«La Ciudad Comprometida»
Por M. Eulalia Fernández Bermejo. Arquitecta
La importancia del color para la vida cotidiana es algo evidente. Existen muchas teorías que defienden que la “colorterapia” influye en nuestras emociones y en nuestro modo de vivir el entorno, lo aplicamos a diario a nuestra ropa, a nuestros coches, a nuestros muebles… Sin embargo, a la hora de construir nuestras ciudades es algo que no tenemos en cuenta. Generamos ciudades inhóspitas para el habitante cotidiano, ciudades cargadas de grises, inmersas en seriedad y rutina, en los colores que llenan el asfalto, los pasos de cebra, los semáforos, las farolas, etc. Cuanto mayor es la ciudad más gris acaba siendo.