ES TIEMPO DE CHAN CHAN…

«La Sociedad Comprometida»

Hace unos días con motivo de la invitación que recibí para dar una conferencia en la ciudad de Trujillo (Perú), os daba cuenta de cómo la vida va abriendo puertas para la difusión de los criterios que auspiciamos para el Desarrollo de Ciudades Comprometidas www.dcc-ciudades.com. Y también en esta ocasión aproveché para ayudarles a reflexionar sobre las enormes injusticias que concurren en las ciudades latinoamericanas en general y en Trujillo en particular, marcándoles algunas de las pautas que debieran ser inaplazables para iniciar la transformación de los barrios, de la ciudad histórica, de su espacio metropolitano…

Ruinas de Chan Chan .Fuente: machupicchu.org
Ruinas de Chan Chan .Fuente: machupicchu.org

Siguiendo nuestra costumbre, en justa correspondencia con lo que nosotros también de ellos aprendimos, procedí a realizar una prospección para identificar alguna buena práctica que se esté ejecutando en la ciudad a fin de difundirla, y para mi satisfacción (y la vuestra!) os narraré una extraordinaria iniciativa que se está desarrollando en Trujillo para el rescate y la recuperación de su patrimonio arqueológico más relevante y sobre todo para su puesta en valor social. Por eso, hoy vamos a hablar de CHAN CHAN, «Sol resplandeciente«, una maravillosa ciudad precolombina de adobe, construida en la costa norte del Perú por los chimúes. Es la ciudad construida en adobe más grande de América Latina y la segunda en el mundo. Se ubica al noroeste del área metropolitana de Trujillo (Perú) y fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 e incluida en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro en el mismo año.

 Chan Chan .Fuente: peruredes.com
Chan Chan .Fuente: peruredes.com

“Le damos futuro a nuestro pasado. Lo conservamos. Los logros se cosechan poco a poco. A Chan Chan ya no se le desdeña catalogándolo como ruina, en la actualidad se le llama complejo arqueológico.  Si bien aún hay mucho camino por recorrer, la presencia del estado a través del Ministerio de Cultura durante los últimos seis años, ha permitido que la comunidad local y nacional valore el esfuerzo de centenares de trabajadores y asuman al monumento arqueológico como un reto y una posibilidad desde todas las perspectivas…” explica Henry Gayoso Paredes, director del complejo arqueológico.

Imagen aérea de Chan Chan .Fuente: peruredes.com
Imagen aérea de Chan Chan .Fuente: peruredes.com
Ciudadela de Chan Chan .Fuente: arqueologiadelperu.com
Ciudadela de Chan Chan .Fuente: arqueologiadelperu.com

Eso explica que además de las tradicionales (e imprescindibles) acciones para la consolidación de los restos o de investigación, ellos están impulsando diferentes acciones para llegar al corazón de la gente, y vaya si lo están logrando…:

VERANO EN CHAN CHAN: Cinco años desarrollando talleres que fomentan el cuidado de este preciado monumento. En el verano de 2013, 200 escolares de escasos recursos económicos aprendieron sobre su patrimonio a través de su participación en diferentes talleres denominados  “El saber del barro”.

CRONISTAS ESCOLARES: el patrimonio arqueológico fue escenario de inspiración para atractivas historias que escribieron los alumnos tras escuchar las enseñanzas de arqueólogos y antropólogos, bajo el hilo conductor “Crónica de nuestra identidad”.

MANOS PRODUCTIVAS: forjando nuevos artesanos con enorme potencial para el arte y los oficios manuales, a través de talleres gratuitos en los que incorporaron a multiples objetos “los iconos de la cultura chimú”.

UNESCO Y EL VOLUNTARIADO CHAN CHAN: ayer voluntarios venidos desde muchos lugares del planeta convocados por la Unesco, hoy embajadores de la cultura Chan Chan, e “intérpretes de la cuna de la cultura chimú”.

CHAN CHAN TE QUEREMOS LIMPIO: los ciudadanos comprometidos con la cultura permitieron recuperar parte de la zona intangible retirando toneladas de desmonte y basura “por un patrimonio limpio”.

Y, cómo no, con la definición de LA NUEVA HOJA DE RUTA: que no es otra cosa que la elaboración y aprobación del Plan Maestro para conservar, investigar y poner en valor el complejo arqueológico al 2021, constituyendo un caso sin precedentes para los sitios del patrimonio mundial de Perú.

“Tengamos presente siempre que Chan Chan es como la vida misma, no renovable. Cada milímetro de barro que el clima o el hombre con su acción negativa afecten, se pierde para siempre. Chan Chan es patrimonio, es decir herencia de todos los peruanos y de todos los habitantes del mundo. Es nuestra obligación protegerla, conservarla y difundir sus valores universales. Lo que dejemos de hacer hoy irá en desmedro de este monumento y, lo que hagamos, quedará como impronta en el tiempo, es único testigo de nuestra obra”

Lo dicho, ES TIEMPO DE CHAN CHAN… Felicidades!

En movimiento: “Smart Cities, cerca de la utopía”

«La Sociedad Comprometida»

En esta serie en la que periódicamente os traemos algunos videos de interés,  hemos seleccionado uno de los últimos episodios del programa de TVE “El Escarabajo Verde”, titulado “Smart Cities, cerca de la utopía”, divido en dos partes: En la primera parte, se pone la mirada en Japón. Tres años después del mayor tsunami y  accidente nuclear nunca antes vivido en el país, se acercan a Tokyo y a Osaka para descubrir los últimos avances tecnológicos de empresas en relación con las viviendas inteligentes y cómo, a 50 km de Tokio,  se diseña la ciudad inteligente de  Fujisawa, la smart city en estado de construcción más avanzado en el mundo actualmente. En la segunda parte, se muestra el lado  mas tradicional de Japón, para terminar en Dinamarca y en España (Barcelona).

Pincha en la imagen para acceder a la primera parte del video
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Pincha en la imagen para ver la segunda parte del video.
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LA ABUELA

«La Sociedad Comprometida»

De vez en cuando en el blog acogemos reflexiones de muy diverso tipo de nuestros amigos y seguidores, que publicamos con el mayor de los gustos.  Tal es el caso de este bello relato compartido por D. Jesús Fernández Bedmar, Catedrático de Filosofía y sexólogo, acerca de su abuela, en el que si os sumergís, seguro que encontraréis algo de la vuestra…

LA ABUELA

Mi recuerdo de la abuela es el de una mujer menuda, de pequeña estatura pero fuerte como la que más, con el cabello muy lacio, sorprendentemente blanco y recogido atrás en un pequeño moño que ella misma se hacía con pasmosa facilidad; siempre vestida de negro, incluso el delantal al que tanto afecto tenía era de un tono oscuro, como si aún debiera guardar luto por los que se fueron. La abuela era simpática en extremo, risueña con todos, y siempre dispuesta a contarnos lo que la vida le había ido enseñando, su propia experiencia que no era poca. Solía repetir con frecuencia una frase que acompañaba con el gesto de pasarse la mano por la cabeza, como si estuviera alisándose el pelo, y decía “yo puedo ir por la calle con mi pelo bien tirante”: quería indicar que no tenía nada que ocultar, que podía ir con su cabeza bien alta porque su historia personal gozaba de una claridad fácil de apreciar por cualquiera.

 Su vida fue dura, pero ni más ni menos como lo fue para el resto de sus vecinos; eran tiempos en los que, si había algo en exceso, ese algo era para pocos, de modo que el tener o no tener, para el común de los mortales, no era motivo de conversación habitual, en aquellas noches de verano en el tranco de la puerta cuando, en ausencia de la tele, disfrutaba de la agradable temperatura nocturna en el pueblo: simplemente, no había; de todos modos, en su familia, nos decía, no pasaron faltas.

 La abuela dirigía una casa grande, donde siempre había trabajo para varias personas; tenía varios hijos que, por entonces, prestaban ayuda, lo que se traducía en alegría; una prole a la que había que añadir padres y algún que otro allegado con menos suerte en la vida. Solía aconsejar con absoluta determinación: “lo que tengáis que hacer, hacedlo pronto y así os quedará tiempo para lo demás”

 Ella sobrevivió varios años al abuelo, un hombre alto y fuerte, lo que dice mucho a favor de la fortaleza física de la abuela, campechano como el que más, simpático con todos pero ajeno por completo a las labores domésticas, eran otros tiempos y, desde luego, él no estaba dispuesto a adelantar los venideros.

 Pero, sigamos con la abuela: debido a algún problema diabético o tal vez algún otro problema que la medicina no alcanzó a atajar en sus comienzos, poco a poco fue perdiendo la vista hasta quedar completamente ciega. Sin duda, la progresiva falta de visión le hizo acostumbrarse a no ver y quizás por ello nunca se quejó de tener que depender de quienes la rodeaban. Eso sí, con gran parsimonia repetía otra frase que le gustaba y con la que pretendía eximirse de culpas con el fin de que la dejaran tranquila: “Yo no me meto con nadie, que nadie se meta conmigo”.  La abuela vivió a nuestro lado una larga temporada antes de morir.

 Ya bastante mayor, su deseo persistente era “estar en su casa”, cuando la evidencia era que apenas podía moverse con facilidad sin la ayuda de alguien. Lo decía una y otra vez: “¡Quiero ir a mi casa!”, “¡llevadme a mi casa!”. Y se enfadaba, cuando nadie hacía algo por satisfacer su deseo. En ocasiones, simulé acompañarla a “su casa”. Quizás por ello, siempre creí que me tuvo un cariño especial.

 Llevarla a “su casa” era una operación curiosa y rutinaria, pero en extremo agradable para ella. Tenía su ceremonia que consistía, primero, en el anuncio del traslado,  “¡Abuela, nos vamos a tu casa!”, Ella saltaba de la silla como una bala y, con la mejor de las sonrisas y con gestos de reconocimiento por doquier, decía: “¡Gracias, hijo mío!”. Sus siguientes palabras, en este caso, sonaban como un mandato, apenas se demoraban unos segundos: “¡Trae aquí mi chal!”. No necesitaba otra cosa; siempre estaba dispuesta para salir a la calle, pero el chal era la señal evidente de que ahora sí salía hacia su casa.

 Levantada de la silla y en zapatillas, con gesto de asombrosa dignidad, su cara sonriente, su pañuelo negro a la cabeza y su chal por el hombro, la abuela nos tomaba del brazo con fuerza y empezábamos a andar con paso lento. Nunca salíamos fuera de la casa aunque dábamos vueltas y vueltas al amplio patio, en función de las ganas y del tiempo que ese día había para dedicárselo. De vez en cuando,  simulando ir por la calle, decíamos: “¡Buenos días, María!” o “¡Buenos tardes, José!”, como si nos cruzáramos con algún conocido. Ella preguntaba: “¿Quién es?” y había que aclararle quién era el que “pasaba por nuestro lado”. Así transcurrían nuestros habituales paseos “camino de su casa” hasta que nos parecía que el recorrido era suficiente. Con sumo cuidado, abríamos la puerta de “su casa” –la misma habitación que poco antes habíamos abandonado- y entrábamos.

 La abuela se quitaba el chal, nos lo daba para dejarlo en lugar seguro, se sentaba, respiraba profundamente y, durante un buen rato, una mañana o una tarde completa, era la mujer más feliz del mundo.

 Jesús Fernández Bedmar

 

2014: UN BUEN MOMENTO PARA MIRARNOS AL ESPEJO

“La Sociedad Comprometida”

La entrada en un nuevo año siempre invita a las promesas, o cuanto menos, a la reflexión. Trascendiendo este momento puntual, pienso que también es una ocasión propicia para hacer una reflexión en alto sobre la realidad actual para nuestra tierra andaluza de la que como Ciudadanos Comprometidos no podemos permanecer ajenos… En Andalucía en particular estamos sintiendo con especial virulencia estos efectos perversos de una crisis atroz que debiera exigir una mayor implicación de cada uno de nosotros y de todos en conjunto. En este sentido, queremos compartir con vosotros la reflexión que al efecto ha realizado un amigo de este blog: el Dr. JOSÉ EXPÓSITO HERNÁNDEZ, con quien que no podríamos estar más de acuerdo:

Calle Mesones de Granada, muy concurrida. Fuente: ideal.es
Calle Mesones de Granada, muy concurrida. Fuente: ideal.es

2014: UN BUEN MOMENTO PARA MIRARNOS AL ESPEJO

Sin dejar de reconocer en ningún momento todo cuánto hemos progresado en Andalucía en las últimas décadas (educación, infraestructuras, sanidad) lo cierto es que las estadísticas nos sitúan en una situación muy desfavorable en relación a nuestro entorno, tanto dentro de España y fuera de ella. Las cuatro “P” son devastadoras: las peores cifras de Paro, de Pobreza y exclusión social, nuestros resultados en el informe PISA y, finalmente, en el PIB per cápita, en el que la comparación con otras regiones como País Vasco o Navarra, pero también con Castilla León o Galicia nos produce verdadero pesar. Estas referencias externas coinciden en general con nuestras percepciones y nos hacen ser pesimistas respecto a nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos. Más que otros, desde luego.

Después de 40 años de democracia y de ayudas millonarias de la UE (fondos FEDER), de haber vendido nuestro suelo y de haber permitido la degradación de nuestras costas, tenemos  la certeza de que somos de los españoles que peor estamos soportando la crisis (con más miseria y más paro) y que más vamos a tardar en salir de ella. Y que incluso los desequilibrios dentro de nuestra propia Comunidad son también más importantes (brecha entre ricos y pobres). Esta situación ha ocasionado un enfado social en ocasiones muy arrebatado, aunque pasajero, así como protestas frente a los grandes causantes de esta última crisis (o la ausencia de ellos). Pero no ha suscitado sin embargo ningún debate social serio que nos ayudara a entender qué nos ha estado pasando, qué hemos hecho peor que otros o cuáles son las causas profundas de nuestra peor posición.

Ortofoto de la región andaluza. Fuente: Google Earth, 2014
Ortofoto de la región andaluza. Fuente: Google Earth, 2014

Muchos ciudadanos pensamos que esta reflexión tenemos que hacerla, que no podemos seguir adelante sin que nos plantemos ante nuestra realidad, la analicemos y la intentemos comprender. Creemos que es de todo punto imprescindible que las mejores cabezas de dentro y fuera de Andalucía, nos ayuden a plantearnos el futuro de otra manera. Personas del mundo del arte, de la ciencia, de la sociología, de la historia.., así como ciudadanos de a pié con ganas de tomar partido, tienen que ayudarnos a entender lo que pasa a nuestro alrededor para que seamos capaces de plantear qué sociedad queremos, y qué sociedad no queremos. Que nos permitan entrar sin demagogia en asuntos de calado de nuestra vida diaria: Qué hay de cierto en la cultura de la subvención, qué hay de nuestra ineficiencia productiva, y un largo etcétera.

Necesitamos organizar un gran lugar de encuentro, un macro congreso que no se llamaría ‘Todos contra Andalucía’ si no más bien ‘Los andaluces ante su realidad’. Claro que caben consideraciones de los agravios que como sociedad hemos sufrido, pero lo nuclear debería ser nuestra participación como sociedad en este estado de cosas. Un lugar de encuentro que nos permitan sacar conclusiones pero también plantear nuevos interrogantes e incertidumbre. Una sociedad que no tiene incertidumbre no es dueña de su historia

Con ser imprescindibles, la instancia política está incapacitada para liderar este movimiento. Han dado diarias muestras de su incapacidad para debatir, de su falsa lucha contra la corrupción salvo que sea de la ajena, y de su inclinación casi exclusiva a mantenerse en el poder o de alcanzarlo.  Pero ello no quiere decir que no debamos utilizar las instituciones públicas, de utilizar sus espacios y sus recursos para ponerlo al servicio de esta causa. Sin que esté libre de estas dificultades, es posible que la Universidad pudiera ser el foro adecuado para armar esta propuesta, con capacidad para darle el recorrido en el tiempo que sea necesario y que pueda concitar las suficientes empatías para que nadie se sintiera excluido. Una Universiada, tal vez con otros objetivos.

Quizá esta propuesta pueda parecer muy infantil o muy ingenua. Si alguien tiene algo más interesante es el momento de que lo plantee. Con urgencia. Si pensamos que esta reflexión nos resulta imprescindible, no podemos espera que se resuelva espontáneamente. El 2014 que comienza puede ser un buen momento para mirarnos al espejo.

 

Fdo. José Expósito Hernández.

Crisis «ecoNOlógica»

“La Sociedad Comprometida”

Mucho llevamos leído y escuchado en el último lustro de la crisis, siempre ligado a complejas y controvertidas causas económicas, financieras, especulativas…Pero la crisis medio ambiental y de sus recursos limitados son también causa y efecto dentro de la madeja de la recesión. Asi lo defiende este articulo publicado en prensa del cual os mostramos un extracto:

Fuente: bibliotecaverde.org
Fuente: bibliotecaverde.org

Crisis económica, social y ecológica son tres facetas de una misma crisis. Son interdependientes y se retroalimentan entre ellas. No es sorprendente puesto que nuestro modelo de organización social y económica depende de los recursos naturales disponibles y, a su vez, la salud de nuestros ecosistemas (y por tanto de nuestro futuro) dependen de este modelo socio-económico. Por un lado, la globalización y las economías llamadas modernas están totalmente basadas en la energía y materias primas baratas, abundantes y de buena calidad. Por ejemplo, el transporte o el sistema agroalimentario dependen de los combustibles fósiles en general y del petróleo en particular. Por otro lado, los impactos sobre el medio ambiente del sistema económico son hoy patentes. El cambio climático, de origen humano, es una amenaza para las generaciones futuras y nuestra economía: en caso de seguir los escenarios de Business as usual, los costes del cambio climático podrían ser superiores al 20% del PIB europeo en los años venideros.

Para ilustrar este análisis, tomemos el ejemplo de la crisis del 2008. Es evidente que la falta de control y regulación de los mercados, la avaricia del 1% o la desconexión entre finanzas y economía productiva, son elementos esenciales que explican parte de la crisis. Pero no lo explican todo. Como hemos apuntado, nuestra máquina socio-económica tiene un problema de drogadicción con el oro negro. Por desgracia para ella, desde 1999 los precios del petróleo no han parado de aumentar principalmente por los efectos acumulados del techo del petróleo (es decir escasez de oferta), la creciente demanda en constante aumento (principalmente en los países emergentes como China o la India) y la especulación (que se aprovecha de la tensión entre demanda y oferta) (véase gráfico 1).

Gráfico 1: Precios internacionales del barril de petróleo Brent de mayo de 1987 a marzo de 2009. Fuente: florentmarcellesi.wordpress.com
Gráfico 1: Precios internacionales del barril de petróleo Brent de mayo de 1987 a marzo de 2009. Fuente: florentmarcellesi.wordpress.com

Lógicamente, cuando ya no tiene acceso a buen precio a su dosis diaria, la máquina se pone gravemente enferma. Y más aún si de por sí no está en buen estado de salud (al haber por ejemplo comido demasiados “activos tóxicos”).

Por tanto, el economista Jeremy Rifkin o el sindicalista Manuel Garí tienen razón en afirmar que la actual crisis económica tiene, como uno de sus principales detonantes, el precio de la energía. Junto con otros factores sistémicos (dominio de la economía financiera, connivencias entre mercados y alta política, agencias de calificación de riesgos al servicio de la banca, etc.), formó parte de un cóctel explosivo que desembocó en la mayor recesión desde 1930.

Pero es que incluso si atendiésemos a los factores sistémicos no ecológicos (que sí o sí tenemos que erradicar), la máquina seguiría enferma porque, en el fondo, tiene un problema de metabolismo. Al fin y al cabo, nuestro sistema socio-económico heredado de la revolución industrial es como un aparato digestivo a gran escala con problemas de sobrepeso estructurales. Ingiere recursos naturales por encima de las reservas de la nevera Tierra, los transforma en “bienes y servicios” que (además de ser mal repartidos) no son buenos para la salud de sus glóbulos rojos, y produce demasiados residuos no asimilables por su entorno.

Además este cuerpo tiene una enfermedad añadida: no sabe parar de crecer. Y para alimentar este crecimiento infinito, calculado por el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), necesita absorber muchas proteínas abundantes y baratas (la energía) y quemarlas sin restricción hacia la atmósfera (el 75% de las emisiones de CO2 desde la época preindustrial resultan de la quema de los combustibles fósiles). Eso ocurre en las economías productivistas en general y en España en particular donde, como demuestra Jesús Ramos, “el crecimiento real de la economía española ha ido de la mano de un crecimiento en la misma proporción del consumo de energía” (véase gráfico 2).

Gráfico 2: Relación entre consumo de energía primaria (azul) y PIB (rojo) en España. Fuente: Ramos, J. Dependencia energética en España.
Gráfico 2: Relación entre consumo de energía primaria (azul) y PIB (rojo) en España. Fuente: Ramos, J. Dependencia energética en España.

Dicho de manera simplificada, el PIB es una función de la energía disponible. Cuando no hay suficiente petróleo, que representa el 40% de la energía final en el mundo, no hay “suficiente energía” y no hay “suficiente PIB”. Es lo que hemos verificado desde 1973: no consumimos menos petróleo por culpa de la(s) crisis sino que estamos en recesión (entre otros motivos) por tener menos petróleo. Y la recesión se hace hoy aún más fuerte en los países con mayor dependencia energética en Europa que, casualidad, son Grecia, Portugal, España e Irlanda…

Sin embargo, sanar el enfermo es posible. Por tanto, el paciente necesita urgentemente deshacerse de su “drogadicción al crecimiento” y adoptar un nuevo estilo de vida saludable. Como cualquier ser humano que una vez llegada su edad adulta sigue madurando sin crecer de tamaño, debe reconocer que su bienestar ya no depende del crecimiento del PIB. Debe también solucionar sus problemas de sobrepeso desde una doble perspectiva de justicia social y ambiental: reducir su huella ecológica hasta que sea compatible con la capacidad del planeta a la vez que redistribuye de forma democrática las riquezas económicas, sociales y naturales.

Para acceder al articulo completo titulado “La crisis económica es también una crisis ecológica» en el blog del autor, pincha AQUÍ,