En esta serie en la que periódicamente os traemos algunos videos de interés, hemos seleccionado uno de los últimos episodios del programa de TVE “El Escarabajo Verde”, titulado “Smart Cities, cerca de la utopía”, divido en dos partes: En la primera parte, sepone la mirada en Japón. Tres años después del mayor tsunami y accidente nuclear nunca antes vivido en el país, se acercan a Tokyo y a Osaka para descubrir los últimos avances tecnológicos de empresas en relación con las viviendas inteligentes y cómo, a 50 km de Tokio, se diseña la ciudad inteligente de Fujisawa, la smart city en estado de construcción más avanzado en el mundo actualmente. En la segunda parte, se muestra el lado mas tradicional de Japón, para terminar en Dinamarca y en España (Barcelona).
Nuestro amigo Mario Gabriel Madrid nos ha recomendado el siguiente artículo de opinión del periódico británico “The Guardian” sobre las “Smart City”, propósito de un encuentro que ha tenido lugar hace unos dias en la capital londinense, denominado “Urban Age”, donde dirigentes, urbanistas e informáticos se han reunido para analizar este concepto de ciudad basado en la planificación y control total a través de las nuevas tecnologías.El artículo se titula “No one likes a city that’s too smart”.
Esta semana, Londres recibe a un conjunto de expertos en programación, políticos y urbanistas de todo el mundo. En la conferencia Urban Age, analizarán la última genialidad en materia de alta tecnología, la “ciudad inteligente”. Además de programar el tránsito, los ordenadores de la ciudad inteligente calcularán dónde pueden planearse las oficinas y los comercios de manera más eficiente, dónde debe dormir la gente y cómo deben encajar entre sí las distintas partes de la vida urbana. ¿Ciencia ficción?
En Oriente Medio y Corea se están construyendo ciudades inteligentes que se han convertido en un modelo para los desarrolladores chinos y la reurbanización en Europa . Gracias a la revolución digital, por fin la vida en las ciudades puede tenerse bajo control.
¿Pero esto es bueno?
Pensemos en Masdar en los Emiratos Árabes Unidos o en Songdo en Corea del Sur. Son dos versiones de la ciudad inteligente anonadantes. Masdar es una ciudad a medio construir que se levanta en el desierto y cuyo planeamiento -supervisado por el magistral arquitecto Norman Foster- dispone las actividades de la ciudad, con la tecnología a cargo de controlar y regular esa función desde un centro de comando. La ciudad está concebida para que cada actividad tenga lugar y momento apropiados. Los habitantes se convierten en consumidores de las opciones que se les ofrecen a través de cálculos de dónde comprar, o conseguir un médico, de la manera más eficiente.
Songdo representa la ciudad inteligente anonadante en su aspecto arquitectónico -edificios de viviendas enormes, limpios, eficientes se yerguen a la sombra de las montañas del oeste de Corea del Sur- pero ahora la calefacción, la seguridad, el estacionamiento y las entregas son controlados por un “cerebro” central de Songdo . Las gigantescas unidades de viviendas no están concebidas como estructuras con individualidad ni el conjunto de estos edificios anónimos pretende dar identidad al lugar.
Un intento más ingenioso de crear una ciudad inteligente es el de las obras actualmente en marcha en Río de Janeiro.
Río tiene una larga historia de devastadoras inundaciones, agravadas socialmente por la pobreza y los delitos violentos.
En el pasado, la gente sobrevivía gracias al complejo tejido de la vida local.
Ahora, bajo la conducción de IBM y con ayuda de Cisco y otros subcontratistas, las tecnologías se utilizan para pronosticar los desastres físicos, coordinar la respuesta a las crisis de tránsito y organizar el trabajo policial contra el delito.
Sin embargo, gran cantidad de investigaciones realizadas en la última década, en ciudades tan diferentes como Bombay y Chicago, indican que, una vez que los servicios básicos funcionan, la gente no valora la eficiencia sobre todo: quiere calidad de vida.
Un dispositivo GPS portátil no dará sentido de comunidad. Si pueden elegir, las personas quieren una ciudad más abierta e indeterminada en la que hacer su camino; así es como pueden tomar posesión de su vida.
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