Tenía una noticia guardada para leerla luego, algo más despacio, pero ya de por sí su titular evoca toda la tragedia que seguramente quiere contarnos: “Las grandes ciudades fracasan en la lucha contra la contaminación”… ¡Ahí es nada!
Es decir, que allá donde se concentra más de la mitad de la población y de la actividad del planeta se vive en una ambiente nocivo para las personas debido a que nuestro modo de vivir y de trabajar expulsa al ambiente toda clase de residuos tóxicos y o bien la sociedad actual es incapaz de controlar esos impactos, o simplemente la sociedad actual no está demasiado interesada en hacer lo que sea necesario para que no se produzcan… Pero claro, el artículo se refiere a las grandes ciudades del primer mundo, Madrid, Londres, Paris, Atlanta, Roma, Munich… donde con toda seguridad se concentra la mayor modernidad y progreso que existen en el planeta, y también donde seguramente pueda existir una mayor concienciación social sobre estas cuestiones y por ende un mayor compromiso de los gobernantes que, como vemos, aún no han dado con la tecla… porque como vemos ni siquiera está siendo suficiente con haberse dotado a lo largo de los años con un sistema de transporte intermodal, eficiente e interconectado (metro, bus, aeropuerto, ferrocarril…) ni con contar con un óptimo diseño urbano…
Pero, si eso no funciona… ¿Qué pasa entonces con las mega urbes del segundo mundo, el de los países en vías de desarrollo? Ah! Ahí es que ni se coscan ni los que gobiernan porque bastante tiene la sufrida gente que las habita con vivir como puede, moverse como puede y llegar si se puede… con precarios sistemas de transporte y bastante poco eficientes. Pues anda que en Lima, Bogotá, Ciudad de México, Buenos Aires o Sao Paulo están para bromas…
¿Y qué no decir de las nuevas megaurbes de los últimos que se han incorporado a la fiesta, los chinos? Porque como todo el mundo sabe en sus ciudades la relajación es casi total en cualquier asunto que pueda hacerle ni tan siquiera cosquillas al desarrollo por el desarrollo… a cualquier coste (para las personas y para el ambiente)… O de lo que ocurre en las grandes concentraciones de población del sur de Asia, de África, o en los suburbios que envuelven a casi todas las ciudades de América Latina, que son resultado de la improvisación o de la falta de escrúpulos de los gobernantes y de la corrupción…
¡En fin! Que parece que lo que falla es un modo de vida en el que nos hemos acostumbrado a exprimir los recursos naturales de una manera absurda ya que el ser humano, el hombre, el homo sapiens, como colectividad estamos demostrando que somos un verdadero desastre ya que nuestra inteligencia, nuestra capacidad de predecir, nuestra capacidad de innovar, nuestra capacidad de crear, y sobretodo nuestra capacidad de soñar no están siendo suficientes, en absoluto, para que despertemos de esta pesadilla que nos atenaza y que ya está dando signos… ¡gritos! de que antes o después llegaremos a un punto sin retorno… porque habremos hecho tanto daño que la humanidad colapsará…
Así que lamentablemente, como os decía, nuestra capacidad de soñar no está siendo suficiente…