Susana Díaz ha adelantado las elecciones al 2 de diciembre. Los resultados mandan, por lo que es probable que alguno no se coma el turrón al frente de su equipo; y no sólo Lopetegui.

Y aunque desde septiembre se daba por hecho el anticipo, a los dos partidos todavía mayoritarios les ha pillado sin sus candidaturas resueltas. En la del PSOE no habrá grandes líos y en la del PP el único que había ya parece resuelto.

En estos momentos, el mayor conflicto orgánico de la dirección popular está en los juzgados, a expensas de la decisión que tome Juan García Montero. También representa un foco de tensión para Juanma Moreno, al que no interesa ruido adicional en plena campaña.

El juzgado ha admitido el recurso de apelación presentado por el PP contra la sentencia que obliga a repetir el congreso provincial. Ahora el demandante tiene diez días para oponerse y, finalmente, podría pedir la ejecución de la sentencia en primera instancia.

Algo raro ha pasado. ¿Presiones? Siempre parto de la premisa de que todo no es realmente como lo cuentan, aunque suelen parecerse bastante. Pero los hechos son que Juan García Montero ha cambiado de abogado y que, de por medio, parece que hay una reclamación de dinero importante.

Aún así, por lo que me dicen, la intención es formalizar llegado el caso la ejecución del fallo.

Suenan campañas y no se sabe por dónde.