Fue en el año 1985 cuando se cerró la línea de Ferrocarril “Guadix-Almendricos”. Unía, atravesando todo el valle del Almanzora, a la provincia de Granada con Murcia, y por ende, con todo el levante.
Hace casi tres décadas que saliera el último tren, el Expreso Granada- Barcelona, conocido como “El Granaino”, en una línea que vertebraba gran parte del sureste de la península, históricamente la gran olvidada a nivel de las infraestructuras más básicas. Como tantas otras veces, el motivo de la rentabilidad económica fue la razón esgrimida para su clausura.
Hace unos meses un documental, “El tren del olvido”, recuperaba con gran acierto técnico, compositivo y argumental la reivindicación histórica de gran parte de la sociedad granadina y almeriense afectada. Obtuvo el reconocimiento a través del premio Imaginera, con el que el Centro de Estudios Andaluces destaca la «Creación Contemporánea sobre la Memoria de Andalucía». El tren del olvido’, está dirigido por Miguel José Ávalos González, nieto de ferroviarios, sobre el tren que unía Guadix (Granada) con Almendricos (Murcia), el punto de unión de Andalucía Oriental con el levante murciano.
Un viaje actual por las 22 estaciones que jalonaban su recorrido, realizando un atractivo paralelismo visual con 22 obras de Mark Rothko, pintor de expresionismo abstracto
Excelente trabajo este documental de “El tren del olvido”, para que perviva en nuestra memoria, así como para desempolvar una vieja reivindicación social casi abandonada en la actualidad
Iniciamos aquí una reflexión a raíz del artículo publicado en la prensa digital titulado “Las víctimas del ‘efecto Guggenheim’”, acerca del efecto negativo de la necesidad imperiosa de numerosas ciudades de querer implantar edificios firmados por arquitectos de renombre con la intención de crear un efecto llamada y colocar dichas poblaciones en los primeros planos de las escena mediática.
“Cuando el 25 de septiembre de 2006 el entonces alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, se fotografió en el balcón del Ayuntamiento con los arquitectos Norman Foster, Jean Nouvel, Arata Isozaki y Guillermo Vázquez Consuegra, no sospechaba que aquella imagen iba a convertirse en un icono de la cara mala del llamado efecto Guggenheim: tras el éxito del museo diseñado por Frank Gehry en Bilbao, todas las ciudades aspiraban a tener su edificio estrella.”
Sin embargo, no es lo mismo un edificio estrella que un edificio firmado por un arquitecto estrella. Evidentemente se trata de una operación de marketing que trasciende la calidad de las propuestas. No seré yo quien ponga en duda la calidad de sus trayectorias ni la enorme creatividad de sus proyectos, pero no comparto la idea de sustituir los concursos de arquitectura por “castings”. Algo no funciona cuando las ciudades, en vez de querer tener unos buenosedificios capaces de cumplir con su función, lo que quieren tener es un “Ghery”, un “Hadid” o un “Calatrava”. En ese momento, el nombre del autor sobrepasa la calidad del edificio para convertirse en una mera marca comercial. Casi me atrevería a decir que el edificio no importa. Estaremos de acuerdo en que dichas operaciones de marketing ayudan a reactivar la economía, el turismo, etc… pero, ¿sólo se consigue con arquitectos del “StarSystem”? ¿Y si estos objetivos se consiguieran, además, con buena arquitectura?
Recordemos aquí la noticia aparecida en el diario Ideal de Granada el pasado 23 de marzo de 2007 donde se relata que “Arquitectos de gran prestigio diseñarán cinco edificios de VPO para Emuvyssa”con el fin de “por dotar a la ciudad de diseños que sean referentes en el mundo de la arquitectura”.
“Julián Sobrino, profesor titular de la Escuela de Arquitectura de Sevilla llama a retomar “el discurso de la arquitectura de Andalucía de los años 70 y 80”. “Entonces se pensaba en atender todas las necesidades de las ciudades, los asuntos cotidianos, las VPO, los colegios públicos, los centros de salud”. “Hay que retomar la dimensión utópica y aparcar la mediática”,sostiene Sobrino.
“Hubo una confluencia de intereses entre los promotores inmobiliarios, algunos arquitectos y los partidos políticos. Pensaron que al pueblo se le podía ofrecer una estrella y que seguiría su halo”.
“El problema de muchos de estos proyectos nace, según la arquitecta Elisa Valero, profesora de la Universidad de Granada, de una mala concepción de lo que en su opinión debe ser la ciudad. “No puede ser una suma de objetos a cual más original, tiene que establecer las relaciones más adecuadas posibles con el ciudadano”
Valero cree que su forma de entender la profesión (“servir para solucionar problemas y estar al servicio del hombre”) no es compatible con la arquitectura del “exhibicionismo de estrellas”. “La buena arquitectura da igual de dónde venga”
Ambos arquitectos coinciden en señalar la necesidad de recuperar un lema que, según el profesor de la Universidad de Sevilla, se empleó en una bienal de arquitectura de Venecia: “Más ética y menos estética”.
Y es que muchas veces pecamos de superficialidad. Nos quedamos con un nombre, una imagen, una marca. Nos quedamos con la forma y obviamos el fondo. Deberíamos dedicar más tiempo en elegir las propuestas más adecuadas que en relaciones públicas y fotos promocionales. Porque muchas veces le damos mayor importancia a la imagen que damos al exterior que a la calidad de vida de los propios ciudadanos, que al fin y al cabo son los que deberían disfrutar el día a día de estos edificios. La arquitectura, no lo olvidemos, está llamada a formar parte de las ciudades, no de catálogos o revistas.
Puedes leer el artículo completo en el siguiente ENLACE.
Jose Miguel de la Torre Sarmiento, arquitecto de GRarquitectos
El Colegio de Arquitectos de Granada está desarrollando una intensa actividad divulgativa esta primavera. El próximo 12 de Abril va a tener lugar una jornada sobre “Estudios Históricos”, donde en sesión de tarde se van a impartir dos conferencias, tituladas “El estudio histórico-constructivo en la restauración de la arquitectura palaciega granadina” a cargo de Fernando Acale y “La escuadra sagrada”, a cargo de Francisco Roldán.
La labor profesional de ambos técnicos se relaciona directamente con el análisis y las intervenciones sobre el patrimonio histórico edificado de nuestra ciudad.
Desde La Ciudad Comprometida queremos felicitar al Colegio por la labor cultural y pedagógica que está acometiendo en los últimos meses, que están convirtiendo sus instalaciones en referente granadino como centro de exposiciones, cursos y conferencias de todo tipo, no solo del mundo arquitectónico.
La primera conferencia “El estudio histórico-constructivo en la restauración de la arquitectura palaciega granadina” comenzará a las 19:00h: El estudio reciente de varios edificios granadinos de relevancia arquitectónica y artística, como por ejemplo los Palacios de Pérez de Herrasti en la calle Arandas o de los Condes de Lajarosa en la calle Buensuceso, junto con otras experiencias desarrolladas sobre importantes ejemplos de arquitectura hospitalaria de la ciudad como el Hospital Real o el Hospital de San Juan de Dios, ponen de manifiesto la necesidad de abordar el estudio histórico-constructivo de los edificios en la fase de estudios previos como una fuente de conocimiento fundamental para comprender la evolución del edificio, constituyendo una herramienta esencial para el posterior desarrollo del proyecto arquitectónico.
La segunda ponencia, titulada “La escuadra sagrada”, comenzará a las 20:00h.El análisis geométrico del levantamiento fotogramétrico del edificio del Cuarto Real de Santo Domingo de Granada ha permitido al autor deducir características desconocidas del sistema clásico de medidas y proporciones, así como establecer el primer método técnico-científico para la determinación de la modulación de las obras de la arquitectura histórica.
La investigación realizada ha desembocado en la edición de la publicación: “La escuadra sagrada: Estudio Grafico de modulación y unidades metrológicas utilizadas en el trazado del Cuarto Real de Santo domingo de Granada”, el cual os podeis descargar a través del siguiente enlace del Colegio: PINCHA AQUÍ
El sistema de control de las formas en el arte antiguo constituye uno de los grandes enigmas del pasado. ¿Cómo diseñaban y trasladaban los arquitectos de manera práctica sus esquemas compositivos a la construcción de la obra? Muchos investigadores, incluidos grandes personajes de la historia, han intentado explicar los trazados de los monumentos clásicos. Pero ninguno ha conseguido con suficiente rigor científico determinar el sistema que se utilizaba para cumplir con el “Principio de proporcionalidad de las partes” que expone, entre otros, Vitrubio en sus Diez Libros de Arquitectura.
Hace ya 30 años que nació Wadi-as, un revista pionera, entonces mensual y ahora semanal, que ha sabido dar continuidad a la larga tradición de periódicos accitanos que surgió, hace tantos años ya, bajo el impulso de nuestro paisano Pedro Antonio de Alarcón. Y decía pionera por su clara vocación de ser además un elemento cohesionador de la comarca de Guadix. Por tanto, felizmente, contra viento y marea, ha sabido llenar un vacío en la información crítica y en el debate responsable de esta tierra, una bocanada de aire fresco que nos ha acercado a muchas de las cuestiones importantes que debían debatirse en nuestra tierra. Así pues, es hora de felicitarnos por la consolidación de un medio de comunicación que nació para ejercer una labor imprescindible para avanzar hacia una sociedad comprometida con su memoria y con su gente, y en el diseño de un futuro prometedor.
Ya en su primer editorial (diciembre de 1981) nos daba testimonio de su afán: “En este momento usted está leyendo el primer número de WADI-AS. En este momento también, usted asiste al nacimiento de algo tan hermoso como un nuevo medio de comunicación y es que WADI-AS, ahora, es solo un bebé. Un bebé que espera, confía y necesita que usted le ayude a crecer. Queremos decirle que esto, más que un editorial al uso es la presentación de quienes somos, a donde vamos y qué pretendemos con la puesta en marcha de esta revista … Un grupo que, por encima de todo, ama a su tierra y a su gente. Un grupo ilusionado que cree… que esta revista pueda llenar el vacío que hace demasiados años nuestra comarca tiene en el terreno de los medios de comunicación… WADI-AS será algo más que una revista de información para la comarca de Guadix…”
Yo tuve el honor de formar parte de aquel grupo de gente buena, y recuerdo que fuí quien propuso al resto que adoptásemos el nombre histórico de las tierras de Guadix: Wadias: «el Río de la vida», para así evocar los vínculos imprescindibles de esta ciudad con su comarca. Como también recuerdo la pasión con la que afrontamos aquellos primeros años de su andadura en los que recibí como recompensa muchos conocimientos que me ayudaron a forjar mi sentido crítico y la convicción de que si bien la solución no depende solo de nosotros, también está en nosotros… Y es posible que mi vocación como urbanista naciese entonces porque, de alguna manera, aquel espacio de debate que constituía Wadias tiene mucho que ver con mi labor actual dirigiendo a un equipo diverso en la búsqueda de soluciones multicolores… (Es curioso, porque hasta ahora nunca lo había pensado…). Por eso agradecí especialmente que el equipo me confiase coordinar un monográfico sobre la planificación urbana de Guadix en cuyo editorial recordaba/reclamaba que entonces, como ahora, «Todos tenemos la palabra«.
En fin, apenas tres años después la vida me llevó lejos de Guadix y mi aportación empezó a diluirse pero felizmente otros tomaron el relevo y Wadias continuó su andadura con nueva sabia pero con idéntico afán, como lo demuestra que entre los actos preparados para celebrar el evento, destaca la mesa redonda: “Los medios de comunicación locales como agentes dinamizadores y vertebradores de un territorio”, que tendrá lugar el sábado 31 a las 7,30 en el salón de actos del Liceo Accitano.
Buenos ponentes, buen tema e inmejorable ocasión para ir a dar un abrazo a toda una generación de ciudadanos comprometidos con su tierra.
En mitad de la foresta amazónica, al Norte de Brasil, en el Estado de Pará, se está construyendo la tercera presa más grande del mundo, la planta hidroeléctrica de Belo Monte, sobre el río Xingú, el mayor tributario del río Amazonas y el más próximo a las grandes ciudades del macropaís.
Es un proyecto que parte de la planificación energética del gobierno brasileño, que por medio de este proyecto incrementará en más de 11.000 megawatios (el 11% del país) su capacidad energética para el 2019.
Por el contrario supondrá la inmersión de más de 200 km2 de selva tropical, alguna de ella de especial protección natural, el desplazamiento de 19.000 personas, la mayoría nativos residentes en sendas reservas indígenas oficialmente reconocidas por el Gobierno de Brasil, y la inundación de parte de algunas ciudades de envergadura como Altamira (85.000 habitantes).
Quizás estos datos no digan nada si no fuera porque el conflicto abierto entre la promotora y el Estado de un lado, y los indígenas y la comunidad internacional del otro, fueran el motivo vertebral de la afamada película Avatar, de James Cameron (2009), director que ha encabezado el elenco de famosos hollibudienses preocupados por la cuestión.
En cualquier caso no era de esto de lo que quería hablar, sino de cómo el Gobierno ha utilizado las mejoras en áreas urbanas como medida compensatoria frente a los efectos perniciosos de la presa. Así, sólo en la ciudad de Altamira se ha previsto:
La construcción de diques de amortiguamiento de inundaciones.
La reubicación de la población directamente afectada a otras partes de la ciudad.
La relocalización en casas de albañilería de 4.500 familias que hoy viven en palafitos.
La construcción e integración de 500 residencias en diferentes barrios para los trabajadores que habrán de llegar durante la construcción de la presa.
La implantación de una red de evacuación de aguas inundables, de abastecimiento de agua potable y de alcantarillado urbano.
Nuevos centros escolares y de salud, con la incorporación de un hospital.
Y la recuperación urbanística y ambiental de la orilla del Xingu con un parque ecológico y de esparcimiento.
Esto pone de manifiesto varios hechos de los que cuando menos se podría reflexionar sobre el papel que lo urbano está cobrando en el sentir de la ciudadanía:
El descuido que en la prestación de servicios incurre la Administración, amparada habitualmente en la insuficiencia financiera, se revierte de manera directamente proporcional al interés creado. De ahí que con frecuencia las ciudades del mundo apuesten fuerte por atraer proyectos que sirvan para la implantación de las infraestructuras de las que son carentes, les han quedado obsoletas o quieren reconvertir, sin pensar que en ello se manifiesta su dejación de funciones, inoperancia e ineficacia. En este sentido estaría bien pensar en el por qué Roma ha desistido de las olimpiadas de 2020, mientras que Madrid insiste en ellas.
La vida urbana es frecuentemente utilizada como moneda de cambio en las negociaciones de aquellas actividades que necesitan implantarse y/o explotar el medio rural, lo que acrecienta el éxodo rural y la concentración urbana de la población. Por lo que en la mayor parte del mundo se sigue sobrevalorando el medio urbano como una oportunidad de mejora del bienestar humano, cuando en realidad esta tesis podría cuando menos ponerse en tela de juicio en virtud del acomodo que están teniendo no sólo los que llegan a la ciudad sino incluso los que ya viven en ella, a tenor de lo que se está viendo a partir de la crisis europea.
Con frecuencia los planificadores hacen y deshacen con la población de una ciudad sin apenas considerar el shock cultural que ello supone, lo que en ocasiones puede inducir a fenómenos de conflictividad y marginalidad, que no hacen sino dificultar aun más la ordenación de las urbes. Podría ser el caso de esas nuevas barriadas que se van a crear en Altamira, a caballo entre la cultura de los indígenas y los operarios de la presa que han de arribar, convivir y esperar que se lleven bien.
Existen patrones preestablecidos en el perfil de la ciudad ideal que no se acaban de adecuar a las necesidades de sus habitantes. Por ejemplo, y es el caso que se expone, puede que a los ciudadanos de Altamira les encante tener un parque ecológico y de esparcimiento, pero si tenemos en cuenta que todo cuanto les rodea son kilómetros y kilómetros de la selva más virgen del mundo, quizás no sea tan útil esta dotación.
Etc.
En definitiva, aquí tenemos un buen ejemplo en el que puede verse como la planificación y ordenación de cualquier ciudad y de cualquier actividad de envergadura debe hacerse siempre con consideración de sus afectados y no desde las ideas preconcebidas de qué es lo que estos requieren, tal y como por desgracia suele ser habitual.