Etiqueta: Bares

31 días de agosto: La Estrella (Día 22)

La Estrella es un bar de Granada en el que por las noches se entremezclan cuatro generaciones de forma acompasada al principio y volcánica al final. Para los que no conozcan el bar, se encuentra enclavado en la zona de Plaza Nueva, en una de las esquinas de la calle Cuchilleros. Por más señas, detrás de La Trastienda. Rojo infierno y estrecho, tiene la difícil categoría de antro, de zulo, de agujero e incluso, de garito; lo que para toda una parroquia extensa de granadinos, visitantes, estudiantes, pijos, cuarentones, adictos, bellezas, progres, hippys, modernos, pibones y despistados es el máximo atractivo que una doble puerta en una calle en penumbra puede deparar. La Estrella y sus clientes forman una parroquia, decíamos, líquida y entrañable. Unida en conexión eléctrica con los camaretas del enjuto bar, unos tipos y tipas que canción a canción ha logrado convertir la visita a su bar en un clásico de la noche de Granada. De esa noche granadina curiosa y embriagadora que entre todos consigue que la ciudad de la Alhambra sea tan entretenida, tan sugerente y tan deseada por todos los jóvenes y universitarios de media España y, eso sí, toda Europa y parte del extranjero.

Sí, anoche acabé en La Estrella. Estaban Pedro, Pili y Nat y, claro, fui feliz.

Recuerda. Hay que besarse más. Y en verano, mucho más

Todos los posts de #31diasdeagosto
-Día 1: Los 400 golpes
-Día 2: A todo gas
-Día 3: The Motorcycle Boy Reigns
-Día 4: On the road
-Día 5: Trece Rosas
-Día 6: Easy rider
-Día 7: The Last Waltz
-Día 8: Martin Rock and Roll Scorsese
-Día 9: Travis, Luke, Beatrix, Catherune y Léon
-Día 10: Natalie
-Día 11: BB
-Día 12: París
-Día 13: Sex
-Día 14: Un Negroni
-Día 15: Poke
-Día 16: Moloko
-Día 17: Tarantino Sound
-Día 18: Nick
-Día 19: Corto Maltés
-Día 20: Distopías
-Día 21: Baricco

 

31 días de agosto: Moloko (Día 16)

Stanley Kubrick llevó al cine en 1971 la novela de Anthony Burgess La Naranja Mecánica (1962). ¿Qué podría salir mal cuando hay dos genios entre medias? La película es una distopía extrañísima pero la fuerza narrativa y la fuerza audiovisual, el ambiente y el musicón logran envolverte desde el principio. Termina la película y tú también terminas, pero con ansiedad. Es una película de la que luego sigues hablando y hablando. Y es una película también que forma parte de la cultura pop.

La primera escena es soberbia. Es en el Moloko, nombre del bar en el que los protagonistas se juntan. Nada más ver esta primera escena del bar Moloko, ya nos damos cuenta de que van a suceder cosas raras.

La película, filmada en el Reino Unido, relata las desventuras de Alex DeLarge —Malcolm McDowell—, un delincuente juvenil cuyos placeres son: escuchar música clásica —en especial de Beethoven—, el sexo, las drogas y la «ultraviolencia». Y quien es el líder de una pandilla de ladrones (Pete, Georgie y Dim), a quienes llama drugos y con los que comete una serie de violentas fechorías, hasta que es traicionado por ellos y capturado por la policía. En un intento por salir de prisión se somete voluntariamente a una técnica psicológica de rehabilitación conductista experimental conocida como método Ludovico. La terapia funciona, Alex es liberado y ahora debe enfrentarse a su pasado desde su nueva conducta social condicionada. La mayor parte del filme se narra en nadsat, una jerga adolescente ficticia que combina lenguas eslavas —especialmente ruso—, inglés y la jerga rimada cockney. En España e Hispanoamérica, algunos términos fueron adaptados al idioma.

Y como toda obra maestra, dejó huella. Por ejemplo, mi bar favorito de Madrid se llama Moloko. Y la primera vez que fui me cautivó. En su fachada mostraba un enorme grafiti de The Jam. No se puede empezar mejor.

Nació por el empeño de un melómano, Sabi Palacios, entonces un chaval de Madrid que buscaba darle una salida a su pasión por la música. Había empezado escuchando canciones de los Beatles, The Who y Tequila. En muy poco tiempo se convirtió en un coleccionista empedernido de discos. Un día, decidió crear un club donde pincharlos. Peinó Malasaña hasta que dio con el local perfecto. Dos meses después, tras una reforma que ejecutó con sus manos, el número 12 de la Calle Quiñones se convirtió en Moloko Sound Club, en homenaje al bar donde se reunían los protagonistas de La Naranja Mecánica, según publica El Mundo.

Recuerda. Hay que besarse más. Y en verano, mucho más

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-Día 2: A todo gas
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-Día 6: Easy rider
-Día 7: The Last Waltz
-Día 8: Martin Rock and Roll Scorsese
-Día 9: Travis, Luke, Beatrix, Catherune y Léon
-Día 10: Natalie
-Día 11: BB
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-Día 14: Un Negroni
-Día 15: Poke