El Colegio de Arquitectos de Granada sigue apostando por la formación cualificada de los profesionales con el Cursosobre Urbanismo Ecológico que comienza el próximo 2 de octubre, que se encuadra dentro del “Plan de Formación de la Estrategia Española de Sostenibilidad Urbana y Local” y colabora Colegio Oficial de Arquitectos de Granada.
Se prolongará hasta 4 de diciembre de 2013 y tendrá con una duración de 75 horas lectivas.
En la visión de la ciudad como un ecosistema la primera necesidad es la búsqueda del equilibrio. La dependencia externa la convierte en vulnerable y las alteraciones que se produzcan van a tener un fuerte impacto en el bienestar de sus habitantes. Por ello la ciudad tiene que tender al autoabastecimiento y generar los mecanismos de amortiguación de las perturbaciones. Debe diseñarse basándose en dos grandes condicionantes: la eficiencia y la habitabilidad, que aseguren el equilibrio entre los flujos de recursos del metabolismo urbano. Sobre esta base se fundamenta la idea de ciudad que considera el urbanismo ecológico y que será profundizada en esta acción formativa.
Aceptamos el envite que nos ha planteado nuestro Amigo Paco Pipó tras la publicación del articulo«La Puerta Olvidada», sobre la Puerta de las Armas de la Alhambra de Granada. Nos ha enviado un texto propio que estamos encantados de compartir con vosotros:
En la noche de mis aventuras de alucinación fantástica, Fátima me recibe en el albaycín. Bajamos hasta la actual Carrera del Darro y empinamos nuestros pies por sendas de bosque, hasta la Puerta de las Armas que da principalmente entrada a la Alcazaba, bien custodiada por formidos guardianes. Seguimos charlando hasta la Puerta del Vino, donde la gran placeta de los Aljibes circunvalaba por los palacios y al medina, abriéndose un gentío alegre y bullicioso de canticos y armas al aire.
Pero sigamos con la escena, pues gran alboroto de trote de caballos interrumpen el ensimismamiento de mis ojos, que siguen escrutando entre la presencia del Sultán y sus gentes.
Un murmullo de admiración corrió por la muchedumbre, ante la llegada de caballos enjaezados a modo cristiano. Dos Caballeros los montaban. Largas espadas pendían de su cintura y en sus pechos las armas de sus títulos.
El camino se abría, al paso decidido de los corceles. Entraron en el recinto, siendo reconocidos por el jefe de la guardia mora. Bajaron de montura. Acompañados y escoltados ante la presencia y estancia real, fueron arrodillándose en pié derecho, descubriendo sus cabezas a modo de saludo cortés, ante el Sultán granadino.
Entraron al espacio del trono, Don Diego Fernández de Córdoba y Don Alonso, quedando pajes y resto de acompañantes cristianos fuera de tal espacio real. Hubo palabras de saludo y correspondencia por parte del Sultán, al que solicitaron la celebración de duelo para redimir diferencias entre ellos, permiso que previamente fue denegado por las autoridades cristianas, por lo que solicitaban amparo del Emir granadino. Quedando en espera de la concesión para situar y fechar el duelo, en tierra granadina.
El beneplácito a tal duelo, fue concedido, y se dicto día y hora para su celebración. Los caballeros dieron palabras de agradecimiento al Emir y apalabraron su compromiso en acudir a la fecha fijada. Pasaron varias lunas y llegado el plazo concedido, comenzaron los preparativos.
En el día acordado, montaron de nuevo un palenque bajo la Puerta de la Justicia e hicieron presencia a la hora acordada, toda la corte granadina.
El día era vivo de luz y el paraje parecía engalanado para gran fiesta. La Puerta de la Alhambra ó Puerta de la Aljamra ó Vino, orlaba el paso de la corte que en jolgorio murmullo ceremonioso, atravesaba la plaza de salida de palacio, ausentes al recuerdo de que sus pies alfombraban de polvo la tumba del infante Don Pedro, muerto en lucha y traído su cadáver a modo de trofeo y su día fue enterrado bajo esta torre. Bajaron por el callejón que flanquea la muralla y Torre de las Rocas.
En esta ocasión, mi presencia se diluía entre los militares del cortejo, pese a que a mis costados no se distanciaban ni un solo paso, dos militares que con cortesana discreción me daban escolta ó guardia, (no se cual de las dos), a cada uno de mis pasos. Fátima marchaba y nos precedía, con el numeroso personal real.
A la Puerta de la Justicia, fueron apiñándose el pueblo granadino, conocedor del acontecimiento, procedentes de los barrios bajos de la ciudad ó del Albaycin, atravesando el puente del río Darro, subiendo las sendas que acercaban a la Puerta de la Armas y franqueando los caminos que circunvalaban a la Alcazaba. Eran revistados por los guardianes de entrada, a fin de que no llevasen armas ó útiles de lucha. También provenían del barrio de alfareros, pasando por la Puerta de Algodor ó de los Siete Suelos.
Bajaban los señores de la corte, desde sus aposentos del Generalife por la Puerta del Arrabal. No se mezclaban con el pueblo, utilizando entradas a palacio y caminos reservados, que daban salida por la Alcazaba dirigiéndose a su lugar, en el palenque real.
El Rey, con amplia marlota azul, espada y capacete grande dorado y negro, caballo con cabezada, pretal y mantilla. Su bella esposa, visiblemente más joven que el Sultán, con almalafa de listas rojizas que garbosamente le caen por su espalda.
Junto a la pareja real, príncipes, magnates, jueces y toda la corte granadina ataviada en ropas de seda de variados colores. Caballeros y militares, con armaduras que lucían al sol las maravillas de la fiesta.
Pareciese gran contento entre la corte palatina por ver a dos de sus enemigos cristianos, hoy tratados como caballeros de alta cuna castellana y por lo tanto, acreedores de la caballerosidad que en tiempos de paz imperaba en las mutuas relaciones cristiano-musulmanas.
Era este, el motivo del esmerado cuido en los preparativos, pues sabido es que teniendo contentos a los cristianos, mayormente pacientes serian para los pagos de parias que periódicamente habrían de ser satisfechas.
Allá a lo lejos, un grupo de caballeros galopaba con destreza, hacia el lugar de encuentro y justa. Hicieron pié a tierra y uno tras otro en riguroso orden de grado, acercándose al palenque.
Presentose Don Diego, besó las manos al Rey, hizo reverencia y cortes saludo a Fátima. Con paso decidido ocuparon los puestos previstos para la ceremonia. Se dispuso a la espera de Don Alonso.
El tiempo iba corriendo y la hora de comienzo se dilataba, aumentando la intranquilidad por un retraso no anunciado y una quietud que aceleraba el cansancio del contendiente y la tribuna real. El pueblo comenzaba a oírse, con risas y cantos de entretenimiento.
En rápido trote de caballos se presentó con notoria tardanza, el segundo contendiente del duelo.
El hecho de acudir a la cita con bastante retraso, por parte de Don Alonso, montó la cólera del Rey moro, que amonestándole por su tardanza, decidió dar por vencedor al esforzado y puntual caballero Don Diego.
Ante una llamada de tambores, se hizo un silencio reverencial. Se levantó el Sultán y en voz alta, grave de palabra, dijo y redactó:
Este real diploma, cuyo contenido es el de otorgar reconocimiento al valor y caballerosidad militar. El Emir, decreta este honrado thahir a favor de Don Diego Fernández de Córdoba, gran caballero.
Dada su gran dignidad, valentía y consideración, le nombro vencedor de este litigio, que aunque no se hubiese decidido por las armas, estas han callado, manteniendo el honor de su dueño, ante la cobarde irresponsabilidad de su opositor, y en razón de los perjuicios ocasionados, que desagradan a Alláh, cuya burla es en demasía, ofensa para nuestra hospitalidad.
Alláh haga larga y duradera su felicidad y guarde a su excelencia, Don Diego Fernández de Córdoba, como asimismo a su familia y descendientes.
Por tanto, el referido caballero, queda en su poder el correspondiente Thahir, como Real Diploma, distinción y honra, por la que se alcanza el rango favorecido no solo por la buena suerte y sí por el valor que le hace aspirar los perfumes exhalados por el céfiro de la bella aurora.
En el bendito nombre de Alláh, nos de a conocer su bien. Salve a nuestro profeta Mahoma y a sus familiares.
Thahir emitido en la sublime y sempiterna corte de Granada.
Año 889 Muley-Hássan
La lectura fue seguida en gran silencio. El pueblo decepcionado por la falta del festín, elevó su protesta, por tan pronta conclusión y falta de espectáculo.
Visto esto, el Sultán abrió la fiesta con la lucha entre fieros perros y un bien armado toro, que fue la apertura en desagravio, a un día que se alargó hasta bien entrada la noche. Por supuesto con gran contento del populacho, que en su incesante diversión comían toda clase de frutos, buñuelos y tortas de harina tostada, entre una nube de aromas y aceites hirvientes.
Entre tanto jolgorio, se puso en marcha una carrera de corceles enjaezados a la usanza musulmana que goza de gran colorido y aparejos en el caballo, de mucha vistosidad, los jinetes paseaban orgullosos sus corceles entre el publico que vitoreaba a tan gallardo desfile, dando paso a una rápida cabalgada con demostración en arriesgadas formas de montar y manejo de armas.
!Que maravilla!
…y el jolgorio se engalanó con las luces del alba….
Hoy tenemos el placer de mostraros una aportación al blog de nuestro gran amigo y seguidor fiel Paco Pipó que, desde la distancia o en sus visitas a Granada, siempre nos acompaña:
Visitar Granada. Siempre que vuelvo a mi tierra, lo hago con la esperanza de descubrir rincones que me den sensaciones nuevas o que hagan revivir emociones pasadas. Y en verdad, que siempre tengo algún encuentro o lugar que me de motivo para retornar a mi hogar catalán, con el gozo de un saber, que me incentiva a tener a mi tierra como en una biznaga de sentimientos vivos. Cada año tengo la suerte de descubrir algún lugar que olvidado, tiene aun el sabor perdido en el recuerdo o bien de encontrarme con un familiar o amigo con el que amenizar la memoria del pasado o la voluntad del futuro.
Este verano pasado tuve el reencuentro con mi amigo y familiar, Gerardo, estudiante de farmacia en nuestros días jóvenes y hoy un enamorado de Granada y sus tesoros aun por descubrir (es tan amigo, como familiar y nunca sabré que es primero). De manera que nos tomamos unos tejeringos en la Plaza de Mariana Pineda y después comenzamos a subir para el Realejo, San Cecilio o Campo de Príncipe o barrio del Mauror (sin los hebreos que en 1066 degollaron los musulmanes).
Ya comenzamos por quejarnos de las barbaridades arquitectónicas que rompen la identidad tan hebrea y granadina del lugar. Y llegamos a su Carmen que es un arrebujo artístico de parcelas, con edificio bien acondicionado al lugar y ajardinado en trescientos sesenta grados a la vista contemplativa, que causa envidia santificada en su contemplación. Allá tenemos a nuestra Sierra Nevada, más acá me veo a los pies de la Torre de la Vela, dos pasos más, el mosaico urbano de la ciudad con su elevación monumental de la Catedral o el edificio de la Memoria de Granada y el bloque anguloso de Caja-Granada y al final, el restante manto verde de la veguilla granadina.
Pero, acá no queda mi comentario. Es conocido en este foro de Juan Carlos García de los Reyes, los ríos de tinta que han fluido de articulistas y comentaristas, sobre el tan traído y llevado tema de la REHABILITACION DE EDIFICIOS HISTORICOS. Y por ello, hoy me dirijo a vosotros.
Dejamos su real y magnifica residencia granadina, para anunciarme la compra que hizo de un derruido habitáculo árabe del realejo. Por lo que nos dirigimos a la Cuesta de Rodrigo del Campo, avisándome que la tiene en obras por rehabilitación. Lo primero que me encuentro, es una aljibe árabe en su fachada exterior, que es el mas antiguo de la zona y único publico que aun se conserva en la orilla izquierda del Darro.
Como podéis contemplar y a mi entender lo vi muy bien conservado y restaurado. Una joya. Esta emplazado bajo la vivienda original del siglo XIV, que se puede visitar en horario reducido. Presenta una fachada de arco de ladrillo en herradura sobre deterioradas impostas de piedra arenisca con moldura en perfil de nacela, cuyas enjutas aun se conservan. Los azulejos son policromados de trazado mudéjar que proceden de una restauración de 1892, es de una gran similitud tipológica con el aljibe del Trillo, es decir de la misma época. Interiormente consta de una sola nave de capacidad, con la originalidad de que sus esquinas no son anguladas y si redondeadas, todo ello bajo una sola cúpula que da cubrimiento. En 1985 tuvo que ser reconstruido en parte, dado que se reutilizó como taller de carpintería, remodelación que efectuó su antiguo propietario, don Manuel Aguirre Soria. Así me lo explica Gerardo.
¿La vivienda? Pues en las siguientes fotos podréis observar las fases de rehabilitación que se han efectuado, comenzando cómo estaba al principio y el avance de obra que se esta llevando.
Con este articulo he querido participar en la querencia bien argumentada de cada uno de los artículos y comentarios, en este foro implementados. Y con ello, quiero colaborar en la fundamental directriz de un interés loable de cada granadino que amando su tierra pone su inteligencia en llevar a buen fin la identidad de nuestras señas culturales. Y no es necesario, porque así se lo he repetido en cantidad, el agradecimiento a este amigo y familiar, Gerardo Mora, que con su sensibilidad y posibilidades, es digno que yo le llame “GRAN GRANADINO”
Mañana más de 2000 estudiantes tiene una cita en la Vega de Granada. Se trata del Proyecto Vega-Educa, una iniciativa que engloba a unared de centros educativos con el objetivo de promover el desarrollo de actividades que favorezcan la sensibilización respecto al cambio climático.
Con el lema “Piensa en global, actúa en local” se traslada el problema mundial del cambio climático a la defensa local de la Vega de Granada como iniciativa encaminada a disminuir las consecuencias de dicho proceso, a través de poner mirada en el entorno más inmediato de los granadinos.
En esta edición de Vega Educa, la cuarta, conectada con la IV EcoMarcha, alumnos de la Universidad de Granada y de 132 centros educativos de toda la provincia saldrán a realizar una ruta en bicicleta para reivindicar la Vega como seña de identidad.
La concentración partirá mañana día 25 de Abril desde la sede de la Diputación y culminará en el Museo Memoria de Andalucía donde se sucederán una serie actos entre entregas de premios y lecturas.(pincha aquí para más información)
Esta ciclo ruta es una más de las actividades dentro del proyecto Vega-Educa, que pretende a través de actividades formativas y lúdicas el fomento del conocimient,o por parte de nuestros jóvenes y desde las escuelas y centros, de los valores de la Vega como icono de la identidad granadina, continente y contenido de un inmenso patrimonio cultural, arquitectónico, etnográfico…
Nos agradan enormemente este tipo de iniciativas, más aún cuando se trata de concienciar a la juventud de la necesidad de preservar y valorar debidamente un ámbito como este. Desde La Ciudad Comprometida siempre hemos defendidoque su entendimiento, protección y puesta en valor debe encuadrarse a través de la figura de planeamiento que actualmente se encuentra en tramitación: El Plan Especial de la Vega, más que mediante su declaración como BIC- Zona Patrimonial. (Mucho más idóneo para resolver todas las cuestiones que atañen a este espacio singular, que no son solo de carácter patrimonial ni agrícola). Pincha aqui para acceder al documento.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de oír de nuevo a Moneo. La semana pasada ya hicimos una reflexión sobre su visita, que podeis recordar aqui:»Válgame Moneo«. Esta vez nos habló de dos obras y un proyecto en los que el arquitecto, maestro de maestros, nos mostraba en distintas escalas cómo las condiciones de partida del encargo pueden hacen variar el resultado final: desde la trama impuesta de la Universidad de Corner en Nueva York materializada en un prisma más de la gran manzana, pasando por la poesía seca y bella, intimista y oteiziana, de la pequeña parroquia donostiarra junto al Urumea (con sorpresa en el sótano); y para terminar, como no, la controvertida estación del AVE de Granada.
Solo un breve comentario al hilo del proyecto de Moneo para Granada:
El análisis previo para justificar la situación de la estación es obvio para cualquier técnico, ya sea arquitecto o ingeniero de caminos, como obvio resulta para cualquiera que sea usuario del tren: lo que diferencia al AVE del avión es que el primero te lleva al corazón de la ciudad (ahí están los ejemplos de Madrid, Sevilla, Barcelona, Valencia, Málaga….). Granada tiene una gran superficie de uso ferroviario en su corazón, no aprovecharlo sería un gravísimo error que pagarían muchas generaciones. Y la clave y el acierto del proyecto de Moneo está en apostar por el Camino de Ronda como la gran puerta de acceso a la estación, pero con unas impresionantes vistas de la Alhambra y de Sierra Nevada, algo solo posible en Granada, en ese sitio, y de ese modo. Por supuesto estación y acceso del AVE soterrados, cosiendo ciudad y creando nuevas oportunidades. Si hay que esperar mejores tiempos, espérese y hágase una terminal provisional donde puedan llegar los trenes de alta velocidad. Ya llegara el momento de hacer la definitiva, pero por favor, no se yerre otra vez. Ya tenemos suficiente con el tortuoso trazado del metro ligero que cruza serpenteando, no se sabe muy bien cómo, salvando el espacio natural para la gran actuación ferroviaria que Granada se merece en este inicio de siglo XXI.
Me pareció que Moneo no sabía (o, quizás diplomáticamente, no quiso demostrar que lo sabía) que en el año 2000, con el acuerdo de treinta y dos municipios de la aglomeración urbana de Granada, la Junta de Andalucía aprobó un plan que proponía que el transporte metropolitano, al entrar en la capital, debía abrirse en dos ramales que discurrirían por dos de sus calles más importantes, trazadas entre el final del s. XIX y el primer tercio del XX: la Gran Vía y el Camino de Ronda. De haberse ejecutado el trazado del metro ligero propuesto por el POTAUG se habría conseguido casar bien con la acertada propuesta de Moneo para la estación de Granada, consiguiendo además una limpia intermodalidad entre el tren de alta velocidad y el transporte metropolitano con plataforma reservada en superficie, abrazando éste a la nueva estación por el Norte y por el Oeste, con dos paradas, una por cada ramal, una en la parte superior de Andaluces y la otra en el inicio del Camino de Ronda frente a la bella ventana panorámica planteada por el arquitecto navarro.
Buenas ideas. Al final, tras la conferencia, vi a Moneo acorralado.
Gabriel Fernández Adarve, Arquitecto de GRarquitectos