Dentro de la serie “Comprometidos por la Red”, os presentamos el artículo “El senderismo al alcance de todos”, incluido en la revista electrónica del Patronato municipal de deportes de Granada (pmdgranada.es) y cuyo autor es Antonio Roca.
Es de reseñar la tarea del patronato en la apuesta y promoción por el deporte en general y por el senderismo en particular. La provincia de Granada e incluso el entorno más inmediato de la capital, es un verdadero paraíso para el senderismo, desde el más simple paseo hasta las rutas para piernas más expertas que duran varios días. Os dejamos con el artículo:
Según la Real Academia de la Lengua (RAE), el senderismo es una actividad deportiva que consiste en recorrer senderos campestres. A esta definición podríamos añadir que el senderismo es mucho más, es percibir la naturaleza, descubrir lugares nuevos, superarse en cada momento con el simple hecho de andar.
Pero la práctica del senderismo no es sólo ponerse un calzado apropiado y ‘echarse a andar por el monte’; requiere una preparación previa, tanto de documentación de la zona a visitar, de sus valores, de la previsión meteorológica, del grado de dificultad, como del nivel físico que se posea. Hay que empezar siempre a practicarlo poco a poco, teniendo conciencia de la preparación que se tiene y sin prisas, pero también sin pausa, e ir aumentando el recorrido y la dificultad.
El senderismo es una actividad deportiva no competitiva que se realiza sobre caminos balizados y homologados por el organismo competente en cada país. Busca acercar a las personas al medio natural y al conocimiento de la zona a través del patrimonio y los elementos etnográficos y culturales tradicionales, utilizando, preferentemente, el sistema tradicional de vías de comunicación, tales como cañadas reales, caminos vecinales y senderos. Constituye una simbiosis entre deporte, cultura y medio ambiente.
Mientras practicamos esta actividad, entramos en contacto con el medio ambiente, ante el cual siempre hay que mantener una actitud respetuosa y reducir los impactos. Las siguientes recomendaciones son válidas para todas las personas, tanto si van solas como en grupo, a la hora de salir a practicar senderismo:
DECALOGO DE CONSEJOS:
1. Ritmo: el ritmo de paso en montaña es fundamental para un desarrollo gozoso de la actividad. Procuraremos siempre mantener el mismo ritmo de paso, tanto en las subidas como en las bajadas. Evita los pasos largos, pues fatigan más y adapta tu paso a la pendiente y al tipo de terreno. Como se dice en montaña ‘hay que subir como un viejo para llegar como un joven’.
2. Paradas: realiza paradas cortas pero frecuentes, aprovecha para beber y comer. Abrígate siempre que te pares.
3. Despistes: suelen ocurrir por nuestra falta de atención y/o mal tiempo. En el caso de estar despistados descender siempre todos los miembros de la patrulla juntos.
4. Urgencias: una torcedura, una indisposición, son más frecuentes de lo que nos imaginamos. Lo fundamental es abrigar al accidentado y/o enfermo. El enfermo y/o herido nunca puede quedarse solo.
5. Rutas: elige una ruta con la distancia adecuada a tu organismo. Respeta la traza original del sendero.
6. Señalización: se está perdiendo la tradición de señalizar los senderos con hitos de piedras. No destruyáis los que ya hay; reconstruye los que estén caídos y levanta otros nuevos si es posible.
7. En grupo: no vayáis solos a la montaña, y si la marcha es de varios días, deja aviso del trayecto a personas conocidas.
8. Respeto: cuida en todo momento de la naturaleza que te rodea y procura que así lo hagan los que te acompañan. Respeta la vida rural y la propiedad privada. Deja los cerramientos, vallas, portillos y talanqueras como los encontraste. Todo tiene su razón de ser.
9. Lesiones: para evitar rozaduras en los pies, utiliza calcetines de seda o hilo y lleva las uñas muy cortas.
10. Información: debes tener información sobre el recorrido y saber dónde hay probables rutas alternativas y refugios. Es fundamental saber las previsiones meteorológicas. Es más divertida la marcha si conoces algo sobre su historia, geografía, fauna, flora, gastronomía, costumbres…
Antonio Roca
Técnico Superior de Deportes del Ayuntamiento de Granada
Con motivo de este interesante articulo, hemos visto muy oportuno daros a conocer el fantastico blog de Antonio Vela. Nuestro proximo post será sobre su pagina de viajes, «cuadernosdelsulayr». !No os lo perdáis¡
En la prensa digital hemos encontrado esta interesante entrevista a la actual decana del Colegio de Arquitectos de Granada, Marta Gutiérrez Blasco, donde hace balance del estado actual de la arquitectura y el urbanismo granadino, asi como también da un repaso a los temas de debate mas recurrentes de nuestra ciudad: Ferial, la conexión Alhambra-ciudad, peatonalización de los centros históricos…
Pregunta.- Usted es arquitecta que ejerce en Granada… ¿Y en dónde ubicaría usted el famoso Ferial de esta ciudad que tanto le gusta divertirse en el Corpus?
Respuesta.- Para eso más preguntas que respuestas. Parece que uno de los motivos de buscarle ubicación es que la actual son terrenos destinados a construcción de viviendas de protección oficial. En el barrio existe un gran parque antiguo de vivienda pública con graves carencias de mantenimiento y gestión, y por otra parte con edificios de reciente construcción, también de promoción pública, vacíos y con precios de alquiler aún inasequibles. ¿Es necesaria la construcción de más vivienda? Se plantean ubicaciones alternativas en los llanos y amplios terrenos de vega próximos a la ciudad. ¿Se resolverán así los problemas accesibilidad? ¿O, en caso de aumentar la asistencia, se generará una creciente necesidad de aparcamientos que requerirán un aumento exponencial de la ocupación de suelo? ¿Tiene sentido ocupar suelos de vega, la más fértil de Europa, para una semana de feria? Cada año se realiza una gran inversión para acondicionar el ferial. ¿Se podría pensar en que esa inversión se pudiera amortizar a lo largo del año mediante usos perfectamente compatibles como un mercado para los productos agrarios locales? Por otra parte, el éxito del invento ‘ciudad’ se debe a la densidad y heterogeneidad de usos que conviven. Si los problemas son de accesibilidad y extensión ¿se podría pensar en ‘desubicar la feria’diseminándola por la ciudad? Tenemos referencias del éxito de esa estrategia en la propia ciudad, con las Cruces, en otras fiestas y lugares, como el Carnaval de Cádiz, e incluso en la otra parte del Corpus en Granada: la procesión en sí. Y si el problema para el entorno de un ferial es de exceso de ruido… ¿es inherente a una feria tal volumen de ruido, o tal vez es un problema también para la propia feria? A mí me gustaría pensar en una feria que recuperara la música en vivo, o sea, viva, y que se la encontrara uno al paso por las plazas de la ciudad. Hasta ese extremo, hay varios puntos intermedios, como el de pensar en pequeñas zonas de casetas en los distintos barrios.
P.– Obligado es preguntarle a usted cómo va el mundo de la arquitectura… ¿Do camina la arquitectura en general y en Granada en particular?
R.- La arquitectura ha vivido en España unas tres décadas de orgías aparentes sucesivas y que se han venido a evidenciar por fin como un proceso de absoluta degradación de la profesión, de su práctica y de sus productos. La arquitectura – los arquitectos y la sociedad en su conjunto que es quien la necesita y quien la conforma – tendrá que hacer un proceso de redefinición existencial, de volver a encontrar su sentido en las necesidades humanas y sociales, y no con la inmediatez crematística de los términos financieros a que nos hemos malacostumbrado.
P.- Con su permiso, gracias, le voy a preguntar lo siguiente: ¿Y lo de tantos años con el “Ladrillazo” no ha sido un error craso, y a pesar de que la Unión Europea ya llevaba muchos años avisando que tal “Ladrillazo” era una aberración insostenible por mucho tiempo?
R.- Por supuesto. Y me alegra que me lo preguntes en esos términos, porque en general se nos pregunta a los arquitectos por ‘el problema de la crisis’, cuando el problema – también para nosotros- se originó entonces, cuando parecía que todo iba bien. En cuanto a que la Unión Europea avisó… sería más correcto decir que ‘algunas instancias europeas’ avisaron. También desde aquí hubo muchas voces – agoreras, impertinentes – avisando. Las instituciones europeas, como las españolas, como las andaluzas, como las municipales, son heterogéneas y están atravesadas como toda la sociedad, de los mismos males y de los mismos intereses diversos. También fueron instituciones europeas las que fomentaron la especialización ‘productiva’ de España en la construcción o más bien la destrucción de las costas y los espacios naturales para su destino turístico o inversor. El dinero que se prestó – y que ahora se pretende que devolvamos vía presupuesto público – procedía también y sobre todo de Europa. Había muchos intereses puestos –también europeos – en que la aberración insostenible se sostuviera lo más posible.
P.- Cuando existe una crisis económica vamos mal en España, y cuando no existe la crisis económica también vamos mal… ¿Y las obras de acondicionamiento de la Escuela Superior de Arquitectura de Granada, en el antiguo Hospital Militar, serán, obvio es, para terminarlas en algún siglo de estos que plácidamente discurren sin prisas?
R.– El año pasado asistí a la Lección Inaugural del curso de la Escuela de Arquitectura, y el Rector aireó su compromiso de hacer lo posible para que se acabaran las obras… Casi un año después la Universidad vive brutales recortes en profesorado que va a afectar a la de por sí maltrecha calidad de la enseñanza universitaria. Yo paso cada día junto a las obras porque vivo al lado, y me pregunto si alcanzará el resto que se está echando para acabarlas. Pero también me pregunto si no se podría haber hecho una escuela con mucha menos inversión y con la misma o mayor dignidad. Recordemos que el presupuesto final se disparó al doble de lo planteado por la propuesta ganadora en el concurso… y en su día nadie se planteó si había que reconsiderar la idoneidad de semejante propuesta… eran tiempos de abundancia, ¿no? Habrá que preguntarse si la abundancia de entonces no es la escasez de ahora, y viceversa.
P.- No me quito el gustazo de preguntarle lo siguiente… ¿Y cómo ve usted el urbanismo de Granada, quizá como un galimatías urbanístico de reconocido calibre y un caos pasado que ya no tiene remedio?
R.– En Granada – como en tantas ciudades y pueblos – no se ha hecho urbanismo, sino especulación urbanística, que no es lo mismo. Los planes han sido instrumentos de disección y venta del producto ‘suelo urbanizable’, y no de adecuada ordenación en el territorio de los usos necesarios para satisfacer las necesidades de la sociedad. Remedio siempre puede haber, pero para ello han de cambiar las intenciones, los intereses, los valores de toda la sociedad.
P.- Unir a la ciudad con la Alhambra siempre ha sido como la tarea de intentar conquistar el planeta Marte en bicicleta, y por parte de ínclitas e ínclitos granadinos y foráneos… ¿Cómo uniría usted a la ciudad de Granada con el Monumento Nazarita, y sin que la crucifiquen por su proyecto arquitectónico?
R.– En todo caso que me crucifiquen por el proyecto arquitectónico que NO tengo. No me parece que haga falta proyecto ni arquitectónico ni ingenieril alguno. Me parece que la cuestión es más bien filosófica, de una filosofía cotidiana. Mientras pensemos en la Alhambra como un Objeto, trataremos de llegar a ella como quien llega a Marte. ¿Por qué no subimos, granadinos y foráneos, a la Alhambra por los mil caminos a pie que siempre ha habido? Y de paso nos reapropiamos y redescubrimos los dos barrios – Churra y Realejo – que están a su falda. ¿Que es muy cansado? Pues es que la Alhambra no está donde está porque hubiera buenas vistas, sino porque era residencia y fortaleza, y comprender eso es parte del sentido y el disfrute de visitarla y conocerla. Otra cosa es consumo compulsivo de ‘monumentos’. No digo que quien no pueda subir a pie no tenga derecho a conocerla, pero me parece que ese problema está suficientemente resuelto con los accesos rodados que hay, y hasta en exceso.
P.- Pecar con confesar arrepentimiento parece que se sigue yendo al Cielo… ¿Y lo del Albaicín y el Sacromonte no le parece a usted dos pecados mortales urbanísticos?
R.– No, urbanísticos no. Son pecados contra la convivencia y el respeto. Del Albaicín y el Sacromonte se expulsó y se sigue expulsando con mecanismos más o menos directos, más o menos impuestos, a una gran parte de la población que los constituía. Cómo extrañarse de que lo que va quedando cada vez sea más ruina o cartón piedra. El patrimonio no se mantiene ni con ordenanzas, ni con inversiones europeas ni con declaraciones de la UNESCO, sino con la pura y simple vida.
P.-Florencia (Italia), está peatonalizada en gran parte de su casco histórico o quizá todo su casco antiguo… ¿Granada necesita mucha, poca o regular peatonalización?
R.- No ya Granada, sino la actual vida urbana en general, necesita mucha, muchísima peatonalización. Pero entendida profundamente, es decir, no se trata de que en una u otra zona no puedan acceder los vehículos de motor, sino que cualquiera, viva donde viva, pueda vivir y moverse a pie, o en bicicleta. Lo que da sentido al nacimiento de pueblos y ciudades es la concentración compleja de usos que permiten aumentar las posibilidades de todos en áreas asequibles al caminar humano. Donde pensamos que el coche aumentaba nuestras posibilidades, nos hemos encontrado lo contrario. El tiempo que se supone que nos ahorra, lo empleamos en trabajar para costearlo y mantenerlo, o metidos en un atasco, o buscando aparcamiento, y el espacio que aparentemente nos pone al alcance, lo consume en los propios viales y aparcamientos. Tenemos entonces que el coche produce desconexión y lejanía. Contra esta sinrazón que nos supone a todos una merma brutal de calidad de vida, tenemos que recuperar los usos diversos en los barrios, y generarlos allí donde se ha construido con la ilógica de la zonificación. La peatonalización de nuestros espacios urbanos podemos emprenderla cada uno de nosotros: elijamos nuestro lugar de residencia a una distancia peatonal de donde trabajamos, hagamos nuestras compras en la mayor proximidad. Para peatonalizar nuestras ciudades, tenemos que peatonalizar nuestras vidas, y viceversa.
P.- Los olvidos en Granada son de siglos, por lo menos… ¿Y cuál es el tema arquitectónico del que nunca se habla en Granada, y porque no le interesa hablar de él ni a los políticos ni a los intocables ricachones de estos pagos territoriales?
R.- Los temas arquitectónicos más olvidados son aquellos que aparentemente no tienen nada que ver con la arquitectura, y en realidad son los que le dan sentido. Uno de los olvidos más flagrante en que pienso ahora es el de la Vega como base de la sustentabilidad de Granada como región, sustentabilidad entendida en su raíz de ‘sustento’. El sentido del enclave y la riqueza de esta ciudad y sus pueblos próximos está en esa absoluta autonomía alimentaria, suficiente y sobrada, que le daba el conjunto Sierra (como reserva de agua) y Vega como suelo fértil – el más fértil de Europa. La riqueza de esta ciudad parece haber olvidado esa riqueza básica de la que se formó, parece que ya no quiere ni mirarla, interponiendo una y ahora otra circunvalación como para huir rápidamente de sus miserias pseudourbanas. Ahí la tenemos: los suelos devastados por la expectativa urbanizadora, las aguas contaminadas de nitratos, industrias varias, y sobre todo aguas residuales de poblaciones y urbanizaciones. Recordemos que sólo existen dos depuradoras en funcionamiento de las dieciséis que estaban previstas en el POTAUG. Y los agricultores tirando las patatas de pura rabia del precio al que se las pagan. Y la ciudad, comiendo qué… antaño, el 50% de lo que vendía Mercagranada era de origen local, ahora a nadie se le ocurre siquiera pensar en establecer un mínimo porcentaje, ni mayor ni menor. Esa relación es tan obvia que ya hay asociaciones de parados en las zonas más vivas de la ciudad poniendo en cultivo zonas de riego del Beiro. Esta cuestión, aparentemente poco arquitectónica, tiene enormes implicaciones para el paisaje granadino.
Si quieres olvidos más evidentemente arquitectónicos, tenemos el Plan Especial de Santa Adela, en sus fases de rehabilitación, paralizado antes de comenzar. Confiemos en que sus habitantes, como siempre hicieron, lo sacarán adelante con o sin las administraciones. O la paralización de los programas de rehabilitación en Almanjáyar o el Albaicín. O el abandono de espacios y transporte público en este primero. De forma más general, y sin ánimo de sembrar alarma, sino conciencia, la valoración de la vulnerabilidad sísmica de las construcciones, en una zona como la nuestra de considerable riesgo, es algo de necesidad evidente para todos, pero para lo que no se están proveyendo medios suficientes. Ahora que por fin estamos tomando conciencia de la necesidad de rehabilitar nuestros pueblos y ciudades es un aspecto que no deberíamos tener muy presente todos: instituciones, técnicos, y también ciudadanos. Y todo ello sin abrir la caja de la ilegalidad urbanística…
Para acceder a la entrevista completa granadadigital.com, PINCHA AQUÍ.
Hoy es el turno de la serie que en la que compartimos un artículo de la Red de Urbanismo y Medio Ambiente de la UIM (Unión Iberoamérica de Municipalistas) en la Ciudad Comprometida. Se trata de la primera muestra de una serie de artículos donde estamos difundiendo buenas prácticas realizadas en el ámbito de la cooperación fuera de nuestras fronteras, en concreto los programas realizados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Consejería de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía.
Al llegar a la Región de los Lagos la Cordillera de la Costa se hunde ligeramente para emerger convertida en la Isla grande de Chiloé. El valle central se inunda y aparece en pequeños islotes que forman el Archipiélago. Allí se genera una arquitectura «Bordemarina» realizada con los mismos sistemas y sabiduría de las construcciones navales.
El Archipiélago está compuesto por comunas independientes agrupadas en la Asociación de Municipalidades de Chiloé. En el invierno de 2003 se hace un llamamiento a la Asociación para presentarles la oportunidad de realizar un programa de rehabilitación de viviendas. Tres ciudades presentan propuestas.
ANCUD
La Población Ramón Freire se construyó para los damnificados del terremoto de 1960.Está compuesta de unas 70 viviendas pareadas, con un módulo de seis por seis metros, en parcelas de unos90 metros cuadrados. Están dispuestas en tres calles paralelas en una situación bastante central dentro de la comuna.
El trabajo de campo y los proyectos fueron realizados por un equipo de alumnos de la Universidad de Chile que colaboraron con los trabajadores sociales de la Municipalidad. El aporte de la Junta fue destinado a la adquisición de materiales. Los vecinos hicieron un aporte en materiales y trabajo.
Esta primera intervención inició un proceso rehabilitador en la comuna. Aprovechando la experiencia y las capacidades instaladas en la municipalidad, se mejoraron un total de 113 viviendas en la Población Bonilla con fondos del gobierno chileno.
DALCAHUE
Este municipio es un territorio muy amplio, con tres centros poblados y una importante población rural diseminada.
La modalidad elegida fue hacer la mitad de las obras con subsidio y la otra mitad con ahorro previo de los vecinos más un crédito que le otorgaba el programa. Los créditos eran de pequeña cuantía, con un límite de 250.000 pesos (370 €) y un plazo de devolución de un año. El programa se abrió a toda la comuna y tuvo una gran demanda. Las obras que se realizaron fueron: reparación de cerramientos, mejoras de las instalaciones y construcción de baño al interior de casa.
El Comité de Desarrollo de Dalcahue, ente de participación local constituido por diversos agentes sociales. Seleccionaba a los beneficiarios en función de las condiciones económicas y familiares de los postulantes y después de una visita a la vivienda para evaluar las obras. Se repararon y ampliaron un total de 50 viviendas.
CHONCHI
La Población Pedro Aguirre Cerda fue una donación del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica después del terremoto de 1960. Se articula alrededor de una plaza de grandes dimensiones que cuenta con una cancha deportiva cubierta. En el barrio se desarrolló un programa de mejoramiento que contemplaba la construcción de equipamientos públicos, pavimentación de las vías públicas y rehabilitación de viviendas. Se intervino en un total de treinta viviendas, realizando obras de mejoramiento de la estructura, revestimiento y aislamiento, así como ampliaciones, instalación de sanitarios, saneamiento, y electricidad.
La Municipalidad aportó la mano de obra a través de sus programas de trabajo comunitario. El levantamiento de las viviendas, los proyectos y la dirección de obras fueron realizados por el personal técnico de la Dirección de Desarrollo Comunal de la Municipalidad.
Podéis acceder al documento completo en la sección “Buenas Prácticas”, situada a la derecha de la página de inicio de nuestra red.
El pasado mes, con ocasión de la celebración del Día Internacional del Agua en el Ideal de la Costa de Granada aparecía un artículo con el titular “¿Granada será un desierto?”, en el que trataba el problema de la desertización en España, que avanza preocupante en el sureste español.
La desertización es la transformación de tierras usadas para cultivos o pastos en tierras desérticas o casi desérticas, con una disminución de la productividad del 10 % o más. Cuando está provocada por la acción del hombre se denomina desertificación. Y las consecuencias principales de este proceso son la pérdida de productividad de los suelos y la pérdida de la diversidad biológica, así como la reducción de las posibilidades de un desarrollo sostenible de los territorios afectados debido al deterioro de los recursos naturales. Y por su especial importancia para la comunidad andaluza destacamos, la disminución de la vida útil de los embalses, al aumentar los sedimentos, y la degradación de los humedales.
Los factores más determinantes en el sureste español, que es la zona más afectada en España, como se puede ver en el mapa de riesgos de desertificación del Programa de Acción Nacional contra la Desertificación, son los siguientes:
Las condiciones climáticas semiáridas que afectan a grandes zonas, las sequías estacionales y las lluvias súbitas de gran intensidad.
Los suelos pobres con marcada tendencia a la erosión.
El relieve desigual, con laderas escarpadas y paisajes muy diversificados.
Las grandes pérdidas de la cubierta forestal a causa de los repetidos incendios de bosques.
Las condiciones de crisis en la agricultura tradicional, con el consiguiente abandono de tierras y deterioro del suelo y de las estructuras de conservación del agua.
La ocasional explotación insostenible de los recursos hídricos, que es causa de graves daños ambientales, incluidos la contaminación química, la salinización y el agotamiento de los acuíferos.
La concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo y la agricultura de regadío.
Tanto el Plan Nacional contra la desertificación como el Plan Andaluz de Control de la desertificación, hacen un análisis del problema y han planificado soluciones para paliarlo. El Plan Andaluz hace un análisis por provincia, y en el caso de Granada, indica que la causa principal de la desertificación es la erosión, que afecta sobre todo a las zonas serranas con cultivos leñosos en pendiente, como son las Sierras de Alhama, Almijara, Sierra Nevada o La Contraviesa. Sin olvidar la contaminación de los acuíferos que afecta a algunas zonas de regadío, como la Vega de Granada o el Valle de Lecrín o las zonas costeras de cultivos intensos.
Existen muchas tecnologías de lucha contra la desertificación que actúan sobre los factores que influyen en ella, como son la restauración hidroforestal, las obras de corrección en cauces y laderas, la estabilización de taludes, la lucha contra incendios y la gestión integral de acuíferos, entre otras.
A continuación se exponen dos ejemplos de estos sistemas, la estabilización de taludes utilizando fijanadas para evitar la erosión en laderas y taludes, y el uso de obras transversales de corrección en cauces con mucha pendiente cuya función es estabilizar el lecho del cauce y disminuir el transporte de sedimentos en fenómenos torrenciales.
Mª Ángeles Romero Manchado, Ingeniera de Caminos de GRarquitectos
El Ecobarómetro de Andalucía es una serie estadística de índole ambiental reproducida entre la Consejería de Medio Ambiente y el CSIC desde el año 2001. En su undécima edición, coincidente con el momento álgido de la crisis económica, arroja unos resultados que cuanto menos resultan curiosos.
El dato más destacable es que “La crisis económica centra la atención de los andaluces mientras que el resto de los problemas, incluidos los ambientales, quedan relegados a un segundo plano”. Ésta es un problema para el 93,7% de los encuestados, seguido muy de lejos por la política (18%) y el medio ambiente (4,2%).
Además, en cuanto a los problemas ambientales, la situación resulta regular, mala o muy mala cuanto más distantes resultan (local 52%, andaluza 53% y global 88%).
Los principales problemas ambientales locales son los urbanos (suciedad de calles, ruido, basuras, etc.), los regionales son los forestales y de contaminación (incendios, contaminación de playas y ríos, etc.) y los globales son los debidos al cambio climático.
Finalmente, el 93% de los andaluces se encuentran moderadamente, bastante o muy preocupados por el medio ambiente, si bien sólo el 25% admite estar bien informado.
Más información en en siguiente enlace: PINCHA AQUI.
Con estos datos ya podemos elaborar una sinopsis de la distancia que existe en el andaluz medio entre las cuestiones ambientales y su realidad más inmediata.
Tal y como está sucediendo en otros aspectos de la vida cotidiana, en los momentos de crisis parece que nos replegamos sobre nosotros mismos y dejamos de producir/consumir aquellos bienes y servicios de los que en principio parece que pudiéramos prescindir. Así, como ejemplo, a gran escala los fenómenos generalistas como la europeización dan paso a la particularidad de la estatalización, tal y como estamos viendo en estos días; mientras que a una escala menor se prescinde de hechos supuestamente superfluos como la cultura o lo ambiental para preocuparnos más por lo inmediato, en la más pura acepción del “primum vivere, deinde philosophare”.
Luego que los andaluces conciben los problemas ambientales como algo distante, en lo que prácticamente nada pueden hacer frente al calentamiento global, muy poco frente a la contaminación masiva y el deterioro forestal, y sólo alguna cosa en mejorar su medio urbano más próximo, que depende de dirigentes de los que a su vez se desconfía más aun si cabe. Así, cualquiera está peor que uno, y ahí fuera llueve más intensamente que en este calado cobertizo, parece ser el lema del andaluz al afrontar las cuestiones de su medio ambiente.
Para colmo, este instintivo echar balones fuera a veces se intenta encubrir con postulados más o menos razonados del tipo: “…si no tiramos papeles a la calle no habría barrenderos” o “…es que no se nos informa lo suficiente o se hace interesadamente”, lo que no hace sino cerrar un círculo en el que con frecuencia encontramos nuestra justificación ante actos incívicos.
Quizás, una alternativa a este nihilista posicionamiento pudiera ser la “glocalización” a la que cada vez más pensadores y economistas, sí economistas, se están apuntando, para no perder la perspectiva de lo global, pero tampoco el carácter de lo autóctono, lo que en el argot medioambientalista representaría el piensa en lo global pero actúa en lo local.
Es posible que los andaluces no hayan interiorizado estos postulados, a tenor de lo que se deduce del Ecobarómetro de 2011, que la crisis esté azotando con más virulencia en esta tierra que en otras partes, pero es precisamente en estos momentos en los que más hay que sobreponerse y tomar las riendas del presente para sentar las bases del futuro, un futuro que ha de pasar por ser el mayor refugio natural de Europa (la visión global, pues presta un servicio impagable para todos los europeos), pero también por convertirse en el principal productor de energías renovables (la visión local, por la que los andaluces adquirirán el derecho a participar del desarrollo, un desarrollo sostenible y respetuoso con la diversidad y la particularidad que aportan al conjunto).