«La Ciudad Comprometida»
Hoy quiero hablaros de una loable iniciativa, de un grito prácticamente, de los empresarios y comerciantes de la ciudad de Guadix (Andalucía, España), para que de una vez por todas se aúnen todos los esfuerzos que sean necesarios (políticos y sociales) para sacar a la ciudad y más específicamente a su centro histórico de su ensimismamiento y de su “declive urbanístico, comercial, o de habitabilidad”. Y es que la Acci bimilenaria fundada por Julio César, el Wadi-As medieval (“el Río de la Vida”), la sede de San Torcuato, ciudad mudéjar, renacentista, barroca y troglodita necesita un plan de choque, una lluvia de ideas que se concrete en un proyecto compartido para la revitalización definitiva. Para ello han convocado a los responsables de las diferentes las administraciones y a los ciudadanos en general a una reunión abierta que se celebrará en el salón de plenos del Ayuntamiento de la ciudad el próximo día 3 de noviembre de 2015 a las 20’30h. La intención es que desemboque en la puesta en marcha de un verdadero programa de desarrollo integral. Compartido, consensuado, concertado, y real.
Es probable que lo sepáis, pero Guadix, que está ubicado en un hermoso lugar delimitado por increíbles espacios naturales, alberga un Conjunto Histórico de extraordinarios valores culturales (urbanísticos, arquitectónicos, paisajísticos, arqueológicos o etnológicos) en el que las excelencias de su historia, de su paisaje urbano, la concentración del arte mudéjar, la originalidad de sus barrios de cuevas, la monumentalidad de su arquitectura y monumentos, o la fuerza de sus tradiciones centenarias, es necesario que consiga ensamblarse con su vocación comercial, con las bondades de su posición estratégica, y con las excelencias de una comarca cuya magia envuelve a todos los que la visitan por la fuerza de su naturaleza y de sus costumbres, y por la variedad de recursos y atractivos que atesora…
Pero entonces… ¿Qué falla? ¿Qué se hizo mal o quizás ni tan siquiera se hizo? ¿Por qué la ciudad y su comarca van languideciendo, año tras año, con cada vez menos habitantes, con mayores dificultades para emprender nuevas iniciativas? ¿Es el peso de su rica historia el que apesadumbra hasta hacer abortar a las mejores iniciativas? ¿Es acaso la dificultad para consensuar iniciativas? ¿Puede que faltase constancia para definirlas y llevarlas adelante? ¿Faltó liderazgo?
No nos engañemos, la tarea de revitalizar el centro de una ciudad, la ciudad entera o, por qué no, el conjunto de su comarca (porque no es fácil entender una cosa sin las otras) requiere la definición previa de un modelo asumido socialmente, la valentía para llevarlo a cabo, la generosidad de todas las administraciones implicadas, la altura de miras de los partidos políticos para empujar sin mezquindad en la misma dirección, y sobretodo constancia, mucha constancia, para llevar a cabo esas transformaciones que, en muchos casos requerirán ciclos mucho más amplios que los breves tiempos políticos.
Por eso, quiero felicitar a la asociación de empresarios y comerciantes accitanos por su iniciativa, al tiempo que agradecerles que me hayan invitado expresamente para que asista y, como uno más, pueda poner mi grano de arena… Asistiré, asistiré encantado a este evento colectivo. Y quiero terminar afirmando que sin duda esta iniciativa ya ha supuesto el principio de algo prometedor… porque han sido los ciudadanos, articulados en este caso a través de los sufridos emprendedores locales, los que han dicho ¡Basta de languidecer y basta de seguir discutiendo sobre si son galgos o podencos…! ¡Manos a la obra!
