«La Ciudad Comprometida»
La «Carta por una Ciudad habitable y sostenible, plural y solidaria, libre, diversa, creativa, del conocimiento y participativa» (Carta del Transcantábrico) se debatió, se presentó y se firmó en Gijón el 24 de abril de 2010, con gran éxito en participación y en los medios. Se trata de una carta desarrollada a lo largo de varios meses, liderada por el ponente Arturo Gutiérrez de Terán y Menéndez-Castañedo -miembro del Comité Científico de la Asociación para la Sostenibilidad en la Arquitectura- (cuyo enlace podras encontrar en el listado de los favoritos quen propone La Ciudad comprometida) en estrecha colaboración con ASA y otros expertos en arquitectura y sostenibilidad.
Los criterios de partida utilizados como base para la construcción de la Ciudad durante los últimos decenios podemos situarlos al borde del límite, no pueden tener continuidad. Los resultados nos indican que el camino elegido no es sostenible en el tiempo para las capacidades del Planeta. Consumimos recursos naturales, contaminamos y producimos residuos más allá de lo que podemos soportar. La huella ecológica nos indica que si la forma de desarrollo en el conjunto mundial siguiera el modelo de EE. UU. se precisaría una superficie equivalente a 3 ó 4 planetas. Ahora, a partir de esta realidad que nos indica la debilidad del “sistema” tendremos que pensar qué hacer con los excesos para recuperarlos, revitalizarlos o reincorporarlos a un nuevo uso, y además habremos de revisar conceptos y acciones por el bien de los ciudadanos y del propio planeta.
Esta Carta tiene la virtud de ser un producto de trabajo colectivo entre un grupo de voluntarios ciudadanos, que desde la sociedad civil se aúnan para redactar un documento totalmente abierto a la sociedad, conscientes de la dimensión de los problemas pero también de algunas posibles soluciones. Así pues, el objetivo es abrir caminos concretos de acción.
¡OS ANIMAMOS A TODOS A LEERLA, DIFUNDIRLA Y FIRMARLA!
Carta del Transcantábrico. Presentación Asturias-Gijón
Carta del Transcantábrico. Un nuevo futuro para las ciudades