«El Territorio Comprometido»
El desarrollo económico en España se ha vinculado al desarrollo urbano, a través de la burbuja inmobiliaria, y esto, como todos es sabido ha sido un error, que no sólo nos ha llevado a una gran crisis económica y social, sino también a una crisis del modelo de desarrollo urbano que, por desgracia, en muchos de nuestros municipios se estaba tradicionalmente llevando a cabo. Este concepto se pone de manifiesto en un artículo publicado recientemente en prensa «Hacia un nuevo paradigma para la vivienda», el cual queremos compartir con vosotros.
En España, en los últimos años se han construidos viviendas sin control, bajo falsos argumentos como “el territorio solo adquiere utilidad cuando está construido”, “cuantas más viviendas mejor”, etc.. lo que en muchos municipios ha llevado a un gran parque de viviendas fantasma. Se ha tendido a confundir el desarrollo urbano con el desarrollo económico a corto plazo (generación de empleo y plusvalías) que a largo plazo nos han dejado sistemas territoriales del todo insostenibles y unos espacios urbanos desoladores, que ha de pagar el conjunto de la población mediante cargas municipales.
Tenemos que dejar de abusar del territorio como si este fuera ilimitado, dejar atrás el falso concepto de urbanismo «pro plusvalías», y comenzar a practicar un urbanismo en pro de la calidad de vida de los ciudadanos. Empezar a tomar en cuenta la vivienda, no como un concepto económico, sino desde un punto de vista social.
Si en muchos de los temas que pone de manifiesto el artículo estamos de acuerdo, puede que haya una frase con la que no terminamos de comulgar: «Hace muchos años que lo venimos escribiendo, que institucionalmente la vivienda no debería depender del urbanismo, sino de las políticas sociales«. El urbanismo, tal y como lo entendemos desde La Ciudad Comprometida y tal y como lo ponemos en práctica en GRarquitectos, es una disciplina que abarca todos los aspectos del territorio, desde temas ambientales hasta las problemáticas sociales, ya que el objetivo no es otro que crear urbes ambientalmente sostenibles y humanamente amables. Ciudades comprometidas por y para sus ciudadanos, los de ahora y los del futuro. Si bien es triste, que para muchos haya tenido que ser necesario, que les explote una burbuja en la cara para darse cuenta que ese tipo de urbanismo es erróneo, para otros, no ha sido más que una muerte anunciada, para poder empezar a enmendar muchos de los errores del pasado y convencer de una vez, que ciertos paradigmas en la profesión son necesarios y urgentes.
Bajo mi punto de vista creo que el urbanismo tiene que ser «pro» plusvalía, el problema es que han de estar planificadas a largo plazo y sobre todo unas plusvalías para el conjunto de los ciudadanos. Para eso se trabaja, para sumar. De una buena planificación territorial se pueden generar plusvalías territoriales creando sinergias entre ciudades, planificando en pro de un desarrollo económico y de un rendimiento territorial, más allá de construir casas.
Un buen plan de movilidad, de trasportes, una buena planificación comarcal que fomente la creación de grandes zonas productivas más allá de un polígono industrial…