«La Ciudad Comprometida»
Hoy empezamos a desgranar nuestra serie de SOSTENIBILIDAD Y EFICIENCIA URBANA, con el primero de los ejes definitorios del modelo de ciudad sostenible, la COMPACIDAD.
La compacidad es el eje que atiende a la realidad física del territorio: la densidad edificatoria, la distribución de usos espaciales, el porcentaje de espacio verde o de viario. Ésta determina la cercanía de los diferentes usos y funciones urbanas. Es decir la ocupación del suelo. Este aspecto es importante ya que un modelo compacto reduce el consumo suelo y disminuye la presión sobre el medio y los recursos naturales.
A este eje, lo acompañan una serie de indicadores o condicionantes que son la ocupación del suelo, espacio público y la habitabilidad y el modelo de movilidad y servicios. Con ello se pretende fomentar la integración urbana con flujos de comunicación eficientes, y unos espacios verdes interconectados que hagan que la vida urbana no esté plenamente desconectada del medio natural. La tipología edificatoria por excelencia sería la colectiva, para poder reunir en un mismo espacio una masa suficiente de personas, lo que además mejora el acceso a servicios y una movilidad sostenible.
Algunos indicadores de este eje de compacidad serían la proximidad a servicios básicos, la densidad, la relación entre el viario peatonal y vehicular, la distribución y número de aparcamientos, la proporción de zonas verdes y su distribución…
La compacidad urbana no es vivir hacinados, ya que lo que se pretende es mejorar la calidad de vida de las personas y mejorar la eficiencia energética y de nuestros recursos. Por ello no se puede comprender una sola vía de ejecución de este modelo. Es decir, no se puede construir en altura sin planificar una red de espacios verdes acorde, o sin una red de transporte y movilidad eficiente.
En nuestros años de experiencia sabemos que la morfología de las ciudades, sobre todo de sus cascos históricos, es difícilmente alterable, pero si somos conscientes de que es necesariamente adaptable, a las nuevas demandas y retos que se nos presentan como sociedad.
Breve pero muy clara exposición sobre el asunto de la «ciudad compacta», que en definitiva pretende recuperar el concepto urbano pre-industrial, que rememora la ciudad clásica europea, que hace guiños a la ciudad-jardín o a las propuestas de Le Corbusier, que reclama la «escala humana» de los procesos de urbanización, que se hace eco de necesidades acuciantes como el ahorro energético, de suelo, de kilómetros de infraestructuras urbanas…; que incorpora los fundamentos de la sostenibilidad (ambiental social, económica…) y que reivindica, en definitiva, ciudades más amables y habitables. El reto es, obviamente, llevar a cabo con éxito este desiderátum.
«La Ciudad Comprometida» lo intentará, me consta, hasta donde pueda alcanzar.
No necesariamente abordar el tema de la densidad debe ser tomada como una mala opción, lo que se debe garantizar es un equilibrio con la conformación de espacio público suficiente y de calidad, de ser así, mejorará de manera clara la calidad de vida de los habitantes.
Totalmente de acuerdo contigo Joaquín. Esa es la clave, desde luego: propiciar ciudades compactas pero ennlas que los espacios públicos jueguen un adecuado papel para la articulación urbana y para la calidad de vida de sus habitantes. Saludos para Bucaramanga, Colombia!!!
Exelente nota, cabria la posibilidad de esclarecer los conceptos del
diagrama?