«La Ciudad Comprometida»
Hace unos días os presentamos la serie de Urbanismo Bioclimático, que hoy queremos continuar con este primer artículo sobre Clima, microclima, estrategias urbanas generales. Como ya explicamos uno de los fundamentos de este tipo de concepción urbana es la eficiencia energética, para minimizar los impactos que genera la ciudad sobre el medio, y fomentar, con estrategias sostenibles, el confort y la calidad de vida.
Por ello partimos de la base de que hay que conocer el medio y el clima urbano para poder plantear las estrategias y gestionar los recursos de una manera sustentable.
En primer lugar es necesario realizar estudios previos pormenorizados de las condiciones del microclima urbano, analizando factores como la captación de energía solar, de forma activa y pasiva, las coordenadas solares, que engloba varios factores entre ellos por ejemplo la altura solar en los diferentes meses del año; la cuantificación de necesidades térmicas, el estudio de las cartas bioclimáticas, las temperaturas y la isla de calor urbana, el viento y sus direcciones, la humedad y calidad del aire, y un largo etcétera. El análisis de estos elementos nos conducirá a una serie de conclusiones para poder realizar un diagnóstico preciso y determinar que estrategias se han de seguir.
Así el diseño bioclimático de Vitoria-Gasteiz se basa en dos fundamentos: El diseño por sol, donde se engloba en primer lugar soleamiento de edificaciones y sus condicionantes urbanos, como la orientación de las calles, la tiología edificatoria, el ángulo de obstrucción solar, etc ; y en segundo lugar el soleamiento en los espacios urbanos, donde se estudia las zonas de solana y umbría y la acción de la vegetación sobre la radiación solar; y el diseño por viento, sobre las edificaciones y los espacios públicos.
Las estrategias urbanas que de todo esto emanan son de muy diversa índole. Van desde las diferentes tipologías edificatorias y soluciones constructivas (huecos de fachadas y su orientación, terrazas, elementos de protección no opacos, etc..), integración de sistemas de captación solar, utilización de la vegetación de hoja caduca como protección y captación solar, la planificación de los espacios públicos y la importancia de evitar la obstrucción solar a los mismos por parte de edificios próximos…
Todas estas estrategias tienen como fin lo expresado al comienzo de este artículo: generar unos espacios urbanos donde prime la eficiencia energética y el bienestar social, haciendo un uso responsable de los recursos disponibles. Utilizar los conocimientos de los factores climáticos y orientarlos hacia una concepción urbana respetuosa, como medio para mejorar la calidad de vida de las personas. Esta concepción de urbanismo no solo beneficia a los habitantes de la propia ciudad, sino a una escala más amplia, ya que los principales problemas ambientales afectan a escala global, pero tienen solución a escala local, y este es el camino.