La junta del distrito más poblado de la ciudad de Granada se celebra en familia. Es el distrito de Ronda. Podría decirse que ‘en petit comité’.
Hasta el punto que cuando se hacen las peticiones a la Policía Local por tal o cual problema, mínimo comparado con alguna que otra petición de otro distrito, cuando se menciona a la concejala responsable de la Policía Local, se le llama ‘Tele’. Con cariño, y respeto.
Es decir, Telesfora Ruiz, concejala de Movilidad y Policiía que actualmente preside el distrito Norte y viene de presidir La Chana y en donde en ambos sitios las distancias son bastante más largas.
De igual forma, los temas que se tratan en esta junta de distrito son menores. Mucho trasunto cultural que va desde el balance de la pasada Seman Cultural en el barrio de Fígares hasta el anuncio del concurso de baile a lo suelto con modalidades en vals y tango.
Bien es cierto que los trasiegos con el nuevo sistema de autobuses cobra protagonismo pero el único anuncio que hizo mella en la concurrencia fue cuando el presidente, el edil Mérida, explicó que pronto se lanzará en la ciudad el Plan Alcorque, algo que en Ronda tiene toda la importancia.
El Distrito Ronda es largo como un día sin pan. Discurre desde el gimnasio Wee hasta la rotonda del Helicóptero, con la Redonda como eje vertebrador de las tres asociaciones de vecinos que lo componen: Parque Rosaleda, Camino de Ronda y Fígares.
La población suma 51,740 habitantes, lo que además de su extrema longitud, hay que sumarle que es el más poblado de la ciudad. Tan solo el distrito Zaidín le hace sombra, con 47,731 vecinos.
La contradicción nace cuando se celebra una junta de este distrito. Si en el Albaicín, la semana pasada, la reunión comenzó a las siete de la tarde y terminó cuatro horas después. Aquí en Ronda apenas llega a los sesenta minutos.
Si en el Zaidín la asistencia oscila como media en el centenar de personas, con una mesa presidencial compuesta por unas ocho personas, en la junta celebrada ayer en Ronda bastaba con cuatro, y los asistentes justo llegaban a veinte.
La conclusión es que el distrito más poblado de la ciudad es el que menos participación vecinal tiene.