Allá por el año 1984, yo era uno de aquellos corajudos redactores de WADI-AS, una revista informativa sobre Guadix y su comarca, y también por entonces estaba a puntito de terminar mi carrera de arquitecto. Y ya estaba aflorando mi inquietud por todo lo urbano así que, lleno de ilusión, propuse al resto del equipo la elaboración de un nº monográfico sobre el Avance del PGOU de Guadix. Y con la colaboración municipal salió a la calle una revista que desgranaba aquellas propuestas e invitaba a la participación ciudadana. No en vano, la editorial de aquella revista (que me tocó escribir) rezaba: “Guadix a debate: todos tenemos la palabra”.