Pedro Sánchez pensaba que su problema estaba en los barones pero, en realidad, se trataba de los jarrones. Felipe González considera que lo más positivo sería un Gobierno de PP y Ciudadanos con la abstención del PSOE. Claro, que el expresidente también vaticinó en 1998 que Almunia sería lo mejor para España.
Felipe y otros contemporáneos temen que Podemos se convierta en el gallo del gallinero y acabe pisando al PSOE. Una inquietud que comparten otros líderes y lideresas actuales, más preocupados por preservar el partido que les toque gestionar que por reconducir el presente.
Pero no todas las agrupaciones predican este seguidismo a gurús, jarrones y otros oráculos. Sin ir más lejos, la del PSOE de Granada capital, que el pasado sábado celebró su asamblea.
Desde que José María Rueda asumió la secretaría local, en las reuniones no hay asuntos vetados de antemano. Ni la agrupación se caracteriza precisamente por doblegarse a la línea oficialista.
El sábado hubo voces que abogaron por buscar un gobierno de izquierda que evite la continuidad de Mariano Rajoy. Entre ellos, como era de esperar, la de José Antonio Pérez Tapias. Al militante de Izquierda Socialista se sumaron otros referentes del socialismo granadino más bien pretérito. Sin embargo, a algunos de los asistentes les llamó la atención que nadie cortara este posicionamiento pro Pedro Sánchez, a pesar de que en la asamblea había delegados de la Junta y algún miembro de la ejecutiva regional de Susana Díaz. Al menos uno de ellos tomó la palabra en el estrado.
¿Fue un movimiento crítico contra la secretaria de los socialistas andaluces? Implícitamente se mencionó a la «baronesa» y no creo que nadie estuviera pensando en Tita Cervera.
“Lo que se hizo fue respaldar la resolución del último comité federal”, matiza uno de los presentes. Es decir, rechazar la investidura de Rajoy pero no negociar con Podemos hasta que no borre la línea roja del referéndum en Cataluña.
Pero en este punto, la asamblea granadina sí defiende la conveniencia de explorar, llegado el caso, las opciones de un pacto con Podemos y de entregarle el protagonismo a la «militancia» frente al aparato.
No hubo ninguna resolución al respecto, pero así se trasladará verbalmente esta posición en otros foros. Entre ellos, el comité federal del sábado.
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