O de cómo los ‘cubos azules’ de la ONU toman la estación de autobuses de Granada para protegerla de las goteras
Cuando a uno se le acaban las palabras para describir la sorpresa que supone que la estación de autobuses de Granada, una de las principales puertas de entrada de viajeros que son estudiantes, visitantes, turistas, esté salpicada por dos docenas de cubos azules que retienen como pueden el agua de las goteras y ofrecen de paso una imagen que poco tiene que ver con la que debería, prefiere echarse en manos de unos ripios inocentes (y malos) para transmitir el dolor de la chapuza y la sensación de inseguridad.
Una balada del agua de lluvia en Granada
Llego a esta ciudad dispuesto a la acción
El puente festivo me pone divino
No sé muy bien lo que al final sucederá
De momento comienza esta balada
Bajo y me planto en la estación
La imagen que llega es algo repentino
Nunca se sabe lo que pronto llegará
El agua de lluvia baja por Granada
Son los cascos azules, primera suposición
Un rodaje acaso del gran Tarantino!
La flash mob de turno que pronto empezará
Cubos azules para las goteras ni pollas ni nada
Tremenda es la decepción
Las goteras palian un colador supino
Que esta entrada que antes enamorara
Y ahora dececpciona de forma mejorada
Igual es ahora el momento de hacer notar también el cachondeo que de alguna manera supone que a finales de agosto se anunciara, por boca del alcalde en funciones: «Hay contratos significativos que van a suponer un ahorro», entre los que destaca, por ejemplo, la concesión de la estación de autobuses. Fuentes explicó que la antigua adjudicataria del servicio pagaba un canon de 3.000 euros al año, mientras que la nueva, que es una filial de Alsa, pagará 300.000.
«Además, tendrá que invertir 989.000 euros en servicios», destacó el edil. Este dinero irá destinado a construir un aparcamiento de bicicletas, abrir locales comerciales, mejorar la accesibilidad, hacer una sala VIP, arreglar los aseos y el alumbrado o colocar un sistema de videovigilancia. Se trata de un contrato a quince años que reportará al Ayuntamiento 4,5 millones de euros en ese periodo, según las estimaciones que hizo públicas el alcalde en funciones.
De momento, sin duda, puede afirmarse que de todo el dinero que hay que invertir ya se han comprado unos cuantos cubos azules.