Hoy no pude dormir… el retumbar de los sonidos graves de una discoteca lejana (seguramente) me ha tenido en vilo casi toda la noche, hasta que sobre las 04h o bien se apagó aquel machaqueo o bien fue mi resistencia la que al fin menguó…
Al fin y al cabo yo estaba de paso en la ciudad y mi alivio llegará esta noche cuando llegue a mi apartamento de Bogotá, pero me indigna pensar el suplicio que cada día sufren las gentes de Florencia (Colombia), en este caso, que seguramente han asumido ya esa contaminación acústica como algo inevitable o como incluso como un castigo divino, vaya usted a saber… Sin embargo ni la una ni la otra cosa, simplemente se trata de un descarado abuso a la convivencia ciudadana que debe ser resuelto mediante una adecuada regulación y, por supuesto, aplicando las necesarias medidas de control público…
Y al hilo de esto he recordado una reflexión que hice desde La Ciudad Comprometida hace unos años como consecuencia de una magnífica iniciativa de la Diputación de Granada (Andalucía, España), y expresaba lo siguiente:“El ruido es un problema sobre el que se viene legislando desde hace tiempo por parte de las diferentes administraciones, con el fin de mejorar la calidad de vida de los habitantes de ciudades y municipios. En este sentido la Diputación de Granada en colaboración con GRAMSA (Red Granadina de Municipios hacia la Sostenibilidad) ha elaborado una ordenanza tipo, para ayudar a los pequeños y medianos municipios, con menos recursos económicos y humanos, a que regulen los problemas derivados de la contaminación acústica…” y mi compromiso con el urbanismo comprometido y la sostenibilidad ambiental en los núcleos urbanos me lleva a volver a hacerme eco de esa noticia que considero muy importante para ayudar a la mejora de la legislación municipal al respecto.
Por tanto, alcaldía de Florencia, o mejor dicho, municipios de aquí o allá: ¡Claro que el silencio debe estar al alcance de todos… y además constituye un derecho esencial para que dispongamos de calidad de vida!
Por tanto: ¡MANOS A LA OBRA!
http://granadablogs.com/gr-arquitectos/2014/05/05/el-silencio-al-alcance-de-todos/
A veces no hay que ir tan lejos para encontrar emisiones de ruido sin sentido con la sola base de la pésima educación de no pensar en los demás. Los bomberos de Granada, zona Congresos, tienen la molesta costumbre de comprobar sus equipos, sirenas incluidas, a las 9 de la mañana en verano. El verano en Granada no es como recordamos con nostalgia y gran parte de la madrugada soportamos temperaturas superiores a los 24º y cuando refresca, las 6 de la mañana aprox., tienes menos de 3 horas para descansar. Entre tanto han pasado grupos dando voces, personas que juegan con sus perros y les permiten ladrar, pobrecillos que tienen que desfogar. Después están los deportistas domingueros botando la pelota… No solo hay que legislar, sino también se observantes de las normas. Un saludo