La vida, que me ha exigido lo suyo y que no olvidó pasarme factura cada vez que pudo, sin embargo también ha sido muy generosa conmigo, como lo demuestran por ejemplo los lugares en los que tuve la dicha de trabajar… Muchas veces en los rincones más recónditos y siempre las más bellas ciudades…
Y hoy os voy a hablar de una de ellas, COPIAPÓ, ubicada en Chile en el corazón de Atacama. Un pequeño oasis en la zona desértica más bella del mundo. Y os invito a disfrutar por unos minutos un bello vídeo del proyecto urbano del Parque Kaukari, y os garantizo que no os dejará indiferentes…
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Finalizamos la primera semana de aniversario de La Ciudad Comprometida releyendo la reflexión:» NOS QUEDA TANTO QUE HACER»:
Hace unos días pude leer en un artículo breve, de esos que incluyen las revistas de las compañías aéreas, en el cual, más allá de la precisión de los datos ofrecidos, se mostraba una semblanza bastante elocuente del mundo actual. Decía algo así:
Si pudiéramos reducir proporcionalmente la población de la Tierra a solo 100 personas, pasarían cosas como, por ejemplo, que habría 57 asiáticos, 21 europeos, 14 americanos y 8 africanos. Por otro lado, sólo de esos 30 habitantes serían blancos y, también, sólo 30 serían cristianos. En el plano social, las cifras son escalofriantes: 70 de los 100 serían analfabetos, 50 padecerían malnutrición y 80 habitarían viviendas precarias…
Como sabéis, desde La Ciudad Comprometida prestamos una atención especial a las cuestiones relacionadas con la calidad urbana y con el derecho a acceder a una vivienda digna. Y por ello solemos dar prioridad en la elección de nuestros proyectos y planes a aquellos que pueden atender de una u otra manera a la mejora general de las ciudades. Y no es por casualidad que hayamos apostado decididamente intervenir en Latinoamérica bajo el concepto DESARROLLO DE CIUDADES COMPROMETIDAS. Ciudades como Cochabamba en Bolivia, Arequipa en Perú, y Copiapó, o Coquimbo en Chile, nos están permitiendo de una u otra manera contribuir en la calidad de vida de sus habitantes y en la promoción de ciudades democráticas, inclusivas, armónicas y sostenibles… en cuyas políticas urbanas, sin duda alguna, la erradicación de las viviendas precarias va vinculada no solo a la mejora general de la urbanización de los barrios, sino también a garantizar unas razonables dotaciones de proximidad y su adecuada articulación con el resto de la ciudad.
Por eso, como os decía, ¡Nos queda tanto por hacer!
Uno de mis últimos proyectos ha consistido en la dirección de los Planes Urbanos Estratégicos (PUE) de una serie de ciudades chilenas, fruto de un programa auspiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU). Una excelente oportunidad para seguir sembrando el territorio de Latinoamérica con los principios del Desarrollo de Ciudades Comprometidas.
Si dirigimos la mirada hacia nuestras ciudades y analizamos cómo las hemos desarrollado, es fácil concluir que en general la geografía ha sido manipulada, que se ha priorizando el crecimiento desmesurado y tantas veces anárquico, y que casi siempre se ha dado la espalda a la propia identidad histórica y paisajística. Por eso es tan importante que trabajemos por una ciudad pensada desde su planificación para paliar los déficits heredados y por empezar a construir ciudades amables, integradoras, bien dotadas, responsables desde el punto de vista ambiental, y que jueguen adecuadamente su papel en el territorio. Y desde esa perspectiva comprometida, hemos visto la oportunidad que suponen estos instrumentos tan innovadores, los PUE, ya que impulsarán procesos de transformación en la ciudad a través de la identificación de una serie de intervenciones en el espacio público con capacidad detonante, y de la programación de su ejecución en el corto y mediano plazo.
Pero de todo ello ya escribiré en una próxima ocasión, ya que el propósito del presente artículo es hablaros de uno de esos proyectos que van a contribuir de manera decisiva para que Copiapó (200.000 hbts. y capital de la región de Atacama, Chile) se convierta en una ciudad atractiva, integradora y con unos óptimos estándares de calidad urbana a fin de poder reforzar su capitalidad como centro urbano y como centro económico. Y me estoy refiriendo al PARQUE KAUKARI, esto es, el proyecto del Parque Urbano del Río Copiapó.
Si bien el PUE de Copiapó elaborado quería centrarse sobre todo en la mejora y en la revitalización del centro histórico, este proyecto del Parque Urbano Kaukari trasciende de tales objetivos para constituirse en una pieza esencial para la articulación de la ciudad en su conjunto así como para la resolución de una serie de cuestiones estructurales largamente anheladas:
La mejora paisajística de la ciudad a través de la restauración y recuperación de la travesía urbana del Río Copiapó, un espacio de alta degradación ubicado en el corazón de la ciudad, cuestión que se aborda directamente con la ejecución del Parque Urbano Kaukari.
La consideración del papel fundamental que en su diseño deben tener las cuestiones ambientales y naturalísticas, a través de la restauración de su otrora vegetación riparia y por tanto a través de la renaturalización del cauce. En la misma dirección se considera muy positivamente la implantación de un sistema de riego ecológico y eficiente en el uso del recurso agua.
La resolución definitiva de cuestiones hidráulicas, garantizando una solución definitiva a las inundaciones que periódicamente se producen por la alta torrencialidad de su cuenca y la dificultad para su regulación. Pero la novedad consiste en que estas soluciones de ingeniería para la protección de las crecidas del río van a ser compatibles con una renovación urbana armónica de sus márgenes a través de un desarrollo inmobiliario en el que primarán las áreas verdes y los servicios urbanos de la ciudad.
Así mismo, su diseño se ha tratado como una pieza urbana unitaria, y de la máxima relevancia tanto por su posición central así como por sus dimensiones longitudinales que la convierten en un elemento fundamental para mejorar la articulación general de la ciudad y de esta con su territorio periurbano. Por tanto esencial para completar la red viaria, para desarrollar el sistema de itinerarios peatonales y en bicicleta de Copiapó, para la implantación de usos y actividades propias de su centralidad, y para lograr un adecuado diálogo entre ambas márgenes del río. Por tanto podemos afirmar que se trata de un proyecto urbano que sutura de la ciudad: una primera sutura ambiental y verde del corredor ecológico entre las zonas agrícolas del norte y del sur del valle Copiapó como lo era el espacio del río hasta hace unas décadas (el oasis del desierto); y una segunda sutura urbana, de carácter transversal para unir adecuadamente ambas márgenes: La marcada linealidad del río se conjuga con la transversalidad propuesta por el parque.
Constituirá un elemento esencial para la construcción de un verdadero Sistema de Áreas Verdes de la Ciudad: Recuperar el río como un espacio urbano accesible, utilizable y como un área verde de grandes dimensiones y de un gran desarrollo longitudinal que además permite a la ciudad reencontrarse con su naturaleza física y con su topografía… No en vano no es posible concebir una urbe moderna y atractiva que no sepa poner en valor y disfrutar del lujo de contar con un río que la cruza…
El Parque Kaukari plantea, además, un desafío de gestión urbana de primera magnitud, al concretarse como un proyecto unitario aunando las diversas voluntades de los servicios públicos involucrados (el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el Ministerio de Obras Publicas, el Ministerio de Bienes Nacionales, el Gobierno Regional y la Municipalidad de Copiapó) junto con los de la ciudadanía, debiendo además conjugar criterios de diseño urbanos, viales, de áreas verdes y también hidráulicos.
Y por último, se trata de un proyecto que tiene garantizada su viabilidad económica: a través de la coordinación de los principales actores involucrados: El Ministerio de Bienes Nacionales en la cesión de terrenos hacia los primeros tramos del parque para su realización. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que lidera el proyecto a través de su Seremi, es el responsable de la coordinación del diseño, de la expropiación de los terrenos aledaños, la ejecución de las obras del parque y la coordinación de las diferentes iniciativas de inversión en el sector. El Ministerio de Obras Públicas es el asesor técnico de las obras hidráulicas, el ejecutor de la Bandera Bicentenario, el encargado del mejoramiento de los puentes existentes y quien desarrolle proyectos de los puentes en el futuro. Y la Municipalidad de Copiapó será la encargada de su mantenimiento una vez concluido.
Lista de programas propuestos para el parque.
En definitiva, se trata de un proyecto ambicioso y multiprogramático que aunará cuestiones de seguridad, con otras de carácter cívico, cultural, recreativo, identitario, vegetal y deportivo… y que supone además todo un desafío de coordinación interadministrativa así como de colaboración público/privada… Un notable avance para que los ciudadanos puedan sentir el desarrollo de una ciudad comprometida.
Para acceder al video de presentación del proyecto, PINCHA AQUI
JUAN CARLOS GARCIA DE LOS REYES es director de GRarquitectos y asesor en urbanismo y medio ambiente de la Unión Iberoamericana de Municipalistas. Dirige en Latinoamérica Desarrollo de Ciudades Comprometidas
Esta edición está dedicada a obras que de alguna manera se acerquen a la naturaleza: Nuestra carátula sintetiza algunos de los diseños que mostramos en esta edición, donde se han optado por formas orgánicas. Nuestro interés por difundir una arquitectura respetuosa de su entorno natural y/o urbano es permanente, queremos resaltar diseños que respondan a este principio y que adopten formas mas cercanas a nuestra naturaleza biológica.
La Ciudad Comprometida esta presente en este número a través de EL PARQUE KAUKARI, UN MAGNÍFICO PROYECTO URBANO PARA COPIAPÓ (CHILE), de Juan Carlos Garcia de Los Reyes: Si dirigimos la mirada hacia nuestras ciudades y analizamos cómo las hemos desarrollado, es fácil concluir que en general la geografía ha sido manipulada, que se ha priorizando el crecimiento desmesurado y tantas veces anárquico, y que casi siempre se ha dado la espalda a la propia identidad histórica y paisajística.
A continuación dejamos una lista con los links a los artículos de la revista de este mes:
Hace unos días pude leer en un artículo breve, de esos que incluyen las revistas de las compañías aéreas, en el cual, más allá de la precisión de los datos ofrecidos, se mostraba una semblanza bastante elocuente del mundo actual. Decía algo así:
Si pudiéramos reducir proporcionalmente la población de la Tierra a solo 100 personas, pasarían cosas como, por ejemplo, que habría 57 asiáticos, 21 europeos, 14 americanos y 8 africanos. Por otro lado, sólo de esos 30 habitantes serían blancos y, también, sólo 30 serían cristianos. En el plano social, las cifras son escalofriantes: 70 de los 100 serían analfabetos, 50 padecerían malnutrición y 80 habitarían viviendas precarias…
Como sabéis, desde La Ciudad Comprometida prestamos una atención especial a las cuestiones relacionadas con la calidad urbana y con el derecho a acceder a una vivienda digna. Y por ello solemos dar prioridad en la elección de nuestros proyectos y planes a aquellos que pueden atender de una u otra manera a la mejora general de las ciudades. Y no es por casualidad que hayamos apostado decididamente intervenir en Latinoamérica bajo el concepto DESARROLLO DE CIUDADES COMPROMETIDAS. Ciudades como Cochabamba en Bolivia, Arequipa en Perú, y Copiapó, o Coquimbo en Chile, nos están permitiendo de una u otra manera contribuir en la calidad de vida de sus habitantes y en la promoción de ciudades democráticas, inclusivas, armónicas y sostenibles… en cuyas políticas urbanas, sin duda alguna, la erradicación de las viviendas precarias va vinculada no solo a la mejora general de la urbanización de los barrios, sino también a garantizar unas razonables dotaciones de proximidad y su adecuada articulación con el resto de la ciudad.
Por eso, como os decía, ¡Nos queda tanto por hacer!