Rizos. Toneladas de bucles. Curvas. Ojos almendrados, mirada rasgada. Labios sensuales, húmedos como higos frescos en la boca de Kamala, un andar pausado, acompasado con las caderas. Media sonrisa. Todo eso pasaba justo detrás de mí, mientras acodado en la barra del bar, la esperaba. Nos habíamos visto otras veces. Pero esta iba a ser la primera. La de veras.
«Hola», susurró La Maga. Muy bajito pero sonoro. Directo y sensual. Era un ‘hola’ que abría las puertas si te atrevías a cruzarlas. Llenas de trampas, sí. Pero una invitación en toda regla.
Obvié el momento, más nervioso que una monja embarazada, ante la inmensa presencia de aquella chica que decía ‘Hola’ muy bajito.
Ella, imperturbable, tomó la iniciativa
-¿Qué estás tomando?
-Un Negroni, respondí, esperando que causara esta respuesta el efecto buscado
Ella se quedó como en puntos suspensivos. No se lo esperaba. Así que se pidó uno igual.
Había empatado el encuentro pero me había quedado sin cartas. A este paso, me iba a quedar sin ropa, corazón y alma antes siquiera de pedir la cuenta.
Después de tantos y tantos meses de miseria acumulada, vi el reto y lo acepté. Esta vez, sí me molestaría quedar fuera de juego. No me iba a gustar perder. Odiaría ser superado por enésima vez. Lucharía.
Y una leve sonrisa pirata se le dibujó entre la nariz chata y el suave mentón de tipo duro pero poco.
Ella, La Maga, sabía que estaba ante el tipo que le podría volver loca en cualquier segundo si seguía los pasos que Ella marcaba sin que nadie los supiera.
Ya armados con peligrosos Negronis, se dispusieron a brindar justo en el mismo instante en que aquella puerta giratoria volvió a escupir a una persona en el vientre de aquel tugurio.
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#Summertime16 es la etiqueta para compartir, seguir, proponer y debatir este verano lo que se te ocurra
#MiNovela es a lo que me voy a dedicar este verano en mis ratos libres.
EXTRA BALL:
Y, por supuesto, Ella habla con Ángeles. Y me prometió que me lo contaría.
CRÉDITOS
De la ilustración, en este link.