Sostiene Juan Marín que no le preocupa la aparente crisis en el Ayuntamiento de la capital, “sino que a Granada y a los granadinos les vaya bien”. Ya lo dijo Luis Salvador, que estas menudencias no interesan a los vecinos. Por eso quizás, porque el desencuentro de PP y Cs en el Consistorio no incumba a los granadinos, voces cualificadas de una y otra formación hayan dejado claro que, definitivamente, el entuerto se resolverá en Madrid.
Cuando hablan de la capital de España no se refieren a un ente abstracto; no es tampoco una metáfora prosaica como el apretón de manos en el Meliá.
Madrid son el diputado de Quéntar, Fran Hervías, y el hombre que cerró la lista del PP al Ayuntamiento de Güéjar Sierra, Teodoro García Egea. Pero sucede que ni el primero quiere volver a hablar del tema y al segundo se le espera desde el 15 de junio.
La visita de Juan Marín al Ayuntamiento ha dejado tres noticias entre líneas. El vicepresidente de la Junta y líder de Ciudadanos en Andalucía ya no dice, como en junio, que Luis Salvador será, “en principio” el alcalde hasta 2023.
Por otra parte, el delegado de la Junta en Granada y secretario provincial del PP, Pablo García, también remite a Madrid como árbitro, aunque el grupo municipal en el Ayuntamiento insiste en que este es ya un asunto local.
Y de los siete concejales populares sólo han faltado esta mañana dos: Carlos Ruiz Cosano, por un asunto familiar; y Sebastián Pérez.
Al fin y al cabo, la ausencia no es más que una metáfora.