HOY QUIERO CONTAROS UNA BONITA HISTORIA. 2º Aniversario de La Ciudad Comprometida (V)

“Ciudadanos Comprometidos”

En el recopilatorio de artículos de los últimos dos años de vida de esta aventura en el blog la toca el turno a “Ciudadanos Comprometidos”. Cada día estamos publicando un post de cada una de las diez categorías en las que se va a estructurar a partir de ahora este espacio. El listado completo de todas es el siguiente:

01- La Arquitectura Comprometida

02- La Ciudad Comprometida

03- El Territorio Comprometido

04-  La Sociedad Comprometida

05- Ciudadanos Comprometidos

06-  Mis proyectos favoritos

07- Crónicas desde Iberoamérica

08- Foros Profesionales de GR

09- Noticias y Actualidad

10- Miscelánea

La categoría “Ciudadanos Comprometidos” es nuestro humilde homenaje a aquellas personas que representan los valores y enseñanzas que juntos hemos difundido y aprendido en el discurrir del blog. Hemos distinguido, y seguiremos haciéndolo, a aquellos que por su actividad profesional, su manera de entender la vida, y por ser ellos mismos, hombres y mujeres auténticos, son ciudadanos comprometidos con la ciudad, con el territorio, y con la sociedad que les ha tocado vivir y que legaran a sus hijos.

El articulo elegido de esta categoría es “HOY QUIERO CONTAROS UNA BONITA HISTORIA”, del ciudadano comprometido Jacobo Camarero, que reproducimos a continuación.

 

HOY QUIERO CONTAROS UNA BONITA HISTORIA. JACOBO CAMARERO, UN HOMBRE COMPROMETIDO

Jacobo Camarero posando para el periódico Ideal../ Ideal.  

Hoy quiero contaros una bonita historia que ha sucedido porque era bueno que sucediera… y yo he tenido la fortuna de verme atrapado en ella… os cuento: 

El pasado mes de Mayo, nos encontrábamos Elena y yo en Montevideo asistiendo a un congreso, y una tarde, tras comer deliciosamente en el Mercado Viejo, paseábamos por la ciudad colonial y, sin razón alguna, entramos a olisquear en una destartalada tienda que exponía libros y discos locales tras el escaparate. Nos recibió con educación un dependiente –Gustavo- que rápidamente captó nuestra atención… ¿por qué? Bueno, eso es parte de la historia. 

Al poco de entrar nos desentendimos de los artículos en venta y Gustavo ya nos narraba su amistad con una chica española de Sevilla de la que acababa de tener noticias después de varios años. Pero al saber de nuestro origen granadino, nos aclaró enseguida que Inma Camarero en realidad es de Albolote, una pequeña ciudad próxima a Granada, lo cual nos pareció simpático, porque resulta que el alcalde de Albolote también se encontraba casualmente en Montevideo asistiendo al mismo congreso que nosotros… 

Como le dijimos que nos era familiar el apellido de su amiga, nos contó, casi en confidencia que, precisamente, hacía unos días que había muerto el padre de Inma, un tal Jacobo Camarero, y esa era la razón por la que su amiga se había dirigido a algunos amigos, él entre ellos, para desahogar su dolor narrándoles la historia de su padre… un hombre bueno que, por lo visto, hizo tanto y tanto bien cuando era joven que, recientemente, le habían honrado dando su nombre a la principal avenida de Albolote… 

Y fue en ese justo momento cuando Elena y yo comprendimos porqué nos era familiar ese nombre, ya que acabábamos de recibir un encargo especial: diseñar las paradas del Metropolitano de Granada, cuyo prototipo sería precisamente la primera parada de la línea 1… ¡La Parada Jacobo Camarero, en Albolote! Bueno, como comprenderéis, ya fue inevitable que nos narrara en detalle la historia de ese hombre tan especial con el que también nosotros ya nos encontrábamos vinculados… 

“… En los duros años de la posguerra, mediada la década de los años ‘40, Jacobo Camarero creó de la nada, y sin más ayuda que su ilusión, una escuela en la que enseñó lo fundamental a centenares de niños, y no tan niños, pobres de su pueblo que, de otra manera, hubiesen sido analfabetos toda su vida… hasta el punto que años después, el Ministerio de Guerra premió al Ayuntamiento de Albolote porque no iba ningún soldado analfabeto a la mili…  

Con la llegada de la democracia a España, la mitad de aquellos primeros alumnos se convirtieron en el corazón del Ayuntamiento. Además de concejales, otros fueron empresarios, capitanes del ejército,… Y con el tiempo esa escuela, situada en la plaza central de Albolote, se convirtió en una biblioteca pública”. 

Elena y yo nos sentimos sobrecogidos… nada había sido por casualidad, y todo estaba sucediendo porque era bueno que sucediera… 

Yo por mi parte, en ese momento estaba terminando de perfilar el contenido del blog La Ciudad Comprometida, y sentí como un verdadero acicate el ejemplo de este buen ciudadano comprometido que fue Jacobo Camarero… 

Meses después, en Noviembre, viví en primera persona algunos de los sentimientos de Inma Camarero, con motivo de un sencillo y sentido homenaje que se le brindó en Guadix, mi querido pueblo, a mi padre y a otros accitanos ilustres ya fallecidos. Y con ese motivo escribí  en el blog: 

“… Fuimos a decirles que siguen vivos en nuestra memoria, en nuestros corazones, y que nunca podremos olvidar que gracias a ellos, nuestra ciudad, nuestra sociedad, nuestro mundo, en definitiva todos nosotros, somos sin duda un poco mejores.  

Los allí  presentes pudimos honrarlos, agradeciéndoles lo mucho que nos entregaron a través de sus vidas respectivas, ya fueren gente entregada a su profesión, emprendedoras, entregadas al servicio a los demás, apasionadas de su tierra, ciudadanos ilustres o personas sencillas…, ya que con la luz de su ejemplo y de su memoria, alumbrarán permanentemente a sus familiares, amigos y paisanos. Que los admiran, que los quieren, y que los añoran.” 

Por eso, estoy profundamente convencido de que esta bonita historia que hoy os cuento ha sucedido porque era bueno que sucediera… 

Al fin, hace unos días, la Consejera de Obras Públicas de la Junta de Andalucía ha presentado públicamente el diseño de La Parada Jacobo Camarero, en Albolote, y siento que este proyecto me ha dado, y lo seguirá haciendo seguramente,  tremendas satisfacciones personales y profesionales… Y también hace unos días hemos concluido los Foros Profesionales de La Ciudad Comprometida, con motivo del 25º aniversario de GRarquitectos, y nos estamos preguntando sobre la continuidad de las acciones que hemos emprendido en estos vertiginosos y a la vez apasionantes meses… 

Pero la memoria de este ciudadano ejemplar, bueno y comprometido que fue Jacobo Camarero nos anima y nos obliga a continuar si cabe con más afán aún, con nuestro compromiso de construir un mundo más libre, más solidario, más justo.  

Pinchado en el siguiente enlace: Hoy quiero contaros una bonita historia podréis acceder al post original y sus comentarios, publicado el 25 de Diciembre de 2009. Por último, os recordamos que, si deseáis localizar algún artículo que actualmente se haya reubicado en otra categoría, podéis acceder a ellos a través del buscador o de los tags.

LAS MIRADAS DEL SÁHARA. 2º Aniversario de La Ciudad Comprometida (IV)

“La Sociedad Comprometida”

En el recopilatorio de artículos de los últimos dos años de vida de esta aventura en el blog la toca el turno a “La Sociedad Comprometida”. Cada día estamos publicando un post de cada una de las diez categorías en las que se va a estructurar a partir de ahora este espacio. El listado completo de todas es el siguiente:

01- La Arquitectura Comprometida

02- La Ciudad Comprometida

03- El Territorio Comprometido

04-  La Sociedad Comprometida

05- Ciudadanos Comprometidos

06-  Mis proyectos favoritos

07- Crónicas desde Iberoamérica

08- Foros Profesionales de GR

09- Noticias y Actualidad

10- Miscelánea

En la “Sociedad Comprometida” encontrareis todas aquellas personas o grupos por su actividad profesional, su actitud vital…mantienen un compromiso con nuestro entorno natural y rural,  con nuestras ciudades y la gente que las habitan. Aquí también encontrareis series como la dedicada al Guadix Mágico, con temas de esta bella ciudad, su comarca y sus ciudadanos comprometidos.

El articulo elegido de esta categoría es “LAS MIRADAS DEL SÁHARA”, que reproducimos a continuación.

 

LAS MIRADAS DEL SÁHARA

García de los Reyes jugando con niños saharauis. 
García de los Reyes jugando con niños saharauis.

 

He tenido la inmensa fortuna de pasar una semana (¡apenas una semana!) en el Sáhara. Viviendo en uno de los campamentos de refugiados en los que malviven miles y miles de saharauis… huérfanos de su tierra y olvidados del mundo. Al Sur de Argelia, en uno de los paisajes más áridos y más terribles de los que existen en nuestro planeta. 

Y mi fortuna ha sido inmensa, como os decía, porque he recibido tremendas dosis de cariño y de generosidad precisamente de las personas más pobres que nunca había conocido… 

Y porque aún estoy sorprendido de las altas dosis de dignidad y de responsabilidad colectiva que atesoran las gentes de la antigua colonia española del Sáhara Occidental.  Porque, a pesar de que pueden encontrar todo tipo de argumentos para sentirse agredidos por unos (Marruecos) y olvidados por el resto (de lo que España tiene una gran responsabilidad histórica), estas gentes rezuman auténtico patriotismo, y tienen un proyecto común, una ilusión colectiva, conseguir volver algún día a casa, a su casa…  únicamente armados con la fuerza de la razón y de la moral, la del derecho internacional, con paciencia, mucha paciencia, y siempre a través de procedimientos pacíficos… convencidos de que más pronto que tarde se hará justicia… 

Pero mientras tanto, el pueblo saharaui lleva, por tanto, 35 años arrinconado en el lugar más inhóspito del desierto viviendo exclusivamente de las ayudas internacionales y de la solidaridad de muchos ciudadanos, ONGs e instituciones internacionales de todo el planeta, porque allí no tienen agua, no tienen alimentos, no tienen recursos… ¡No tienen nada! 

Juan Carlos, Elena y Rafa junto a saharauis en el desierto.
 Juan Carlos, Elena y Rafa junto a saharauis en el desierto.

 

Por eso, aún estoy sobrecogido por sus ganas de vivir, por su esfuerzo titánico  para mantenerse unidos, por el respeto que profesan a sus tradiciones, por la manera con la que veneran a sus ancianos, y sobre todo por la  alegría de los miles de niños saharauis… que son la única garantía de que otro futuro es posible, pero cuyas condiciones de vida están muy por debajo de las que nosotros admitiríamos para uno solo de nuestros compatriotas… pero como solo sabemos mirarnos el ombligo, las vidas de todas esas personas, la existencia de todos esos niños, en realidad, no nos importa nada… 

España y Europa los han olvidado. La alta política internacional ha olvidado a toda estas personas… o quizás, simplemente las ha sacrificado en beneficio de acuerdos geopolíticos o económicos con Marruecos, el país invasor y opresor, ¡Qué sé yo!… Y no importa nada que la ONU les dé la razón, porque el tiempo y el desierto más atroz juega en su contra… ¿Cuantos años más podrán aguantar así? 

Como participante del Maratón del Sáhara, un proyecto solidario, yo les he llevado una migaja de solidaridad, y ellos, como os decía, me han regalado su corazón… que yo quiero mostrároslo a través de sus miradas: limpias… alegres… inocentes… 

Yo no quiero olvidarlos, y nos los voy a olvidar… y estoy seguro de que la fuerza de las personas es mucho mayor que la fuerza de los estados, y que por tanto tu y yo, todos nosotros, debemos formar una ola de solidaridad a favor de esta gente olvidada que sin embargo, día a día, nos da verdaderas lecciones de dignidad… En el Sahara viven miles de Aminetou Haidar. 

Pincha en la imagen para acceder a la Galería Fotográfica
LAS MIRADAS DEL SÁHARA

Pinchado en el siguiente enlace: LAS MIRADAS DEL SÁHARA podréis acceder al post original y sus comentarios, publicado el 28 de Febrero de 2010. Por ultimo, os recordamos que, si deseáis localizar algún artículo que actualmente se haya reubicado en otra categoría, podéis acceder a ellos a través del buscador o de los tags.

SEMBRAR Y COSECHAR AGUAS. 2º Aniversario de La Ciudad Comprometida (III)

“El Territorio Comprometido”

Continuamos con el recopilatorio de artículos de los últimos dos años de vida de esta aventura en el blog. Cada día estamos publicando un post de cada una de las diez categorías en las que se va a estructurar a partir de ahora este espacio. La categoría que hoy os presentamos es “El Territorio Comprometido”, y el listado completo de todas es el siguiente:

01- La Arquitectura Comprometida

02- La Ciudad Comprometida

03- El Territorio Comprometido

04-  La Sociedad Comprometida

05- Ciudadanos Comprometidos

06-  Mis proyectos favoritos

07- Crónicas desde Iberoamérica

08- Foros Profesionales de GR

09- Noticias y Actualidad

10- Miscelánea

En el “Territorio Comprometido” encontrareis aquellos temas que trascienden la escala local para abordar el paisaje desde una visión integradora. Tienen cabida todas aquellos artículos de nuestras series de paisajes agrarios y culturales, sin dejar de lado el ámbito rural, la ecología…Los entornos más cercanos tiene aquí su lugar, como la Granada metropolitana, su vega, la Alpujarra y muchos otros enclaves que merecen ser recorridos por su compromiso medioambiental y sostenibilidad.

El articulo elegido de esta categoría es “SEMBRAR  Y COSECHAR AGUAS”, de nuestro ciudadano comprometido Rafael Fernández Rubio.

 

SEMBRAR  Y COSECHAR AGUAS

Hemos recibido en nuestro Blog un interesante comentario a uno de nuestros artículos sobre La Alpujarra, escrito por nuestro paisano y amigo Rafael Fernández RubioPremio Rey Jaime I a la Preservación del Medio Ambiente, y que posee además otra humilde distinción muy querida por nosotros: haber sido nombrado  Ciudadano Comprometido por este Blog… por ambas cuestiones, me ha parecido del máximo interés reproducirlo como hoy, para que no pase desapercibido y que podáis disfrutarlo adecuadamente. Ahí lo lleváis… y una vez más: ¡Gracias Rafael por ser como eres!

 Hoy, “paseándome” por la Alpujarra, a muchos kilómetros de distancia, encontré esta blog del buen amigo y excelente arquitecto Juan Carlos García de los Reyes, y me interesó porque abordaba estas acequias tan queridas. Por ello, y aunque es largo, me permito copiar la Editorial que he escrito para el número de Marzo, de la Revista Tecnoambiente (ya en la imprenta), es otro modo de ver el papel de estas acequias. 

Acequia de careo de Capileira.
Acequia de careo de Capileira.

 

Y animar quiero también, a los interesados en esta temática, a su adscripción en el Grupo de Trabajo que, a escala internacional, estoy montando a propósito de “sembrar y cosechar aguas”. Esta es la editorial: 

SEMBRAR AGUAS

 

Lo hacían mis antecesores árabes en las Alpujarras, y lo hace quechuas y aymaras en los Andes, y lo hicieron sus ascendientes… y lo hacen himalayos y timorenses… y ahora, que vemos cómo se produce la recesión de los glaciares, tal vez se pueda pensar en retomar lo que la sabia cultura popular nos legó. 

Los árabes, hace 1000 años (día más, día menos), derivaban las aguas de los barrancos y ríos alpujarreños, principalmente las de deshielo; y lo hacían por acequias, talladas en la roca y labradas en esa mínima franja de alteración, siguiendo curvas de nivel, y llegando con ellas hasta muy lejos… Debajo de estas acequias construían paratas para riego, con muros de piedra, para sujetar apenas unas estrechas lenguas de tierra, donde sembrar algo de huerta y algo de fruta. El riego se hacía (y se hace) por turnos, abriendo pequeñas compuertas para dar paso al agua, que fluía y fluye fugaz por surcos cavados entre caballones… y pasaba a la siguiente parcela, y a la otra… y donde no había tierra, para esa parata de primor, se plantaban castaños, que allí los debe haber de mil años (día más, día menos). Alguno de estos castaños me dijo que, a su regazo, se había sentado Abén Humeya, con alguna bellísima hurí (vaya usted a saber lo que hacían, mejor no preguntar…). 

Paratas de cultivo en la Alpujarra.
Paratas de cultivo en la Alpujarra.

 

Y así fueron roturando aquellos bancales, en escalinata que sube ladera arriba, hasta las puertas del cielo. En la distancia el verdor marca esas líneas, que precursoras fueron de las curvas de nivel… son los denominados “careos” del agua. 

Y derivando agua por ellos, y regando sus mini-huertos, y gracias a las muchas pérdidas, “sembraban aguas”, que nacerían, meses más tarde, en parto sin dolor, en manantiales estratégicamente ubicados en las partes bajas de las laderas, como aguas oligometálicas, prístinas, cristalinas, despertadoras de apetito para saborear un buen jamón, curado en Trevélez, con crujiente pan de hogaza, y un trago de vino, de la bota, que no desmerece al agua… 

Manantial de aguas ferruginosas tributario de la cuenca del río Trevélez.
Manantial de aguas ferruginosas tributario de la cuenca del río Trevélez.

 

Pero llegaron ingenieros sabihondos, y aplicaron fórmulas (que es lo que saben hacer), y no miraron al suelo ni al cielo, sino al pliego. Y mandaron traer sacos de cemento, por las pinas veredas, y cuando se les acabaron trajeron más y más; y se tomaron un vaso de vino “costa”, criado en aquel terruño, y se fueron a sus despachos y despacharon presupuestos. Y hubo comisiones y oficios y hasta aquello de “cúmplase”… 

Y aquellas acequias, ahora llevaban su néctar divino más lejos, y más regantes pagaban sus cuotas… pero aquellas acequias ya no filtraban, ya no recargaban, ya no daban savia a los castaños,… y los chorritos de agua ya no cantaba en sus manantiales; ni los jilgueros tenían umbría; ni los zapateros danzaban en los charcos de agua… Ya el bocadillo no se acompañaba del refresco del agua nacida en la nieve… Ya no se sembraban aguas, ya se secaban los suelos,… y los hidrogeólogos nos tragábamos las lágrimas con desconsuelo… mientras que los del cemento compadreaban satisfechos del entuerto hecho, y de que por las arcas pasaba el oro azul… 

Y os contaría de las “amunas”, que es otro facer semejante de los indios peruanos o bolivianos, en su mejor aprovechar las aguas de deshielo, y os diría que, con la recesión glaciar, estamos volviendo a sembrar aguas en aquellas laderas andinas, por encima de los 4.000 m de altitud. Y os contaría que en los Himalayas se están “sembrando glaciares”, que es lo mismo pero aprovechando el permafrost,…  

"sembrando" amunas, Fuente: ricardomarapi.blogspot.com.
"sembrando" amunas, Fuente: ricardomarapi.blogspot.com.

 

Y eso es lo que hoy este viejo maestro quiere alzar como bandera: ¡sembrar aguas! ¡Sembrar ilusiones!, mientras que en lo profundo rumio: Haz de la ciencia poesía, / de los sueños creaciones, / de los deseos ilusiones, / y de las aguas alegrías… 

 Rafael Fernández Rubio
Premio Rey Jaime I a la Preservación del Medio Ambiente
 

 

Pinchado en el siguiente enlace: SEMBRAR Y COSECHAR AGUAS podréis acceder al post original y sus comentarios, publicado el 12 de Abril de 2011.Por ultimo, os recordamos que, si deseáis localizar algún artículo que actualmente se haya reubicado en otra categoría, podéis acceder a ellos a través del buscador o de los tags.

EL LIBRO BLANCO DE LA SOSTENIBILIDAD EN EL PLANEAMIENTO URBANÍSTICO ESPAÑOL. 2º Aniversario de La Ciudad Comprometida (II)

La Ciudad Comprometida

Continuamos con el recopilatorio de artículos de los últimos dos años de vida de esta aventura en el blog. Como ya sabréis, cada día publicaremos un post de cada una de las diez categorías en las que se va a estructurar a partir de ahora este espacio. La categoría que hoy os presentamos es “La Ciudad Comprometida”, y el listado completo de todas es el siguiente:

01- La Arquitectura Comprometida

02- La Ciudad Comprometida

03- El Territorio Comprometido

04-  La Sociedad Comprometida

05- Ciudadanos Comprometidos

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10- Miscelánea

En la “Ciudad Comprometida” encontrareis aquellos temas que dan nombre y sentido en última instancia al blog. Tienen cabida todas aquellas iniciativas que tengan que ver con una ciudad respetuosa con su legado patrimonial, sostenible, una ciudad que apuesta por el desarrollo cultural, por el deporte, amigable con sus mayores valorando el  papel de la mujer.

El articulo elegido de esta categoría es “EL LIBRO BLANCO DE LA SOSTENIBILIDAD EN EL PLANEAMIENTO URBANÍSTICO ESPAÑOL”. Transcribimos a continuación la introducción. El enlace al texto completo lo tenéis mas abajo en el post original.

La historia del urbanismo español contemporáneo es, como aclara la Exposición de Motivos del texto refundido de la Ley de Suelo de 20 de junio de 2008, una historia desarrollista, volcada sobre todo en la creación de nueva ciudad. El crecimiento urbano, que ha facilitado en gran parte el propio crecimiento económico del país, constituye una de sus señas de identidad, tanto a nivel interno como a nivel internacional, sin que ello implique necesariamente la bondad del binomio, ni la necesidad de seguir asumiéndolo. Bien al contrario, tanto en España, como en Europa, el reto planteado es el de un urbanismo capaz de seguir contribuyendo al progreso económico, sin olvidar los requerimientos del desarrollo urbano sostenible, es decir, entendiendo el suelo, además de cómo un recurso económico, como uno de los más valiosos elementos naturales de los que disponemos, y en cuya regulación se hace preciso conjugar toda una serie de factores diversos: el medio ambiente, la calidad de vida, la eficiencia energética, la prestación de servicios, la cohesión social, etc.

 

EL LIBRO BLANCO DE LA SOSTENIBILIDAD EN EL PLANEAMIENTO URBANÍSTICO ESPAÑOL

Hace unos meses el Ministerio de Vivienda presentó el Libro Blanco de la sostenibilidad en el planeamiento urbanístico español tanto en la sede de la Federación Española de Municipios y Provincias como en la reunión de Toledo de ministros de Vivienda y Desarrollo Urbano de la Unión Europea. Dado que constituye un documento técnico de suma importancia e interés, os lo adjuntamos en PDF.

Pincha aquí para acceder al «EL LIBRO BLANCO DE LA SOSTENIBILIDAD EN EL PLANEAMIENTO URBANÍSTICO ESPAÑOL»

Pinchado en el siguiente enlace: EL LIBRO BLANCO DE LA SOSTENIBILIDAD EN EL PLANEAMIENTO URBANÍSTICO ESPAÑOL podréis acceder al post original y sus comentarios, publicado el 17 de Febrero de 2011.Por ultimo, os recordamos que, si deseáis localizar algún artículo que actualmente se haya reubicado en otra categoría, podéis acceder a ellos a través del buscador o de los tags.

MODERNIDAD Y TRADICIÓN EN LA ARQUITECTURA ESPAÑOLA, EXTRACTO DE “LA NOCHE DE LOS TIEMPOS” DE ANTONIO MUÑOZ MOLINA. 2º Aniversario de La Ciudad Comprometida (I)

«La Arquitectura Comprometida»

Como anunciamos ayer, día del 2º aniversario del blog, comenzamos el recopilatorio de artículos de los últimos dos años de vida de esta aventura. De este modo, cada día publicaremos un post de cada una de las diez categorías en las que se va a estructurar a partir de ahora este espacio. La categoría que hoy os presentamos es “La Arquitectura Comprometida”, y el listado completo de todas es el siguiente:

01- La Arquitectura Comprometida

02- La Ciudad Comprometida

03- El Territorio Comprometido

04-  La Sociedad Comprometida

05- Ciudadanos Comprometidos

06-  Mis proyectos favoritos

07- Crónicas desde Iberoamérica

08- Foros Profesionales de GR

09- Noticias y Actualidad

10- Miscelánea

En la “Arquitectura Comprometida” podréis encontrar multitud de temas que giran en torno a este bello arte. Tienen cabida desde proyectos arquitectónicos, conservación de nuestro patrimonio,  análisis de soluciones constructivas y materiales adaptados al medio , exposiciones… todos ellos con un hilo conductor como es tener como base un compromiso con la sostenibilidad, el medio ambiente y nuestro entorno, local y global.

El articulo elegido de esta categoría es “MODERNIDAD Y TRADICIÓN EN LA ARQUITECTURA ESPAÑOLA, por Ignacio Abel en LA NOCHE DE LOS TIEMPOS”, donde Abel, el protagonista de la novela de ANTONIO MUÑOZ MOLINA titulada “La noche de los tiempos”, narra su particular visión sobre la evolución de la arquitectura española.

MODERNIDAD Y TRADICIÓN EN LA ARQUITECTURA ESPAÑOLA, por Ignacio Abel en LA NOCHE DE LOS TIEMPOS

Portada de 'La noche de los tiempos"

Madrid, Martes, 7 de octubre de 1935, 7 de la tarde, salón de actos de la Residencia de Estudiantes: Ignacio Abel, el arquitecto que dirige las obras de la Ciudad Universitaria de la capital, imparte una conferencia sobre la arquitectura española, o más bien, sobre los vínculos existentes entre la arquitectura popular española con la arquitectura funcional que postula en esos años el movimiento moderno (No en vano Ignacio estudió dos años en La Bauhaus, verdadera cuna de la arquitectura y del diseño del siglo XX). 

Y os cuento esto porque Ignacio Abel es, a su vez, el protagonista de La noche de los tiempos, la última novela de Antonio Muñoz Molina, quien sin duda  hubiese sido un gran arquitecto… bueno, o quizás sí que  lo sea… o al menos sus reflexiones sobre arquitectura son tan actuales, tan sensatas y tan oportunas que necesitamos que se prodigue mucho más. 

Aquí os dejo con Ignacio Abel y su conferencia: 

“…La silueta de la recién llegada se recortó sin que él la viera sobre la fotografía de una fachada campesina, una casa construida a mediados del XVIII, explicó, mirando sus notas, en una ciudad del sur, ideada no por un arquitecto, sino por un maestro de obras que conocía su oficio y , literalmente, el suelo que pisaba: la tierra de la que había salido la  piedra arenosa y dorada del dintel de la puerta y las ventanas y el barro para los ladrillos y las tejas; la cal con la que se había blanqueado la fachada entera, dejando sólo al descubierto, con una intuición estética admirable, dijo, la piedra de los dinteles, labrada con delicadeza por un maestro cantero que había esculpido también, en el centro del dintel, el cáliz situado exactamente en el eje del edificio. Hizo una señal para que pasaran a la siguiente diapositiva: un detalle del ángulo del dintel; señaló con el puntero la diagonal de la juntura entre dos sillares que formaban la esquina, en la que dos fuerzas contrarias se equilibraban entre sí, con una precisión matemática todavía más asombrosa porque probablemente quieres concibieron el edificio y lo construyeron no sabían leer ni escribir. La piedra y la cal, dijo, los muros gruesos que aislaban igual del calor que del frío; las ventanas pequeñas distribuidas según un orden irregular relacionado con la inclinación de los rayos solares, jugando a eludir la simetría obvia; la cal blanca que la reflejar el máximo de luz solar hacía más suave la temperatura interior en los mese de verano. Con argamasa y cañas crecidas junto a los arroyos cercanos se hacía un aislante natural para los techos de las habitaciones más altas: la técnica era sustantivamente la misma que se había usado en Egipto y en Mesopotamia. Los arquitectos de la escuela alemana –“yo mismo entre ellos”, apuntó sonriendo, sabiendo que se escucharían risas en la sala- hablaban siempre de construcciones orgánicas; qué podía ser más orgánico que aquel instinto popular para aprovechar lo que estuviera más a mano y adaptar flexiblemente un vocabulario intemporal a las condiciones inmediatas, al clima, a la forma de ganarse la vida y a las necesidades del trabajo, reinventando formas elementales que siempre eran nuevas y sin embargo, nunca condescendían al capricho, que resaltaban en el paisaje y al mismo tiempo se fundían en él, sin ostentación y sin repetición mecánica, transmitiéndose a lo largo del país y de una generación a otra como romances antiguos que no precisan ser trascritos porque sobreviven a la corriente de la memoria popular, en la disciplina sin vanagloria de los mejores artesanos. Al fondo de la sala, a pesar de la penumbra, adivinaba o casi distinguía la sonrisa aprobadora del profesor Rossman, inclinado hacia delante para no perder ninguna de aquellas palabras españolas: la intuición de las formas, la honradez de los materiales y de los procedimientos; patios empedrados con guijarros de río trazando un ritmo visual giratorio; tejas que se ajustaban entre sí con la precisión orgánica de las escamas de pescado.(Otra vez había dicho esa palabra: de ahora en adelante debería evitarla). Según hablaba en el entusiasmo disipaba la vanidad y sus gestos perdían la rigidez del principio, que quizás  sólo Adela había advertido, igual que advertía cómo su voz se iba volviendo más natural. Mostraba un patio empedrado con columnas y con un aljibe en el centro que podía haber estado en Creta o en Roma pero que pertenecía a una casa de vecinos de Córdoba: su forma tan ajustada a su función que había perdurado con sólo variaciones menores a lo largo de varios milenios; la luz y la sombra se modelaban igual que la materia; la luz, la sombra, el sonido; el chorro de agua de un aljibe refrescando un patio; la opacidad de los muros hacia el exterior: la luz diurna que entra desde arriba y se difunde por habitaciones y zaguanes. ¿Quién tendría la petulancia de afirmar que la arquitectura funcional- había estado a punto de  decir: orgánica- era una invención del siglo XX?. Pero era una estafa imitar, parodiándolas, las formas exteriores: había que aprender de los procesos, no de los resultados; la sintaxis de un idioma y no palabras sueltas; el hierro, el acero, las anchas láminas de cristal, el  hormigón armado, tendrían que usarse con la misma conciencia de sus cualidades materiales con que el arquitecto popular usaba las cañas o la arcilla o los cantos de finos agudos con los que levantaba una tapia divisoria, aprovechando instintivamente la forma de cada piedra para ajustarla a las otras, sin empeñarse en someterla a un molde exterior. Mostraba la foto de una choza de pastores hecha de paja y de juncos entretejidos; la del interior de un refugio en el monte en el que con cantos sin argamasa se había armado una bóveda que tenía la áspera solidez de un ábside románico. El azar en la forma de cada laja se convertía en necesidad al ajustarse como una afinidad magnética a la forma de otra. Y en el fondo de todo actuaba el instinto popular de aprovechar lo escaso, el talento de convertir en ventajas formidables las limitaciones. Hasta ahora en las fotos se habían visto sólo edificios. Sonó el clic del proyector y la pantalla entera fue ocupada por una familia campesina posando delante de una de las chozas con aleros de pasa y de juncos admirablemente entretejidos. Caras oscuras miraban con los ojos fijos a la sala, ojos grandes de niños descalzos, barrigudos, vestidos con harapos; una mujer embarazada y flaca, con un niño en brazos; un hombre enjuto a su lado, con una camisa blanca y un pantalón atado a la cintura con una cuerda, con abarcas de esparto. En la sala de la Residencia la foto tenía algo del testimonio de un viaje a un país remoto, sumido en tiempos primitivos. Igual que antes había indicado con el puntero los detalles de la arquitectura ahora Ignacio Abel señalaba las caras que él mismo había fotografiado sólo unos meses atrás en un pueblo de fantasmagórica pobreza en la Sierra de Málaga: la arquitectura no consistía en inventar formas abstractas, la tradición popular española no era un catálogo de pjntoresquismos para enseñar a los extranjeros o para usar decorativamente en el pabellón de una feria; la arquitectura de los nuevos tiempos había de ser una herramienta en el gran empaño de hacer mejores las vidas de los hombres, de aliviar el sufrimiento , de traer la justicia, o mejor todavía, o dicho de una manera más precisa, de hacer accesible lo que esa familia de la foto no había visto nunca y ni siquiera sabido que existía, el agua corriente, los espacios ventilados y saludables, la escuela, el alimento suficiente y a ser posible sabroso; no un regalo, sino una devolución; no una limosna sino un gesto de reparación por el trabajo nunca recompensado, por la destreza de las manos y la finura de las inteligencias que habían sabido elegir los juntos mejores y trenzarlos lo mismo para sostener un tejado de paja que para hacer un cesto, la arcilla más adecuada para enjalbegar los muros de una choza. De lo que esa gente ha creado a lo largo de siglos viene casi lo único sólido y noble en España, dijo, lo original e incomparable, la música y los romances y los edificios, conmovido, advirtió Adela desde la primera fila compartiendo íntimamente su emoción, aunque no le veía bien la cara, pero sí escuchaba con claridad su voz. Ignacio Abel se esforzaba en contener una efusión que lo tomaba por sorpresa y que no sabía bien de dónde brotaba, ascendiendo desde el estómago, como poseído de golpe no ya por la rememoración de su padre y de los albañiles y canteros que trabajaban con él, los que levantaban edificios y pavimentaban calles y horadaban zanjas y túneles y luego desaparecían de la tierra sin dejar rastro: también por la conciencia de los que vivieron antes, los campesinos de varias generaciones atrás de los que él mismo procedía, los que vivieron y murieron en chozas de barro idénticas a la de la foto, tan pobres, tan obstinados, tan sin porvenir como esa gente cuyas caras se difuminaban, cuando la luz de la sala se encendió sin que se apagara todavía el proyector fotográfico…” 

Pinchado en el siguiente enlace: MODERNIDAD Y TRADICIÓN EN LA ARQUITECTURA ESPAÑOLA, por Ignacio Abel en LA NOCHE DE LOS TIEMPOS podréis acceder al post original y sus comentarios, publicado el5 de Noviembre de 2010.Por ultimo, os recordamos que, si deseáis localizar algún artículo que actualmente se haya reubicado en otra categoría, podéis acceder a ellos a través del buscador o de los tags.