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Ni Camino ni Ronda

Camino de Ronda
Las obras del Metropolitano de Granada a lo largo del Camino de Ronda son pura poesía. Es una metáfora del caos, la desorganización y el fracaso.

Se han batido todos los records, marcas y plusmarcas de retrasos, inconvenientes, ruidos, molestias a los vecinos, quiebras de los comerciantes, con un desprecio olímpico por todos los granadinos que sufren, padecen y llevan cinco años heridos de muerte por una obra necesaria innecesariamente prolongada por falta de previsión y por inoperancia de sus responsables.

Durante cinco años no ha habido ni Camino ni Ronda ni Redonda ni nada.

La última entrega de este compendio de desatinos es volver a convertir el Camino de Ronda en la enésima y estúpida confrontación entre el Ayuntamiento de Granada y la Junta de Andalucía.

Resulta que no tiene iluminación en varios de sus tramos. Está a oscuras. Siglo XIX. Neolítico, Mesolítico y Paleolítico en el eje dorsal, la espina clavada de la ciudad de Granada.

Y la Junta argumenta que los técnicos del Metropolitano ya han visado el boletín para que el Ayuntamiento dé luz en las farolas. El Ayuntamiento, tuya-mía, tiki-taka, responde que mientras no recepcione las obras no está comprometido a hacerlo. Tuya-mía, tiki-taka, el Camino de Ronda sin barrer.

Entre todo este despropósito, hay sin embargo dos noticias que esta vez son buenas.

La primera de ellas es que Isabel Nieto, la concejala de urbanismo del Ayuntamiento de Granada, informó esta semana que la Junta ya ha notificado que ha recepcionado el tramo que va de la antigua Hípica al Helicóptero, el paso previo para que a su vez el Ayuntamiento lo recepciones y, por fin, casi cinco años después, devuelva la normalidad a la avenida de América.

La segunda es que Telesfora Ruiz, la concejala de Movilidad, ha informado que la Rober ha realizado las pruebas necesarias y que la semana que viene, seguramente se anunciará oficialmente este mismo martes, el transporte público volverá a la Redonda, con sus paradas en ambos sentidos y con la necesaria información para los usuarios sobre los cambios, horarios y recorridos.

PARTICIPA EN EL DEBATE
-Si eres uno de los afectados puedes compartir tus experiencias como vecino, comerciante del Camino de Ronda para construir el relato de estos cinco años.

 

 

 

 

 

La Palomas vuelven a (la Junta de) Andalucía

El Ayuntamiento de Granada ha decidido devolver la Biblioteca del Zaidín a la Junta de Andalucía. Con eso pretenden desactivar a una plataforma muy reivindicativa y evitar el desgaste electoral. De paso, lo trasladan al PSOE e Izquierda Unida, que además se han significado de forma activa en la defensa por la reapertura del centro cultural.

Nacen así al menos dos preguntas.

1.-¿No sabía el Ayuntamiento de Granada que la Biblioteca de las Palomas era de la Junta de Andalucía? Se hubiera evitado un par de quebraderos de cabeza y la disfusión de imágenes de policías locales desalojando un centro cultural, que se dice pronto.

2.-¿Qué van a hacer ahora PSOE e IU ante este nuevo escenario? La crisis ha dejado vacías las cajas de las administraciones e instituciones, así que habrá que seguir de cerca el compromiso de ambos partidos ahora que el Ayuntamiento ha devuelto el pelotazo.

Queda algo más. La reacción de los integrantes y de las mujeres que han reabierto la Biblioteca del Zaidín por su cuenta y riesgo. Así que no queda otra que seguir informando.

La plaza del ‘Helipollas’: El Albaicín estrena ‘helipuerto’

El Albaicín estrena ‘helipuerto’. Este ejemplo de la Plaza Nevot del Albaicín retrata que primero se fue perdiendo la educación y luego, el respeto. Aunque siempre nos queda el humor.

Si quieres conversar hemos colgado este post en la página en Facebook del diario Ideal. Hemos creado una etiqueta en Twitter #Helipollas y se ha subido también a Meneame.

El Huerto del Carlos, espacio abierto al cielo que besa Santa Isabel la Real, muestra lo mejor y lo peor del Albaicín. También de Granada. Y, sin duda, de las personas.

La vista que desciende Albaicín abajo y permite disfrutar de la Alhambra que emerge de la ciudad como un acorazado que se bate bravo en la marejada. Al fondo, siempre, oh capitán mi capitán, Sierra Nevada, bella y fría.

Junto a todo esto, azúcar de palabras para adjetivar la obvia belleza, la suciedad, los cristales rotos, el vandalismo, los juegos infantiles impracticables, las pintadas de spray que mata las piedras, basura esparcida… Primero se fue perdiendo la educación. Luego, el respeto. Siempre nos queda el humor.

Dejamos el escenario, razonablemente molestos y bajamos. Llegamos a la plaza Nevot y la mirada se desencaja, las mandíbulas baten, el cuerpo contorsiona. No queda sino reírnos, le digo a mi compañero Ramón L. Pérez. Nos sentamos en un tranco y la tensión de los días y las noticias muta en risas sonoras, de esas que nacen de dentro y recorren todo el cuerpo para convulsionarlo.

Lo que tenemos ante nuestros ojos y maduros de periodistas que cuentan historias y buscan noticias es el colmo. Hay de todo en un entorno de apenas media docena de metros cuadrados.

-Un delito porque hay una pintada en un entorno que es Patrimonio Histórico de la Humanidad

-Una incógnita porque nadie sabe quién dio el permiso para enlosetar un empedrado granaíno en el corazón del Albaicin

-Un cachondeo porque no se entiende, aseguran los vecinos, que el Patronato de la Alhambra y la delegación de Cultura de la Junta permitan este tipo de actuaciones y luego se líen con la remodelación del Callejón de San Cecilio o con el mortero o el asfalto del Carmen de las Tomasas.

-Una falta de autoridad. El Ayuntamiento asegura que se ha realizado la intervención dentro del Plan de Miradores a pachas con la Junta y la Alhambra.

-Una falta de respuesta. El Patronato de la Alhambra ha dicho por teléfono que no es una obra de su ámbito de actuación.

Y ahora, las preguntas: Una vez que las fuentes consultadas aseguran que la obra la ha realizado el Ayuntamiento dentro del Plan Miradores y la Alhambra declara a los vecinos por teléfono que no es de su ámbito de actuación… ¿Qué va a suceder?

Tache la respuesta acertada en los comentarios:

1.-Que el Patronato de la Allhambra denuncie Al Ayuntamiento y le obligue a dejar la plaza Nevot como estaba, bien empedrada

2.-Que la Junta afee a la Alhambra el desarrollo del Plan de Miradores

3.-Que el Ayuntamiento se ponga de perfil y sonría

4.-Que un buen día, vayamos a pollas, aterrice un helicóptero por una emergencia y se termine de líar parda.

Mientras esto sucede, los vecinos tiran de malafollá como maná protector y la plaza Nevot estrena nombre estas Navidades: La plaza del ’‘Helipollas’.

PD. Esta noticia tiene su pequeña intrahistoria. Acudí a cubrir la Junta Municipal de Distrito Albaicín en la que Juan García Montero prometió su cargo como alcalde de barrio. En el turno de preguntas una mujer criticó el estado de la plaza Nevot. Decidimos ir a comprobarlo y nos encontramos con el ‘helipollas’. Buceando posteriormente en internet comprobé que buena parte de esta historia estaba ya contada por el compay Álvaro Calleja. Nobleza (y compañerismo) obliga.

Piedra, papel, tijera

Ups! Los vecinos han reabierto una biblioteca y no es noticia nacional.

Apenas tienes treinta años y estás fuerte, guapo y moreno, bronceado y musculoso, la juventud sale por tu piel y el Mediterráneo ayuda a corroborar que es el tiempo de los tiempos, la pleamar de tu vida.

Estás en Turquía, en una montaña, cuya falda desciende hasta dejarse besar por el Mediterráneo de la mitología griega, micénica y minoica, y tú estás ahí porque has ido y sabes que algún día lo contarás. Ese día, je je je, ha llegado.

Los generales de Alejandro el Magno, al volver de esa gira que les derrotó en vida pero les hizo entrar en la historia de mano de la gloria, fundaron ciudades o se quedaron con algunas que había y las hicieron ciudades luz.

Una de ellas fue Pérgamo, en la costa turca junto al Mediterráneo, descendiendo desde Troya y pasando Éfeso y antes de llegar a Mileto, donde el Mito dejó paso al Logos y así nos fue, descreídos y tontos.

Pero Pérgamo, en su día, resisitió a Egipto. y Alejandría, ahora vamos, y su Biblioteca, ergo conocimiento y también innovación, les hicieron boicot no de pan, no de vino, sino de papiro.

¿Qué hizo Pérgamo entera? Innovación social. Inventó el pergamino, mucho mejor que el papiro y justo el paso anterior al papel, que hasta ayer es el vehículo, todavía lo es, transmisor de conocimiento, la percha sobre la que Gutenberg cuelga su gloria (gracias Pérez Reverte, por la frase).

Al final la lección es que a la Cultura la puedes detener un par de décadas, pero siempre encuentra un vericueto para contar su parte de la historia.

Y eso es lo que está pasando, hoy, en el siglo XXI en Granada en la Biblioteca de las Palomas del Zaidín, que está contando su propia historia sin piedras, con mucho papel y enviando a los de las tijeras a un sitio que no creo que les guste demasiado.

Veamos quién y cómo termina de escribir esta historia maravillosa de libros no escritos y de pliegos que son papiros que son pergaminos y que bajo las yemas de estos dedos son bits que junto a los pixeles, generan un nuevo lugar misterioso donde me pasó lo siguiente:

«¿Sabes quién es este?»
Me lo preguntó Ella, en el altar de Pérgamo, en Turquía, con apenas treinta años, rodeados de historia por todas partes
-Ni idea, le contesté.
-Es Trajano, el emperador romano que fue socorrido en Pérgamo por un general de Alejandro el Magno. Trajano, el emperador que nació en Triana, el Emperador sevillano. Aquí está.

Conclusión, siempre hay un andaluz que te cambia la historia. Y lo que se juega en la plaza de las Palomas, visto así, empieza a ser algo más importante que un problema de barrio.

¿Qué dirán dentro de un par de siglos?

Biblioteca de las Palomas del Zaidín: Y a los 16 meses resucitó

Pues sí. La Biblioteca de las Palomas del Zaidín ha resucitado. «Hemos vuelto a entrar para darle vida», aseguraba ayer por teléfono una de las portavoces de la plataforma cosntituida contra el cierre de este centro cultural.

La declaración la hacía, por más señas, desde el interior del propio edificio, «al que hemos entrado y del que no pensamos irnos». (más…)