Esta semana se han celebrado encuentros al máximo nivel, como los de Mariano Rajoy con Albert Rivera y Pedro Sánchez y éste con Pablo Iglesias. A pesar de que algunos de estos líderes hablaban de que todo se haría con luz y taquígrafos, a la opinión pública no ha llegado el contenido de las entrevistas. Los primeros contactos suelen ser meros escarceos pero sirven para marcar el territorio de cada uno. Nos queda una semana por delante. Es verdad que en algunos lugares se va más rápido que en otros. En Almería, el Partido Popular ha sido el primero de toda España en firmar el pacto de regeneración democrática que Ciudadanos ha puesto como condición para llegar a un pacto de gobernabilidad. Sin duda, parece fácil un acuerdo entre PP y C‘s en la capital almeriense o en Jaén, no así en otras como Granada, donde la formación de Rivera pide la renuncia del alcalde y candidato popular.
Estos próximos días se intensificarán los contactos, el termómetro alcanzará altas temperaturas, sobre todo después de que Susana Díaz se haya puesto como fecha el martes para que los partidos de la oposición le permitan ser investida como presidenta de la Junta o vayamos a repetir elecciones en septiembre. Ya saben lo que significa el tiempo, lo que es anticiparse y tomar la iniciativa en este juego de la política.
El PP de Andalucía no lo tiene fácil, la partida toca a su fin y hay que enseñar las cartas, dejar o no que gobierne la lista más votada para el Parlamento. Luego, el PSOE deberá retratarse en algunas de las grandes capitales de esta comunidad, como Sevilla, Cádiz o Córdoba. Se necesitarán compañeros de viaje. Otra cosa es que se formen coaliciones para gobernar en ayuntamientos, lo que parece menos posible.
Se abrirá un nuevo tiempo político, con la fragmentación de fuerzas que se ha producido. Habrá que gobernar en minoría y eso no es fácil. Los partidos tienen la obligación de no defraudar a su electorado y no pueden perder su identidad. Deben ser hábiles a partir de ahora. Los cambios de cromos pueden resultar ventajosos a corto plazo pero luego mortales.
He oído decir a un político amigo muy sensato que hay victorias imposibles de gestionar que esconden una gran derrota. Sin duda es así. El panorama se pone sumamente interesante, pero por encima de todo, nuestros representantes y servidores públicos deben pensar en lo mejor para la ciudadanía, trabajar por nuestras ciudades y pueblos y gestionar con ejemplaridad y honestidad. En eso creo que hay más puntos de encuentro que distancia. ¿No les parece?