Es un tema espinoso: grafitis o pintadas realizadas en muros que son patrimonio o que están dentro de los límites de protección de los denominados BIC, Bienes de Interés Cultural.
Creo que el grafiti es arte urbano. Y que hay que cuidarlo, protegerlo y promocionarlo. Creo, igualmente, que ‘firmar’ paredes y elementos urbanos con sprays sin ton ni son es una gamberrada que debe parar ya. Si acaso ha tenido su momento, ha terminado. La Gran Vía de Granada está completamente pintarrajeada.
Creo que la pintura, por bonita que pueda parecer, a modo de grafiti en muros y entornos protegidos, sea el Plan Centro de Granada para su entorno histórico y monumental, el de la Alhambra o el del Albaicín, Patrimonio de la Unesco, es ya fácilmente considerable como un acto de delincuencia.
La persona o colectivo que ‘firma’, emborrona, pinta, diseña, enluce, pintarrajea o como se quiera llamar o hacer, en un entorno protegido, está destruyendo cultura, menoscabando el patrimonio, impidiendo la transmisión de la herencia artística legítima que recibirán las siguientes generaciones.
No seré yo el que pida mano dura, sino normas y leyes adecuadas para no solo combatir este fenómeno en el que ha degenerado el arte urbano, sino para explicarlo a la ciudadanía y enseñar en este caso a los jóvenes artistas (y no tan jóvenes) que no tiene nada de rebeldía y mucho menos de creación artística dibujar y colorear dos caras de mujer con pañuelos árabes en la parte delantera y trasera de la Puerta Monaita, en el Albaicín, junto a la Muralla Zirí, con más de mil años de historia entre sus ladrillos rojos y envejecidos.
Siempre he defendido el arte urbano (y el arte, vaya) como vanguardia exploratoria, territorio de experimentación en el que las más de las veces se bordean los límites porque es necesario, incluso, pueden llegar a sobrepasarse ciertas fronteras. Es un buen debate, el de los límites, porque nos sirve para ponerlos. Y para posicionarnos.
Granada es Graficity pero chunga. Podría ser Graficity como modelo de vanguardia urbana y expresión creativa si se logran aunar todas las tensiones creativas con las necesarias de protección del patrimonio. Menudo reto tan bonito pero, de momento, por favor, dejar de pintar en las piedras y muros antiguos e históricos. Respetar a las piedras mayores de Granada.
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