Los servicios sociales del Albaicín llevan dos años en el eje de un debate acerado, crispado y en el que se conjugan los elementos personales con las necesidades de una población compuesta por menores y ancianos en situación de exclusión social.
El tumulto en el barrio comenzó cuando el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Granada ordenó el traslado de estos servicios desde su ubicación en la plaza Aliatar hasta el edifico de ocupación mixta del callejón del Gallo.
La accesibilidad limitada, que así dejó certificada entre otro centenar de carencias la propia Junta de Andalucía, ha llevado a primeros de año a buscar una nueva ubicación. Se trasladarán en torno a la Semana Santa próxima a la carretera de Murcia, en las escuelas del Ave María.
Esta situación ha convertido al concejal de Familia, Bienestar Social e Igualdad de Oportunidades, Fernando Egea, en el blanco de las críticas de la oposición municipal, que siempre reconoce que «no le quedó más remedio que heredar este problema, ya que la decisión no fue suya».
Ahora, y como anunció en la junta municipal de distrito el también concejal Juan García Montero, «se ha solucionado y la nueva sede cuenta con todas las bendiciones».
Fernando Egea ve ahora, satisfecho, que «se ha solucionado el inconveniente y es hora de seguir trabajando». Muestra entonces los datos de la amplia labor social de estos servicios comunitarios, donde destaca –para empezar– que un millar de menores son atendidos en el distrito Albaicín a lo largo del año.
La cifra nace de sumar que durante el pasado 2013 se tramitaron en el Albaicín ochenta ayudas económicas familiares, por un importe de 55.845 euros, «beneficiándose de ellas 100 menores», explica Egea.
A continuación hay que sumar que «a través de la psicóloga se atienden problemas individuales y de atención grupal de cien personas», y mediante la educadora del centro «se atienden problemas de otras cien». El concejal destaca que «a través de los proyectos de infancia y juventud se da respuesta a más de quinientas personas que presentan necesidades de atención individual, grupal y comunitaria».
Además del presupuesto destinado a programación comunitaria, el centro de servicios sociales comunitarios cuenta con 6.601 euros para la atención específica de menores en situación de riesgo social a través de atención domiciliaria y atención grupal de los menores y sus familias «a fin de promover su capacitación para una adecuada atención de sus hijos», añade.
Otros 5.000 euros se destinan a que «los menores del Albaicín puedan participar en campamentos y escuelas de verano, Navidad y Semana Santa, así como en actuaciones de prevención de consumo de drogas». Durante el pasado verano participaron 361 personas en el Programa de Prevención del consumo de drogas ‘Rebélate, vive sin drogas’.
El distrito del Albaicín cuenta con un recurso muy importante, municipal, un centro de día de atención a menores en situación de riesgo social, derivados a través de su centro de servicios sociales, donde se atienden 35 menores de forma diaria, con un presupuesto anual de 35.000 euros, ubicado en Haza Grande y adjudicado a Aldeas Infantiles SOS.
En suma, en programación comunitaria, es decir, todas las actuaciones que desde el centro de servicios sociales se llevan a cabo a través de actividades, talleres socioculturales y deportivos, proyectos grupales y comunitarios, el centro dispone de un presupuesto de 40.000 euros, lo cual supone un 10% del total de los ocho distritos de la ciudad.
Toda esta programación comunitaria supone que se está interviniendo con los distintos sectores de la población, infancia, juventud, personas adultas y mayores atendiendo a 1.750 personas. A través de esta programación se realizan numerosos talleres y visitas lúdicas y educativas con las personas mayores, niños y niñas, jóvenes y personas en intervención.
CRÉDITOS
«El mundo de la Infancia», muestra de fotografía callejera