«En Granada (como en tantas ciudades equivalentes) el turismo y lo turístico presiden, seguramente con mayor intensidad de lo soportable, la vida y las decisiones en importantes sectores urbanos… pero no como consecuencia de una estrategia institucional para lograr una ciudad mucho más competitiva y con altas cotas de calidad de vida, o del establecimiento previo de un modelo de la Granada que queremos alcanzar a medio plazo, a fin de que todas las decisiones, o al menos las más relevantes, vayan orientadas en tal sentido…»
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En el corazón de las ciudades, en ocasiones diversos espacios se van degenerando de tal modo que en muy pocos años pueden convertirse en verdaderas bolsas de marginalidad, en las que confluyen diferentes procesos de abandono, de degradación física de los edificios, de obsolescencia urbana en general y sobretodo de vulnerabilidad social de sus moradores.
Por tanto no es una casualidad que la degradación física de los edificios y del espacio urbano, a pesar de que estas zonas muchas veces están ubicadas a escasos metros de las principales avenidas, vaya unida a la presencia de muchas de las modalidades de la degradación social: hacinamiento, drogadicción, desempleo, alcoholismo, absentismo escolar, familias de escasos recursos, inmigración…
Y es evidente que su regeneración no es viable con la aplicación de los simples mecanismos del mercado inmobiliario, ya que suele propiciar procesos especulativos debido a la buena posición relativa de estos inmuebles cuyos moradores pagan rentas muy bajas, por lo que de no mediar la acción pública siempre se termina con la rápida ruina y demolición de los edificios y la consiguiente expulsión de las familias.
En estos casos, es claro por tanto que hay que aplicar políticas públicas y diseñar por tanto operaciones de regeneración urbana. Y deben ser actuaciones integradas porque deben articular medidas sociales, ambientales y económicas, enmarcadas en una estrategia municipal global y unitaria, donde se propicie la rehabilitación de los edificios, la rehabilitación del espacio público y la rehabilitación social de las personas y familias que allí habitan. Y estas acciones es recomendable que se enmarquen en estrategias globales de regeneración que impulsen las administraciones públicas (baste recordar la Áreas de Rehabilitación Integrada que en Andalucía se impulsaron en la pasada década de este siglo en sus principales ciudades con resultados sorprendentes como por ejemplo en el Bajo Albaicín de Granada).
Cuando esto ocurre, es recomendable que se intervenga a través de diferentes instrumentos de planificación a nivel de barrio o de ciudad histórica, mediante los cuales se puedan delimitar los ámbitos específicos en los que se deba intervenir pero en el contexto de políticas globales de regeneración urbana. En dicho sentido, con el apoyo de mi equipo, he tenido la oportunidad de incorporar este tipo de acciones en diversos Planes Especiales (del Casco Antiguo de Guadix o del Sector Alhambra de Granada, por ejemplo) definiendo un tipo de “proyecto urbano” que hemos denominado ARI: ÁREAS DE REHABILITACIÓN INTEGRADA y de las que hoy os quiero mostrar algún ejemplo:
– Objeto: La regeneración urbana de ámbitos urbanos vulnerables, obsoletos o degradados, alcanzando tanto a la rehabilitación de los edificios como a la del espacio público. Tendrán carácter integrado porque deben articular medidas sociales, ambientales y económicas, enmarcadas en una estrategia municipal global y unitaria, formulada a través del Plan Especial.
– Delimitación de los ARI: Para una adecuada gestión de los ARI se considera que el tamaño óptimo de la unidad máxima de actuación debe ser la manzana, pudiendo incluso ser solo una parte de ella. Son, por tanto, ámbitos divisibles para aquellos casos que se considere oportuno atendiendo al estado de la edificación o del espacio urbano, y siempre atendiendo a una mejor gestión. El ámbito delimitado puede ser también un pequeño espacio urbano y las parcelas (edificadas o no) que lo conformen.
– Objetivos: 1) Optimizar los recursos técnicos para la redacción de proyectos unitarios que con un criterio de intervención coherente abarque todo el ámbito delimitado, 2) Optimización de la tramitación administrativa para gestión de una sola licencia de obra y 3) Mejora de la ejecución de obra mediante una licitación única para todo la actuación prevista en el ARI en la que concurran empresas especializadas que permita abaratar costes y mejore la organización de la obra.
– Gestión: Los sujetos legitimados para intervenir en estos procesos de regeneración urbana son, además de las Administraciones Públicas competentes (municipio o gobierno regional, por ejemplo), las comunidades y agrupaciones – forzosas o voluntarias – de propietarios, las cooperativas constituidas al efecto, los propietarios de terrenos, construcciones, edificaciones y fincas urbanas y los titulares de derechos reales o de aprovechamiento, las empresas, entidades o sociedades que intervengan a cualquier título en dichas operaciones, y las asociaciones administrativas que podrán constituirse al efecto, con los siguientes fines:
a) Participar en el proceso de planificación o programación de la actuación.
b) Elaborar, por propia iniciativa o por encargo del responsable de la gestión de la actuación de que se trate, los correspondientes proyectos, planes o programas.
c) Asumir, por sí mismas o en asociación con otros sujetos intervinientes, públicos o privados, la gestión de las obras de mejora y regeneración urbana o, en su caso, participar en una u otra en la forma que se convenga con el responsable de la gestión.
– Incentivos: Las actuaciones de regeneración urbana delimitadas como ARI en el Plan Especial tendrán preferencia sobre otras actuaciones para la obtención de todas las ayudas o las subvenciones de carácter municipal, autonómico o estatal que puedan ser aplicadas en ellas. Así mismo el Ayuntamiento podrá aplicar un régimen especial para reducir al máximo los costes de tasas municipales e impuestos que graven las obras (ICIO, ocupación de vía pública, etc.), pudiendo llegar a tener la consideración de obras municipales. La intervención municipal es ineludible en aquellas ARI, la mayoría, en las que se prevé intervenir mediante la reurbanización y mejora del espacio urbano.
– Obligaciones: Las actuaciones de regeneración delimitadas como ARI en el presente Plan Especial podrán imponerse por la Administración competente cuando concurran las condiciones previstas para cada una de ellas en el Real Decreto-ley 8/2011 de 1 de Julio y en el resto de la legislación aplicable, en cuyo caso les será de aplicación lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 111 de la Ley de Economía Sostenible (en el caso de Andalucía)
– Fichas: Se confeccionan para cada ámbito de ARI en las que se definen aspectos tales como la situación del ámbito, información fotográfica, estado de la edificación y del espacio público, las afecciones al espacio urbano, las afecciones a otro tipo de actuaciones previstas por el Plan referidas a la estructura viaria, de reforma interior, de obtención de suelo para equipamientos, y relación de parcelas catastrales afectadas.
A modo de ejemplo se adjuntan las fichas correspondientesa una de ellas:
El próximo 19 de noviembre se va a celebrar en el centro municipal Aliatar Albaicín, con motivo de los 20 y 30 aniversarios de la inclusión de la Alhambra, Generalife y Albaicín en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, «Alhambra-Generalife-Albaicín 1984,1994-2014 seminario técnico de reflexión sobre el sitio declarado».
Un seminario, organizado por el Centro Unesco Andalucía, que tiene entre sus objetivos reflexionar sobre el estado de los bienes y va dirigido a las personas responsables del patrimonio de la ciudad de Granada, que desde distintos órganos de la Administración, instituciones profesionales, culturales o sociales, tienen responsabilidades directas o indirectas sobre el estado de conservación requerido por la Convención sobre el Patrimonio Mundial.
Desde la Ciudad Comprometida creemos que es una gran oportunidad para crear un espacio de encuentro e ideas en el que los profesionales y responsables pongan en común el estado de conservación actual, y marquen las líneas de futuro, así como un espacio para la reflexión sobre cuales deben ser las pautas a seguir de aquí en adelante para mejorar nuestro patrimonio.
El arquitecto Juan Carlos García de los Reyes, como redactor del PEPRI Alhambra, participará como ponente en «El planeamiento urbanístico como instrumento de protección patrimonial: Los planes especiales de la Alhambra y del Albaicín» junto con otros compañeros. Gracias a él podremos compatir con vosotros próximamente algunas de las conclusiones emanadas de los debates que allí se generen.
Desde hace poco menos de cinco años, soy un asiduo lector y colaborador de este blog, tan inteligentemente dirigido por Juan Carlos G. de los Reyes y he sido bien correspondido por el y su equipo, con el mismo acercamiento mío, que he sentido por ellos. Siendo desde nacimiento, profano en vuestro academicismo laboral y motivo principal del blog, me he enfrentado a temas tan variados como la rehabilitación, la viabilidad de las ciudades, la utilidad de argamasas de construcción, la historia, los proyectos de construcción a mi parecer discordantes con el entorno, la historia imaginada de Granada, la prosa poética, …etcétera, etcétera. Pero llegó el momento en que pensé que era demasiado foráneo a los temas centrales del blog, y decidí seguir siendo lector del blog y participar menos.
Pero siempre cuando dos se entienden y uno se distrae, hay un efecto llamada y a un buen amigo esto no lo pasa por alto. Me refiero al amor por nuestras dos ciudades y a nuestra cercanía amistosa.
Guadix su patria chica, objeto de tus varios artículos ensalzadores de esta gran ciudad (tierra natal de mis antecesores), con su rica historia, con su Sagrada ermita dedicada a la Virgen de la ciudad, en su hermosa catedral del s. XVII, con sus acondicionadas habitaciones-cueva, en las que viven parte de su población, …y con los ricos y amorosos comentarios amelocotonados de Juan Carlos a su ciudad, en los que yo le he acompañado en alguna ocasión (¿recuerdas?)
Yo he sido educado por mi madre, María Dolores Rivera Bas, en amar a nuestra Granada, ella que colaboro con Radio Granada allá por los cincuenta y leído por Mercedes Domenech. Yo le pasaba a maquina cada uno de sus articulillos y bebí en los néctares del amor a nuestra tierra. Por esto, pienso siempre y vivo en nuestra ciudad, como tu, Juan Carlos.
Pienso. De “mi Granada”, sé mucho por lo que he vivido y poco por lo mucho que hay escrito de ella. Dumas, se refería a Granada, diciendo que el mayor placer de verla, era el de volverla a ver. Todas las ciudades del mundo tienen su corazoncito escondido, su duende, pero mi Granada, tiene todos los encantos de todas las demás. Volver a ver a Granada, es recordar lo vivido y principalmente, descubrir “mi niñez”, su vivir en el transcurso de los días, de primaveras y de inviernos, de los gozos y las penas, de sus hijos que la pisaron y los herederos que la habitan.
Y, mi Granada es vieja en los tiempos. Rebuscando en sus antepasados, hay una referencia, de ella, allá por el año 961, de Recemundo, que fue obispo. Fueron sus hijos, túrdulos, visigodos, fenicios, griegos, judíos, romanos y árabes.
Cuando Abdelaziz, invadió Granada, eran tres las “Granadas” pobladas más importantes.
¿Las tres “Granadas?”?. ! Pues sí!. Estaba Casthilla, fortaleza o Cora, poblada principalmente por judíos, desde el siglo III, bajo los barrios actuales de San Cecilio y Santa Escolástica; Elvira, situada bajo lo que hoy es Atarfe, Albolote y Pinos Puente; y Granatha o Arromana, que se derramaba por el cerro de San Nicolás, bajo el castillo del Hizn-Arromán.
Fueron siglos de abundancia, paz y convivencia entre gentiles seguidores de Jesús, la jima de Mahoma y el Paganismo. Hasta que las guerras entre damasquinos, mozárabes y muladíes, por la defensa y posesión de Elvira, eran debeladas por el incendio y el saqueo.
Tuvo una historia larga, llena de grandezas y horrores, Quizás todo se inició cuando desde el Califato de Córdoba y en las postrimerías de su gran imperio, la ciudad de Elvira situada en rica llanura de fértil vegetación, cercana a la actual Albolote (la Puerta de Granada), estaba poblada por gentes de mala catadura, de difícil convivencia entre ellos, pues hacían lo imposible por construir sus casas de tal manera que sus calles se trazaban en la mejor forma para no verse con su vecino, bien construyendo oratorios o corrales, dando salida que no pasase por otra vivienda ajena. A más, eran cobardes y nada sumisos a cualquier autoridad que los rigiese.
Pese a todo ello, eran sabedores de su invalidez en el valor guerrero y llegó el día que decidieron enviar una carta a un conocido jefe berebere de gran valor guerrero, gran inteligencia y sutil palabra de convencimiento, ante quien le discutiese algún razonamiento. Este hombre era Zawi ibn Ziri, sobrino de Habus ibn Maksan.
Como digo, viendo este poblado de Elvira que eran incapaces de entrar en guerra contra nadie, (aunque fuesen “chiribiris” ) y viendo los conflictos entre los principados del al-Ándalus, iban de mas en mayor, le enviaron misiva aludiendo que no habría mejor tierra a defender, ni posición que ocupar, sin derramamiento de sangre y perdida de vidas, que la de Elvira, de tal manera que el pueblo le donaría personas y bienes, de tal suerte, que serian en demasía compensados por contrapartida, en la protección a sus vidas.
Los beréberes Sinhaya, aceptaron, siendo agasajados con ofrendas de regalos en piezas de oro y servicios de gran comodidad para sus alojamientos. A los pobladores de Elvira, se le unieron diversas poblaciones con sus fortalezas de gran parte de la región, cómo Jaén, Iznajar y otros. Estos últimos, quedaron a recaudo del mencionado sobrino Habus. Con lo cual, quedaron de acuerdo en protegerse mutuamente para crear el Estado Ziri, instalándolo posteriormente en otra posición más estratégica de elevado horizonte, mayor que la ciudad de Elvira, que demolieron trasladándose a una colina cercana, poblada por Judíos, que en escaso numero (según antes comenté), viven aquí desde que Adriano, el Emperador Romano, asolara su ciudad-cuna de Jerusalén, llamando a esta tierra con el nombre hebreo de Garnad.
Existe también la creencia de que el nombre proviene por ser donde vivía en una cueva o “Gar”, una hermosa doncella llamada “Nata”, ( de donde viene el nombre de “Garnata”) cerro que oteaba por doquier belleza sin igual, rodeada por hermosa llanura serpenteada por caudalosos arroyos que desembocaban en el Wadi Sanili (río Genil) y frondosas arboledas de álamos y chopos dando sombra en los largos veranos, a un descanso de fácil encuentro.
!Aquí, nació Granada!. Nuestra Granada. Mi Granada. Lugar lleno de encantos, región rica en la que los beréberes, fundaron el reino Ziri, primer reino granadino, aposentándose en lo que denominaron Hizn-Arromán. Sus herederos ampliaron el contorno del reino, construyendo en sus murallas, la Alcazaba Cadina, creando fértiles huertos y frondosos jardines.
Desde esos inicios en el tiempo, el granadino te tiene su recuerdo más cercano y ellos la amaron y cuidaron. Unos fieles a tu cercanía y otros, cómo yo, desparramados por la geografía, pero granados en su sangre.
Aunque mis pensamientos monopolizan el tema al recordar lo que escribía Ángel Ganivet: “Mi Granada no es la de hoy, es la que pudiera y debiera de ser, la que ignoro si algún día será”
¿Cuál es mi Granada?
La que yo recuerdo de mis años jóvenes. La que nació entre mis paseos por el Albaicín, en noches oscuras iluminadas por un firmamento de estrellas, que daban un blanco misterioso a la cresta mágica de la sierra, ilusionándome desde un cobijo abrigado por murallas que me aislaban de un mundo diferente y lejano. Pese a que este año, la he paseado con la tristeza de la ida de un gran familiar mío, cosa que he saboreado los recuerdos con el amargor de la tristeza por alguien querido que se fue. Es la vida. Esta vida que todos nos enseñan a conocerla, pero nunca nos dicen como abandonarla, con filosofía transcendente y sapiencia.
O la Granada de hoy que sigue viva …donde un niño pregunta a su madre “¿a donde vamos mami?….! a paseá, niño, a paseá!” Ciudad circundada por vías que corren puntos locos y un mosaico que se nutre y abarca una vega fértil, verde y nostálgica de sus mil mezquitas, que va perdiéndose por “ensanches mal nacidos” que la ahogan y cubre para siempre aquel verde perdido en el cielo azul de mis años jóvenes, que insospechadamente fue vista impresionada en la eternidad de mi recuerdo.
Si. Mi Granada es esta moderna y viva, que llena su vivir con proyectos y acontecimientos, que la hacen actual y primicia de cualquier noticia.
No. Mi Granada, es la que viví, la que anduve en bajo cielo, la que a media luz se confundía entre jardines verdes, estrellados de jazmines y casitas blancas. La que corri con libro bajo el brazo visitando universidades y saludando a infinidad de conocidos, proyectando cursos de periodismo, actuaciones teatrales o excursiones a la sierra, o guateques en casa de alguien bien vigilado furtivamente por sus padres…etcétera…etcétera. Esa era mi Granada.
Es una vista. Es el recordar. Es un resbalar de luces y sombras, para llegar al río, plata que canta y se une a la virgen nieve, cerrándola en un abrazo maternal, para no dejarla escapar.
Sí. Mi Granada, es un mirar desde la Fuente del Avellano y recrearse en el panorama del Sacromonte, con aquel ir y venir de cobrizos rostros de hilos de azabache que relumbran ante un resplandor de cantos de luna y fuego. Todo ello, cruzado por el camino de la Abadía, camino que recorre el Cristo de los Gitanos, precedido por su Madre la Virgen de la Esperanza; luces, hogueras, saetas y lágrimas, que corren por caras de cera suplicante. Cuadro que vibra en el ayer de sus cuevas, resplandores de horno y ventanicas con ojos flameantes. ! Collar de llamas en danza!
Recuerdo el poema de aquel granadino de cuyo nombre no se precisar, que entre otras cosas, cantaba:
“Actualmente, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, por lo que lograr que nuestras ciudades sean más seguras es un reto a largo plazo que podemos alcanzar… así, la resiliencia y la reducción del riesgo de desastres deben formar parte del diseño y estrategias urbanas para lograr un desarrollo sostenible”.
Con estas palabras comienza el manual que para líderes de los gobiernos locales ha elaborado Naciones Unidas a fin de desarrollar ciudades más resilientes, mejor preparadas ante los riesgos que la acechan, dentro de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (UNISDR), y la correspondiente campaña mundial de difusión 2010-2015.
Este manual ha de proporcionar a los distintos regidores del mundo un marco genérico para la reducción de riesgos y la identificación de buenas prácticas y herramientas ya experimentadas, y para ello crea este foro para el intercambio de conocimientos.
Captura de la web de UNISDR. FUENTE: unisdr.org
Pero para saber en qué situación está cada ciudad, el citado manual desglosa una lista de comprobación con 10 aspectos básicos, con los que se podrá establecer el nivel o estatus en que se hallan cada una de las ciudades que quieran adherirse al programa, o que simplemente quieran conocer en qué posición se encuentran ante la prevención e intervención frente a riesgos.
De manera resumida, los 10 aspectos esenciales para lograr ciudades resilientes son:
Mi ciudad está organizada y coordinada: Desde cómo debe participar la sociedad civil, al conocimiento de cúal es el papel que cada departamento municipal debe jugar.
Mi ciudad asigna un presupuesto a la reducción del riesgo de desastres y ofrece incentivos a los distintos agentes sociales para ello.
Mi ciudad mantiene información actualizada y pública sobre las amenazas y vulnerabilidades de la que es presa, elaborando evaluaciones de riesgo y utilizándola como base para sus planes y decisiones relativas al desarrollo urbano.
Mi ciudad invierte en infraestructuras para reducir el riesgo, ajustándolas incluso al cambio climático.
Mi ciudad ha evaluado la seguridad de sus instalaciones educativas y de salud, mejorándola cuando es necesario.
Mi ciudad aplica sus reglamentos de construcción y de planificación del uso del suelo en cuanto a los aspectos relativos al riesgo, identificando terrenos seguros y, cuando sea factible, modernizando los asentamientos informales.
Mi ciudad lleva a cabo programas educativos, de sensibilización y capacitación, sobre la reducción de riesgos.
Mi ciudad protege las zonas naturales de amortiguación frente a riesgos.
Mi ciudad tiene establecidos sistemas de alerta temprana y desarrolla capacidades para la gestión de emergencias a través de simulacros regulares.
Mi ciudad, tras un desastre, atiende de manera prioritaria a los damnificados, ofertando la reconstrucción de sus hogares y medios de sustento.
Con estas simples propuestas, cada ciudadano, en el derecho que tiene de exigir a sus gobernantes que gestionen bien sus intereses, pero también en el deber que tiene de participar en el beneficio de su comunidad, pueden en apenas unos minutos fijar en qué situación se encuentra su ciudad respecto a la reducción de riesgos de desastres, algo a lo que desde estas líneas invitamos y caso de observar deficiencias en su ciudad lo haga saber a sus regidores.
Y si tus inquietudes te llevan más allá, entre el 7 de noviembre y el 9 de diciembre del presente se celebrará en Panamá el I Curso Taller Internacional sobre Gestión de Riesgos de Desastres y Promoción del Desarrollo Sostenible en los Gobiernos Locales, auspiciado por la UIM (Unión Iberoamericana de Municipalistas) y la propia Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.
Para más información sobre el Manual se puede consultar la página web www.unisdr.org/campaign y hacer cuantas sugerencias se consideren oportunas a isdr-campaign@un.org. Mientras que si lo que quieres es informarte sobre el curso lo puedes hacer en www.uimunicipalistas.org