La macro campaña electoral se ha iniciado como si fuera un corto sprint cuando es una carrera de fondo. El pistoletazo de salida con la convocatoria de elecciones generales para el 28 de abril se ha visto amenizada con la publicación del ‘Manual de Resistencia’, obra de Pedro Sánchez, en la que su autor explica los acontecimientos de los que ha sido protagonista en los últimos tiempos. Narra con detalle su primera decisión como presidente del Gobierno, renovar en Moncloa el colchón que utilizó el matrimonio Rajoy para no caer en su misma opinión. Significativa decisión de quien parece sentirse todo un estadista
En liza está ya la elaboración de listas. Imagino que Sánchez lo consultará con la almohada, de la que no sabemos si ha sido renovada o sirvió para la cabeza del anterior inquilino. Entre los socialistas hay que buscar hueco a los ministros para que obtengan escaño en el Congreso. El que alguno se quede fuera será en busca de aires europeos, no darles continuidad se podría entender como una censura a su gestión. Todos buscarán fichajes o apuestas de relumbrón, como lo de Inés Arrimadas encabezando la lista de Cs por Barcelona. Y, naturalmente, cada uno llevará a sus más afines. Los no ‘sanchistas’, no ‘casadistas’ o no ‘pablistas’ lo tienen algo complicado.
Relevante también ha sido el ‘cordón sanitario’ anunciado contra el PSOE por parte de Ciudadanos. Los de Rivera se quieren alejar todo lo posible de Sánchez cuando hay que recordar que ambos firmaron un acuerdo de gobierno tras renunciar Rajoy a presentarse a la investidura y el líder socialista ‘resucitado’ lo intentó sin éxito. La política tiene estas cosas, el amor y la ruptura. Entonces Podemos no brindó apoyo a ese acuerdo y condujo a la repetición de elecciones, aunque los de Pablo Iglesias sí han estado detrás de Sánchez ahora tras ganar la moción de censura. Ese veto al socialista se circunscribe sólo tras las generales, por el momento, no a los posibles acuerdos para gobiernos autonómicos y municipales, pero el resultado de las urnas marcará los pasos posteriores. Incluso ya sabemos que rectificar es de sabios.
Estos días me ha sorprendido la persistencia del Gobierno sobre Franco y el Valle de los Caídos, inasequible al desaliento y capaz de ofrecer versiones sesgadas sobre la postura del Vaticano, y también el ‘discurso’ de los independentistas ante el Tribunal Supremo, con sus intentos de transformar unos hechos que ocurrieron saltándose la ley. El Rey realizó una intervención impecable este miércoles al recibir el galardón considerado como el ‘Nobel’ de la Justicia cuando afirmó que «no es admisible apelar a una supuesta democracia por encima del derecho y que sin leyes no puede haber democracia sino demagogia». No lo decía por nadie, pero quien tenga oídos que escuche. ¿No les parece?</p><p>P. D. Me preocupa que Vox en Andalucía quiera tener una lista de los empleados en los servicios de evaluación contra la violencia de género. Apelo al cumplimiento de la ley porque me asusta el recuerdo de aquellas persecuciones que nos avergüenzan en nuestra historia.