El escenario es en sí mismo un modelo, un retrato de la sociedad actual con todos sus prismas. El marco es una urbanización de lujo que la crisis se llevó por delante, con suspensión de pagos y nombramiento de administrador único.

La urbanización se encuentra en el Bajo Albaicín, con vistas maravillosas a la ciudad, con terrazas que se encabalgan en la loma y ofrecen terrazas y habitaciones exteriores por doquier. Hay arbolado y uno se imagina a la perfección la buena vida que puede deparar este sitio, que se le paró el corazón justo un minuto antes casi de abrir sus puertas.

Y eso mismo han debido pensar los últimos años todos los ‘okupas’ que lo han convertido en su cuartel general. «Hasta doscientos han podido vivir aquí, sobre todo este último verano, denuncia el presidente de la Asociación de Vecinos de San Idelfonso, que se ha caracterizado por batallar con este asunto en la plaza del Carmen para exigir una pronta solución.

Que ha llegado esta misma semana. La Concejalía de Urbanismo ha logrado todos los permisos y ha vallado el perímetro y tapiado puertas y ventanas para que no se pudiera entrar y para evitar el peligro existente. Además, una cuadrilla completa de Inagra lleva trabajando desde el lunes y certifica que en estos tres días ha sacado 21 toneladas de basura, y que «el lugar estaba completamente destrozado y enmarranado».

Ahora es el momento de recordar no solo las denuncias continuas de los presidentes de los vecinos de San Idelfonso y también del Bajo Albaicín, sino también la del grupo municipal socialista, que ha venido protestando desde el pasado año y denunciando esta situación.