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El Plan Andaluz de la Bicicleta ha pinchado en Granada. El rebote de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, hasta el adelanto electoral dirigida por Izquierda Unida, fue mayúsculo como lo debe ser coronar el Tourmalet en escapada y perder la etapa.

En Granada, el entonces representante, Manuel Morales, advirtió de la pérdida de hasta diez millones de euros por no firmar el acuerdo para desarrollar el PAB, siglas del Plan Andaluz de la Bicicleta.

De hecho, se aseguró en el mes de enero, «Granada iba a ser la única ciudad de Andalucía sin construir los carriles bici». Y más. La vecina Málaga, último espejo donde Granada refleja sus penas, acaba de firmar, con un alcalde del Partido Popular al frente, un acuerdo para construir hasta cien kilómetros de carriles bici por un importe de 17 millones de euros.

Tanto arreciaron las críticas a diestra y, sobre todo, a siniestra, que a mediados del mes de enero el propio alcalde Torres Hurtado, cuya primera acción tras ser elegido alcalde de Granada allá por el año 2003 fue enviar las piquetas mecánicas a destruir el carril bici de la avenida de Dílar y fotografiarse para el recuerdo, aseguró que no está en contra de la bici, pero que sí reclama «un plan adaptado a las peculiaridades de una ciudad como Granada».

Desde su punto de vista muy poco bicicletero argumentó que «Granada es una ciudad muy distinta a Sevilla», porque nuestras calles son «empinadas y estrechas». Y añadió que no está de acuerdo con propuestas como el uso compartido de la vía de bicicletas, autobuses y coches. «Es un riesgo de tráfico con el que los técnicos no están de acuerdo porque hay mucho peligro», dijo. «No podemos hacer una ciudad igual a otra».
Modelo sevillano

Es la concejala de Movilidad, Telesfora Ruiz, quien ha negociado de primera mano con los representantes de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, y quien ha vetado la aplicación del plan. Su explicación meticulosa desgrana punto por punto las objeciones a un proyecto que, en efecto, creen desde el equipo de gobierno del PP que «responde a un modelo sevillano que difícilmente puede aplicarse en Granada».

Describe Telesfora Ruiz que «en Sevilla las avenidas son amplias, es una ciudad más grande que Granada, y aplicar el carril bici es sencillo y fácil. Además, tiene el sentido de proteger al ciclista del tráfico». La objeción es que «no se puede aplicar en Granada». Sostiene que «los carriles bici no caben en el centro histórico». Y, continúa, «ni falta que hacen, que es la razón principal».

Entiende Telesfora Ruiz que «ya hemos logrado calmar el tráfico en el centro de la ciudad con la proliferación de las zonas limitada a una velocidad no superior a los treinta kilómetros por hora, con todo el proceso de peatonalización y un enorme aumento de las restricciones al tráfico de vehículos privados por muchas arterias».

De esta forma, añade, «apostamos por una de las dos tendencias que existen ahora mismo». La primera es la de la implantación de una red de carriles bici «si caben, que no es nuestro caso». La segunda, «la más pujante hoy en día en Europa, es la de compatibilizar el uso, ya que el tráfico de vehículos está calmado y es posible». Es su apuesta.

Además de las diferencias de estructura entre ciudades y de conceptos en cuanto a la aplicación de la movilidad de las bicicletas, también hubo serios encontronazos organizativos. Telesfora Ruiz reconoce que «si bien nos negamos a implantar una red tupida de carriles bici, sí nos mostramos favorables a la creación paso a paso de carriles que entraran a la ciudad desde el Área Metropolitana. Incluso de un corredor de norte a sur de Granada».

«No hubo forma», resume. «Querían que se firmara todo el proyecto del tirón. Y había trazados imposibles». Recuerda «uno que iba de Méndez Núñez a la Zona Norte pasando por avenida de Madrid, que mutaba de carril bici a carril por la acera y luego por zona peatonal. Algo que ni los ciclistas utilizarían, lo que supondría derrochar una vez más dinero público». También «les argumentamos que queríamos abrir un debate con los vecinos. Pero solo querían que firmáramos el PAB».

CRÉDITOS
-En la foto de González Molero, ciclistas, coches y motos por la Gran Vía de Granada