’. No es exacto que la Unesco pinte algo en este desaguisado. Simplemente, Icomos, una ONG que asesora a la Unesco, fue encargada por la Junta de Andalucía para que realizar un informe. Y el informe, en efecto, dice que el proyecto es invasivo (sic), pero también reconoce que es valioso (igual de sic).
No entro en más, pero el artículo sigue lleno de imprecisiones y de lugares comunes. Como cuando afirma que «los arquitectos ya han cobrado casi dos millones». Pues no. No es que han cobrado, es que el proyecto Atrio lleva gastado en estudios esa cantidad. Y esos estudios siguen siendo válidos. Y son precisamente los que se van a utilizar, según afirmó la propia consejera de Cultura, en el rediseño de marras. «Tengo oído», que escribe, no parece una buena fuente informativa. O eso, o que hay que oír mejor.
¿Cuál es la conclusión?
1-Que no hay debate, sino polémica
2-Que todo el mundo confunde en su propio interés datos falsos con datos de oídas
3-Que tiene razón Reynaldo Fernández cuando dice que el consenso es necesario para cualquier proyecto que afecte a la Alhambra, y que el Atrio, pese a todo, no lo tenía
4-Que alguien podía haber encargado el informe Icomos cuando el concurso internacional, y esto que nos abríamos ahorrado
5-Que nadie, me da la impresión, se ha leído o ha tenido acceso al informe Icomos, con el que la Consejería de Cultura y el Patronato de la Alhambra han confeccionado la filigrana que permita aunar ahora -consenso se llama-, todas las sensibilidades.
PD
Por cierto, si alguien quiere el informe Icomos, lo tengo delante.