En menos de dos años, la concejala de UPyD en Granada, Mayte Olalla, ya ha comparado la memoria histórica con la mierda; ha cabreado a sus colegas de la oposición; ha llamado “mafiosos de guante blanco” a los concejales del gobierno local; ha despreciado a la prensa que no le toca las palmas y, por último, ha situado a José Torres Hurtado, a la altura del Santón de Baza.
Y en todo esto podía hasta llevar razón -sobre todo en lo de los periodistas- hasta que el martes calificó al alcalde como “niño de papá”, una descripción que no me resulta muy atinada.
No me imagino a Pepe Torres con un lacoste, un jersey amarillo por los hombros, dando vueltas con una vespita celeste por Píñar y jurando por Snoopy que la ministra de Fomento hará la estación en la rotonda de Europa.
El problema no es que alguien haga tantas afirmaciones inoportunas, sino que las concentre en tan poco tiempo.
Y que siendo tan generosa y afilada en sus descalificaciones soporte tan mal la crítica en carne propia.
Es cierto que hay políticos que dicen barbaridades de mayor calibre camufladas con buenas palabras. Por eso, por lo que realmente hay que medir a Mayte Ollalla es por sus aportaciones y sus ideas.
Y ahí es donde hay que pedirle mayor profundidad. Si es que no quiere que su paso por el Ayuntamiento se recuerde por el día que sugirió que se le dedicara una calle a Fabri.
Escucha las declaraciones de Mayte Olalla sobre el alcalde
Otros rumores en twitter @quicochirino
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