«La Sociedad Comprometida»
Hace apenas unos días tuve la enorme satisfacción de gozar con una publicación entrañable que me dejó impactado, porque me evocó recuerdos y vivencias de mi infancia, o que de una u otra forma había oído narrar los mayores de mi familia, casi todos ellos ya fallecidos… Se trata de una iniciativa de la Federación de Asociaciones de Mujeres de la Comarca de Guadix “Sulayr”a través de la cual durante los últimos años han ido recopilando fotografías sobre todo de la primera mitad del s. XX en un intento (logrado) de rescatar el paso de las mujeres por la historia de nuestros pueblos.
Su presidenta, Ana María Rey, multifacética, comprometida como pocos, y fajadora incansable en pro de las causas que de verdad importan, no cuenta en la introducción a la publicación: Queríamos evidenciar la heroicidad de sobrevivir en el día a día de la cotidianeidad. Si entre los hechos históricos tenemos solo en cuenta las actividades como la guerra y no la producción de ropas y alimentos, la posesión de propiedades en vez de la producción y el trabajo, la mujer quedará fuera… Sirva para reconocer las aportaciones de la mujer en la evolución de las comunidades a las que pertenecen.”
Gracias a esta iniciativa, que se concreta además en una exposición fotográfica que durante estos días se celebra de una parte en el Instituto de Enseñanza Secundaria ACCI de Guadix (consultar a Sta. Esther 649 36 52 79) y de otra en el ayuntamiento de Dólar (Granada), y que ha contado con el patrocinio del Instituto Andaluz de la Mujer y de la Asociación de Desarrollo Rural de la Comarca de Guadix, podremos comprender cómo hemos cambiado en apenas unas décadas: “Desde la manera en que adquiridos los suministros de leche y pan, a cuales eran las fuentes de energía… Cuál era el trabajo del cuidado de la ropa antes de la invención de las lavadoras, o las manifestaciones de la vida social y cultural de nuestros pueblos que en algunos casos han desaparecido. O acercarnos a negocios que han muerto y a otros que a pesar del tiempo sobreviven…”.
Para ello, desde la asociación han ido recopilando imágenes, rescatando sus nombres y apellidos del olvido, y recordándonos brevemente sus historias particulares… sus memorables contribuciones a la sociedad…
Además, en mi caso, he tenido la satisfacción añadida de ver reflejada en la publicación a una heroína para mí muy querida y de la que guardo gratísimos recuerdos: mi abuela materna, maestra, viuda, exiliada, valerosa y maravillosa persona. Esto cuenta la publicación de ella:
Estuvo exiliada en Caniles durante la guerra civil, en la que mataron a su marido (también maestro), por tener un crucifijo en el colegio. Desde la posguerra trabajó, en un momento en el que las casas no estaban acomodadas y con un sueldo de maestra muy bajo. Se levantaba antes de ir al trabajo para realizar las tareas del hogar. No había agua en las casas y debía sacarla de un pozo. Sus tres hijos mayores estaban internos en colegios de Granada y, a pesar de tener becas, debía ayudarles económicamente, para lo que no dudó en vender lo que hiciese falta.
Como nos recuerda Ana María Rey: “Sin duda nos ayudan a saber de dónde venimos para hacernos una idea mejor de hacia dónde vamos.”
Imágenes cedidas por el fotógrafo y documentalista accitano Torcuato Fandila.