DCC IMPARTE CÁTEDRA EN LA UNIVERSIDAD PRIVADA DEL NORTE

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El pasado 19 de noviembre el Arq. Juan Carlos García de los Reyes, compartió con el cuerpo directivo: José Ignacio Pacheco Díaz (Decano), Martha Uribe Acuña (Directora de Arquitectura), docentes y alumnos de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Privada del Norte, sede Lima, Perú, los Criterios para el Desarrollo de Ciudades Comprometidas.  Ésta comprendió la exposición de cuatro temas:

–          Criterios para el desarrollo de ciudades comprometidas.

–          Arquitectura del paisaje en el mundo rural. La Alpujarra.

–          Proyectos Urbanos en Copiapó. Chile.

–          Planificación Metropolitana en Arequipa. Perú.

Imagen de Juan Carlos García de los Reyes en la exposión. Fuente: elaboración propia.
Imagen de Juan Carlos García de los Reyes en la exposión. Fuente: elaboración propia.

Los criterios parten por una reflexión que técnicos, asesores y políticos debemos hacer porque en nuestras manos está que las ciudades y los territorios inicien un nuevo camino y sin demora, dada las inadecuadas condiciones de habitabilidad y considerando sobre todo que la planificación no está en la agenda política de los gobiernos locales, regionales, ni nacional, y por tanto el “desarrollo” se va haciendo a golpes y de una manera descoordinada, acarreando una gravísima marginalidad, segregación social, etc., que nos deja un paisaje urbano cada vez más gris y ciudades cada vez más decepcionantes; por tanto nos compromete a la colectividad de profesionales: arquitectos, geógrafos, economistas, abogados, etc., nos pongamos a trabajar y formar una visión multicolor y generalista, fruto de la suma de visiones y perspectivas de las diferentes disciplinas, que conlleven a mejorar el medio ambiente urbano que habitamos.

Las reflexiones que se hacen son el resumen de un amplio debate que en las redes sociales se han estado auspiciando los últimos cuatro años, en primer lugar a través de este Blog “La Ciudad Comprometida”; en segundo lugar, a través de la “Red de Conocimiento sobre Urbanismo y Medio Ambiente” de la UIM (Unión Iberoamericana de Municipalistas); y en tercer lugar, el foro semanal del equipo de profesionales de GR Arquitectos; esta suma de reflexiones ha generado un compendio que se ha convertido en un discurso al que llamamos “La Ciudad Comprometida” que seguirá enriqueciéndose con los aportes de las experiencias y buenas prácticas de los profesionales que tengan a bien inmiscuirse en el tema.

El discurso podemos resumirlo en:

  • La urbanística como una disciplina dañada porque la mayoría de las ocasiones las decisiones y las propuestas van más orientadas a aumentar la especulación, el beneficio y el lucro, que a resolver los verdaderos problemas que aquejan a los ciudadanos; por tanto nos obliga a pasar por un filtro que nos permita determinar si los intereses de los ciudadanos tienen que ver con las decisiones que se están tomando, en el que el interés general pese más que el interés particular.
  • La idea de la urbanística en defensa de la ética y de la cohesión social de los barrios, las ciudades y los territorios; y el compromiso de la arquitectura de comprometerse para construir entornos mejores.
    • La arquitectura comprometida con el ambiente debe ser aquella que reconoce en la ecología una necesidad ineludible de su conservación, debemos ser conscientes que más de un tercio de las emisiones de CO2 están relacionadas con la vida de los edificios, por tanto no podemos obviar que en nuestras ciudades la reducción del coste ambiental de los edificios supondría una aportación importantísima en la sostenibilidad de las ciudades.
    • La arquitectura comprometida con la ciudad histórica, entendida a través de la conservación del patrimonio como un recurso cultural, de identidad, y también económico; por lo que debemos trabajar en la sensibilización de los vecinos respecto del patrimonio.
    • La arquitectura comprometida con la sociedad, considerar que se debe fomentar el consumo y la demanda responsable, por lo que deberíamos de reivindicar que esta nueva etapa sea de la responsabilidad, y teniendo en cuenta que una gran cantidad de las emisiones de CO2 se producen a través de los edificios, se debe revisar la manera en que construimos y el concepto de vivienda puesto que la demanda de los ciudadanos de hoy no se parecen en nada a las demandas de hace 20, 30 o 40 años, la movilidad, la estructura familiar, la necesidad de vincular trabajo y residencia, por tanto el objetivo sería “hacer sostenible las ciudades y hacer las ciudades para las personas”, porque sostenibilidad ambiental sin sostenibilidad social no es posible.
    • La idea de que la ciudad desde sus componentes sociales, económicos, ambientales, de diseño, etc., también deben comprometerse.
      • La ciudad comprometida con el medio ambiente, como ejemplo se menciona la huella ecológica, cuyas estadísticas globales nos dice que estamos muy por encima de la capacidad de regeneración ecológica del mundo, por lo que debemos plantearnos como objetivo a corto a plazo que abordemos estos temas, así también las cuestiones referidas a la movilidad son una demanda inaplazable de los ciudadanos.
      • El diseño de la ciudad comprometida, entendida como la ciudad armónica. No es necesario diseñar maravillosos barrios ecológicos, sino que la mayor parte de las oportunidades la tendremos en la ciudad consolidada.
      • La ciudad socialmente comprometida, se expresa a través de propuestas sensatas y que estén echas a escala humana, que los vecinos noten que son propuestas lógicas, y que habitan en una ciudad amigable y armónica, que les permite un fácil acceso a los servicios de educación o sus centros de trabajo, un transporte público eficiente,  que la vivienda aunque modesta resuelva las necesidades.
      • Las ciudades latinoamericanas caracterizadas por ciudades difusas, sin planificación y con desarrollos informales, la población tiende a concentrarse en muy pocas ciudades, el sistema urbano está muy poco desarrollado, encontrándose la presencia de ciudades muy grandes o ciudades muy pequeñas, por lo general desestructuradas, con fragmentación y segregación social, con deficiencia de servicios, el bajísimo índice de espacios públicos por vivienda a pesar de la baja densidad; por tanto si se espera una ciudad democrática y sostenible, la elección del modelo de ciudad es fundamental.
      • Cuál debe ser el papel, la contribución o líneas maestras para la organización del territorio comprometido: básicamente atender a los compromisos de solidaridad y responsabilidad global.
      • Cuál sería el papel del urbanista comprometido:
        • Búsqueda de modelos de crecimientos equilibrados y compatibles con mantenimiento de la autenticidad cultural del lugar.
        • Ayudando a la búsqueda de consenso social y político y que se tomen decisiones responsables con los valores propios del lugar.
        • Favoreciendo la participación y ensanchando la dimensión social del urbanismo local.
        • Asumiendo una función pedagógica del urbanismo que enseñe a hacer ciudad y que apueste por los valores arquitectónicos y culturales.
        • Perseguir desde los planes urbanísticos paliar los déficits heredados y empezar a construir una ciudad amable, integradora, bien dotada, ambientalmente responsable y que juegue adecuadamente su papel en el territorio.
        • La solución a los problemas a través de numerosas miradas con el concurso de números profesionales de diferentes disciplinas que aporten diferentes visiones.
Imagen de Juan Carlos García de los Reyes en la exposión. Fuente: elaboración propia.
Imagen de Juan Carlos García de los Reyes en la exposión. Fuente: elaboración propia.

Lo importante es que aprendamos de aquellos lugares que en su crecimiento ha optado por la salvaguarda de su propia identidad, que han mirado en la ciudad heredada como debe ser la ciudad del futuro, ciudades donde el espacio público tiene relevancia, donde la escena urbana es atractiva, donde son complejas en la mezcla de usos y funciones, donde se conjuguen lo público, lo privado, el lugar de trabajo, las dotaciones, etc., ciudades donde el espacio público no sea un residuo sino un lugar de convivencia. No debemos permitir que se siga dando que los espacios públicos sean maltratados y mal urbanizados, convirtiéndose en el residuo de lo que queda; cuando por el contrario, al momento de diseñar una ciudad o un barrio el espacio público debe ser el primer parámetro que deba de tomarse en cuenta. Por tanto debemos procurar que en nuestros barrios y ciudades los espacios públicos y las dotaciones constituyan sistemas integrados.

Finalmente dejamos algunos cuestionamientos que nos ayudarán a reflexionar ¿Hacemos ciudades para todos? ¿El peatón tiene derecho en la ciudad? ¿De qué manera se transforma la ciudad si se implanta un sistema integrado de transporte público? ¿En cuántas de nuestras ciudades los lugares de máxima accesibilidad, de mayor cualificación ambiental o paisajística, mejor ubicado frente a accesos y transporte público se destina a funciones que fortalecen a la ciudad? Pues, casi siempre se destinan a lo más fácil, vivienda, que no es lo más idóneo.