Por una vez, aunque solo sea por una vez, y no sé si está bien o si está mal, el pez chico se ha comido al grande. Hay cientos de fábulas, mitos, moralejas, narraciones, capítulos, pelis y cosas así sobre la capacidad de la Naturaleza por imponerse ante su más escasa posibilidad de prevalencia. Desde la desaparición de los dinosaurios hasta la honda de David que se ciscó a Goliat.
Esa es la exacta impresión de lo que ha pasado con la decisión de la Junta de Andalucía, de la Consejería de Comercio y Turismo, de proteger al pequeño comerciante de Granada, Málaga, Córdoba y Sevilla, frente a las franquicias, grandes marcas y mayores superficies, al restringir el Real Decreto del Gobierno de Mariano Rajoy y aplicarlo en su mínima legal expresión. Solo se aplicará en el Patrimonio de la Humanidad de Granada, es decir, Alhambra, Albaicín y Sacromonte.
Izquierda Unida, al frente de esta Consejería de Comercio y Turismo, ha detenido, y además lo ha hecho en seco, a los lobbys de los grandes empresarios frente a las personas pequeñas.
Lo que no tengo claro es si ahora, agradecidos y ante un siglo XXI en el que las cosas han cambiando, y que si han cambiado, los pequeños y medianos comerciantes no deberían empezar a innovar en sus materias para liderar el sector.
Y, de paso, montar un lobby en espera del próximo ataque. Que vendrá.
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Este post está escrito el jueves 20 de diciembre. Mañana, viernes, linkaré la noticia en la que se explican de forma pormenorizada las medidas que va a tomar la Junta sobre la aplicación de la libertad comercial de horarios.
CRÉDITOS
La foto es de mi compañero Alfredo Aguilar. Gracias.