Hace años (en 2006) concluí el Plan de Ordenación y de Protección del Barranco del Poqueira (Alpujarra, Andalucía, España), lo que requirió de grandes dosis de pedagogía y de determinación, pero felizmente aquellas gentes sensatas eligieron el camino de la sostenibilidad y de la responsabilidad.
Pues bien, hoy quiero rescatar de aquel plan algunas ideas sobre sus innovadoras propuestas, precisamente aquellas referidas a la PROTECCIÓN DE SUS HUERTOS URBANOS… ¿Quieres conocerlas un poco más? Pues pincha en la imagen para acceder al artículo de LA CIUDAD COMPROMETIDA
Este domingo pasado, como casi todos ellos, decidí salir a la montaña para hacer senderismo y cargarme de vitalidad… Recordareis que una de mis frases favoritas es esa que dice:
¿Qué hay en los paisajes que no sea una cierta fertilidad en mí?
Pues bien, en esta ocasión recorrí el Barranco Alcázar, en la cara Norte de Sierra Nevada (Jerez del Marquesado, España), primero ascendiendo por su margen izquierda hacia el área recreativa de La Tizná, y ya tras el bocata, descendiendo por su margen derecha. Conociendo un maravilloso paisaje cultural que nos iba narrando cómo el hombre del lugar se relacionó con la montaña y supo convivir con ella.
En realidad el hilo conductor del recorrido fueron las diferentes obras de ingeniería que a lo largo del siglo XX se hicieron para producir electricidad destinada fundamentalmente para las cercanas Minas de hierro de Alquife, hoy clausuradas pero que durante décadas han sido la única fuente de trabajo de toda la comarca del Marquesado. Aunque lógicamente durante el recorrido en cierto como pudimos identificar los vestigios que a lo largo de la historia dejaron estas gentes, con sus costumbres, en el lugar…
Así pues, iniciamos nuestra senda recorriendo un antiguo camino de arrieros que cruzaba la Sierra y que discurrió en gran parte por uno de los “cortafuegos” del bosque de coníferas que fue sembrado allá por los años ’50 y que en apenas unas décadas ha trasformado el paisaje comarcal. Pero enseguida llegamos a los primeros ingenios para producir electricidad, de los muchos que hay en este valle: Las Centrales Hidroeléctricas del Marquesado. Todo un sistema conformado por la recogida de agua de los arroyos y su canalización a través de un canal para que no mucho después, una vez conseguido un gran desnivel respecto del río, caer con toda la fuerza hacia una Central Hidroeléctrica y sus turbinas para producir la electricidad que permitió modernizar las Minas de Alquife.
Y durante el recorrido que nos ocupó unas cinco horas, apreciamos todos los elementos que conformaban estos sistemas de generación de electricidad, absolutamente innovadores para su época y que trajeron la “modernidad” a estas montañas… Canales, balsas de acumulación de agua, cámaras de descarga, la casa del guarda, las tuberías, las centrales con sus turbinas… Un maravilloso patrimonio de arqueología industrial que ojalá que más pronto que tarde pueda sea objeto de las obras de conservación (e incluso de puesta en uso puntual) para que pueda ser “contado” a los visitantes… Por lo que aprovecho desde aquí para mandar un fuerte abrazo y todo mi apoyo a Juan Carlos Guerrero (investigador/soñador local) que está intentando impulsar estas iniciativas…
Y durante el recorrido visitamos una vaquería, o recorrimos diversas acequias de riego, con sus partidores, nos acercamos a las plantaciones de castaños… y de alguna manera, visualizamos también la exquisita manera con la que el hombre popular se relacionó con el medio en el que vivía y con el que convivía…
En definitiva, una maravillosa mañana teniendo como una guía excepcional a la fotógrafa Nuria Hernández, en unos parajes sobrecogedores, que me cargaron de energía y también de pensamientos… y quién sabe si también de proyectos…
Hace unos días, con motivo de una de mis reflexiones en La Ciudad Comprometida, en la que hablaba de la orfandad que aqueja a los minúsculos municipios de La Alpujarra (Comarca andaluza ubicada entre las provincias de Granada y Almería), mi apreciado amigo, el arquitecto onubense Guillermo Duclós Bautista, uno de los especialistas con mayor sensibilidad que conozco, para mejor ilustrar mis palabras quiso compartirnos en las redes sociales su “álbum fotográfico” sobre esta tierra y yo, claro, le propuse compartirlo mejor con todos vosotros, para lo cual os las muestro aprovechando para rescatar unas palabras que escribí hace tiempo sobre “Paisaje y Hábitat en La Alpujarra”, en la seguridad de que ambos discursos se reforzarán mutuamente:
“El paisaje constituye, sin duda, uno de los elementos más significativos de la Alpujarra – Sierra Nevada. El paisaje de éste ámbito se caracteriza por la intensa humanización y el equilibrio que tradicionalmente ha existido entre el aprovechamiento del medio y la conservación de los recursos ambientales existentes. De esta simbiosis surge un ámbito peculiar, donde tanto valor e interés tienen los núcleos de población como el propio medio natural en el que se inscriben.
Se trata de un área montañosa en la que incluso se localizan las mayores cumbres de la península Ibérica, extendiéndose las comarcas alpujarreña y del alto río Nacimiento, respectivamente, por las vertientes meridionales y septentrionales de Sierra Nevada. Un amplio espacio situado entre las provincias de Almería y Granada, relativamente aislado del exterior por la escasez de comunicaciones, pero aún más recóndito internamente debido a la compartimentación a la que obliga la complejidad del relieve.
El hecho montañoso es, sin duda, la condición geográfica más determinante del área, lo que ha conllevado, entre otros múltiples efectos, el arraigo de una cultura tradicional, el refugio de unos modos de vida ancestrales y de unas formas de hábitat (asentamientos) y habitación (construcciones) singulares.
Se expresa en ésta una sola realidad paisajística que la hace perfectamente identificable respecto a otros espacios. Pero, a la vez, posee tal diversidad interna que se la puede considerar como un extenso mosaico de muy diferentes formas, tamaños y colores.
Este mosico se traduce en elementos tan diversos como las altas lomas cubiertas por verdes masas forestales, pastizales y cultivos hasta las vegas que se encajan en los fondos del valle, pasando por los aterrazamientos de ladera construidos por paratas de piedra y salvaguardados con árboles en los linderos y las mollares laderas cubiertas de almendros y vides.
Esta diversidad de paisaje y los matices que surgen por cada rincón suponen una vivencia de sensaciones visuales, auditivas y aromáticas únicas.
Los núcleos tradicionales de la comarca, constituyen una de sus más importantes manifestaciones culturales y representan una perfecta muestra de equilibrio entre el asentamiento humano y la naturaleza. Además, juegan un papel integrador que conforma el territorio y el paisaje, manteniendo sus características y convirtiéndose en las señas de identidad comarcal.
La arquitectura tradicional presenta un indudable carácter unitario siendo quizás el más evidente de los distintivos de la comarca. A ello contribuye la belleza de las construcciones, pues en ellas se combinan magistralmente la asimetría de sus volúmenes con el equilibrio en sus medidas y proporciones.
La casa popular es parte integrante del paisaje en un buen ejemplo de armonía con la naturaleza. Los materiales presentes en el entorno son los elementos básicos para su construcción, adoptando una estructura a base de formas cúbicas. Las edificaciones, caracterizadas por sus techos o terraos cubiertos de launa, se encaraman sobre los barrancos y laderas creando conjuntos urbanos que se despliegan como mantos blancos que contrastan sobre la montaña.
De manera recíproca, el paisaje natural se convierte en protagonista en la escena urbana de los núcleos, manifestándose desde los miradores, paseos-mirador, por encima de las edificaciones o enmarcado por las mismas, cualificando de esta manera los recorridos urbanos y convirtiéndose en un valor añadido al indudable interés ambiental de los pueblos de la comarca.”
Hace unos meses, Ignacio Henares, Director Conservador de Sierra Nevada, comentó nuestro artículo “Sierra Nevada, un laboratorio de excepción para el cambio global”, anunciando que pronto publicarían los primeros resultados del Observatorio de este Espacio Natural Protegido andaluz en torno al cambio global. Y ese día llegó el pasado martes 3 de noviembre.
Al igual que entonces quisimos dedicar una serie sobre este ejemplar trabajo de investigación (que escribió Natalia Palomares, asesora ambiental de Desarrollo de Ciudades Comprometidas) ahora estamos encantados de presentaros la publicación “LA HUELLA DEL CAMBIO GLOBAL EN SIERRA NEVADA. RETOS PARA LA CONSERVACIÓN”, que constituye el informe de resultados del meticuloso trabajo llevado a cabo durante años por el Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada.
Sobre dicha presentación, a modo de ejemplo, quisiéramos destacar las intervenciones de su director Javier Sánchez; la del catedrático del departamento de Ecología de la UGR, Regino Jesús Zamora; y de nuevo la de su conservador Ignacio Henares. Todos ellos pusieron de manifiesto la gran labor de transdisciplinaridad llevada a cabo en este proyecto, la gran coordinación entre técnicos, científicos, gestores y administraciones, que hicieron de este proyecto tan ambicioso, una realidad.
Su gran labor de buscar soluciones planetarias a ese gran desafío que es el cambio climático y global les ha llevado a analizar de forma precisa lo que está ocurriendo en Sierra Nevada, para cuantificar los efectos del cambio climático en esta región de montaña, desde una óptica multidisciplinar, a través de un seguimiento exhaustivo de una serie de indicadores de los elementos biofísicos, ecosistémicos y físicos. Todos estos trabajos se han volcado en esta nueva publicación, que además tiene un fin divulgativo y de sensibilización de la sociedad; empresa a la que, desde La Ciudad Comprometida queremos sumarnos, ya que si bien se trata de un reto global, debemos sentirnos muy orgullosos de que Andalucía y España estén en la vanguardia de su investigación. Por último presentaron el programa LIFE ADAPTAMED para la adaptación al cambio climático, del que os hablaremos próximamente.
Queremos darles la enhorabuena a todos los técnicos, científico, gestores e instituciones implicados, ya que con estas acciones van asentando las bases del conocimiento hacia las grandes soluciones que necesitamos para frenar uno de los principales problemas de nuestra era, el cambio global. ¡Gracias por tanto!
La semana pasada nos hicimos eco de la inclusión de Sierra Nevada en la Lista Verde Mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Nos parece una gran noticia por ser el primer enclave español que por primera vez está recogido en esta lista, y no queremos que esta noticia pase desapercibida.
En nuestro blog hemos hecho innumerables artículos sobre este espacio y sus alrededores, sobre su biodiversidad y su clima, así como sus paisajes, pueblos y sus formas de vida, nuevas y antiguas. Siempre nos ha parecido que Sierra Nevada con todo lo que abarca, es un tesoro natural y sociocultural que merece la pena conservar. Desde el blog «La Ciudad Comprometida» siempre hemos tenido presente nuestra labor de difusión para darlo a conocer en sus inmensas facetas. Para nosotros ese ha sido nuestro pequeño granito de arena para con Sierra Nevada, desde la humildad de personas plenamente convencidas de la importancia de este espacio.
Por ello hoy queremos hacer un pequeño homenaje con este pequeño recopilatorio de artículos que estos cinco años hemos publicado sobre «nuestra Sierra» más emblemática y conocida.