Hoy tenía preparado una reflexión sobre el drama de las ciudades latinoamericanas y lo había ilustrado precisamente a través de las experiencias de urbanismo participativo que desarrollan en Ciudad de México específicamente… pero lo dejaremos para una mejor ocasión…
Ni tan siquiera aprovecharé para hablar sobre ciudades resilientes ni sobre que los males suelen cebarse (o al menos mucho más, claro) en los barrios, en las ciudades o en los países cuyas infraestructuras, cuyos edificios y cuyas normas son más precarios… y aunque muchas veces, las más, son bastante predecibles… sin embargo tienen las catástrofes un cierto poso de azar fatídico…
Hoy por tanto, simplemente mandaremos desde La Ciudad Comprometida un abrazo inmenso al pueblo mexicano y específicamente a los ciudadanos de Ciudad de México.
Recibo este abrazo en medio de mucha impotencia y con mucho cariño. México lleva una historia de terremotos que habían sido superados gracias a todo el esfuerzo que se hace sobre el tema. Estamos a pie de lucha. Una hora antes del temblor, un simulacro le mostraba a los niños que no estuvieron en 1985 cómo actuar. Mis alumnos y compañeros están ya en brigadas de rescate, yo aquí ….con mis colegas, impotente..expectante.