«La Arquitectura Comprometida»
El Centro Temático del Vino “Alpujárride” está situado en La Sierra de la Contraviesa, concretamente en la Sierra de la Contraviesa, en la Alpujarra granadina, dentro del municipio de Torvizcón y hace tan sólo unos días se ha cumplido el primer aniversario de su inauguración.
Una vez allí podremos contemplar toda extensión de Sierra Nevada y, al darnos la vuelta, veremos el Mar Mediterráneo desde Adra hasta las montañas que flanquean la ciudad de Motril.
El edificio, rodeado por 7 hectáreas de viñedo ecológico inmerso en el típico bosque mediterráneo, está influenciado por las bases de la arquitectura bioclimática, integrándose en el entorno y manteniendo unos bajos consumos energéticos.
A continuación realizaremos una breve descripción de sus instalaciones:
Enoteca y tienda
En la que se pueden encontrar una colección de los vinos de calidad que se elaboran en todas las bodegas de la Denominación de Origen Protegida Vinos de Calidad de Granada, así como alimentos del resto de las Denominaciones de Origen.
También podremos adquirir diversos accesorios para el vino, el jamón, etc., así como curiosidades y otros artículos de recuerdo de la visita a La Alpujarra y a nuestro Centro.
Museo interactivo
El visitante podrá realizar un recorrido por la historia del vino, con dos protagonistas: la Alpujarra y la Denominación de Origen de Granada con las bodegas pertenecientes a esta denominación.
Conoceremos el proceso de elaboración del vino, los materiales que intervienen en su elaboración, crianza y envasado. A lo largo del mismo atravesará diversas secciones donde el visitante podrá estimular el olfato, el gusto, el oído, la vista y al tacto, y podrá hacerse una idea practica y entretenida de cómo es este interesantísimo proceso.
En esta zona se ha habilitado un espacio denominado “aula de los niños” para que puedan aprender familiarizarse con la cultura del vino y estimulando sus sentidos con los sabores, olores, colores, tactos, típicos del vino.
Sala de catas
En la que pueden realizarse catas para distintos niveles:
- Para grupos de principiantes (cata de iniciación)
- Para profesionales de la hostelería (cata de formación)
- Para grupos experimentados (cata de degustación)
- Para profesionales del sector
Sala de reuniones y formación
Dotada de nuevas tecnologías para albergar reuniones de empresas, cursos de formación, charlas, etc.
Destinada a aquellas empresas, colectivos o grupos que quiera utilizar una estancia dimensionanda para aproximadamente 25 personas.
Restaurante
En el que realizan una apuesta gastronómica basada en la tradición alpujarreña, granadina y andaluza, y en la utilización de los productos de calidad que pertenecen a las Denominaciones de Origen de alimentos de Granada:
Zona niños
Han realizado un trabajo de adaptación, con material didáctico específico para que los niños puedan aprender la Cultura de Vino, tanto si vienen con sus padres como si vienen con sus colegios.
Además hay zonas específicas para niños pequeños en el aula de los sentidos y un parque de juegos en el exterior.
Localización
Finca Juan de Reyes, S/N.
Carretera Haza del Lino a Murtas Km. 4 (GR-5204)
18430 Torvizcón.
Tel. 622.959.500
Horarios
Abierto al público fines sábados, domingos y festivos. Cualquier día para grupos
(mín.15 personas) previa reserva.
– Museo: de 11:00h a 18:00h.
Enlaces de Interés
www.alpujarride.com
Santiago Salas Martín. Arquitecto de GRaquitectos
Este artículo vuestro, abre en mí presencias y recuerdos. Los recuerdos vienen cuando mi madre me dijo que su familia se arruinó con la filoxera en su pueblo costero de Albuñol. Otro recuerdo me viene cuando allá por los pueblos playeros tomabas un “vino de costa” y refrescabas el gusto con buena tapa. Y ahora mi esposa que viene de una familia de viñateros aragoneses a los que visito con frecuencia y recojo caldo para todo el año.
Por esto, os mando unas notas que tengo de una de esas visitas.
“Al día siguiente, todos fuimos a las bodegas de Almonacid de la Sierra, donde Juanito (un primo), ya tenia las brasas encendidas y el perol bullendo con el arroz y los tropezones de conejo. Después, ya sentados todos como podíamos, fueron las chuletas de cordero haciéndose al calor de las brasas. Sin olvidar el vino “pajarilla”, de mas de dieciséis grados, que arrancaba jotas bravías al rasgueo de una guitarra mal afinada. Esta, es la tierra de Aragón, que /hace olvidar las penas y alegrar el corazón/, como diría una jota, bien entonada por mi primo Paquito.
Ciertamente ha sido un acierto el quedar por unos días en esta comarca donde las cepas de viña, parecen hermosas doncellas borrachas de sol, con fruto escondido en sus verdes enaguas. En este cielo azul blanquecino, que hace del estío, el juego de sombras donde guarecerse del sol picante que busca al grano de uva, para alcoholizarlo con su calor seco de humedad.
Subo la senda de las bodegas, por el cerro de sus oquedades profundas, donde se guardan del calor barricas con caldo espeso que con el tiempo, toman un aroma que escancia el paladar y acalora la garganta.
Desciendo por las escaleras de una bodega, que cuando el vino está en plena fermentación, se ha de llevar una vela y cortar el paso, cuando su mortecina luz, muera antes de morir quien la lleva, por falta de oxigeno. Subo por una escalerilla que me empina al borde de una tinaja, donde el caldo se mece en un reposo de dioses. Cojo un tubo de goma, aspiro y dejo caer el dorado río, de sabor que no da sensaciones de plátano, frambuesa, manzana o pera. Es vino.
El caldo, solo da el aroma del roble y del vino, que levanta a deidades. Tomo el vaso. Lo escancio. Lo huelo. Mojo mi lengua y reparto su sabor por mi paladar. Hago un chasqueo en mi boca y se escapan aromas de tierra de secano, con brisas en el arco iris de las sensaciones. Bulle mi gaznate, y mi cuerpo lanza el éxtasis en callados gritos de calor, que elevan mi temperatura, hasta las delicias del jardín del dios Baco.”
Este, es parte de mis notas en unos días de fiesta familiar y con la sana envidia de retornar a mi tierra y visitar estas bodegas y beber nuestros caldos de equilibrado regusto en el paladar, Vino identitario nuestro que sabe a eso A VINO DE COSTA. ¿SE LE PUEDE LLAMAR MEJOR?
GRACIAS
Tengo por gusto conocer bien la zona, ya que alla por el 1992, un grupo muy reducido de alumnos y profesores catalogamos gran parte de utensilios y maquinaria antigua que se conservaba en toda la contraviesa para la obtencion y elaboracion del vino.
Fue un arduo trabajo el cual fue galardonado con un premio de la Junta de Andalucia.
Seguramente muchos de aquellos utensilios que nos enseñaban en graneros perdidos o en casas bastante antiguas arrumbados en cualquier esquina se habran perdido… pero muchos de ellos aun se conservaran…
Seria una buena labor de este centro la busquedad de ellos.
Seria una gran labor de «Arqueologia Vinicola».