El Premio Nobel de la Paz y presidente de la Internacional Socialista, Willy Brandt, fue investido doctor honoris causa de la Universidad de Granada el 25 de febrero de 1987 en un acto celebrado en el Hospital Real, presidido por el rector José Vida Soria y en el que actuó como padrino el profesor José Cazorla, catedrático de Derecho Político. En su lección magistral, el excanciller alemán abogó por el desarme, por la reducción del gasto militar, por la colaboración de los países desarrollados con los del Tercer Mundo y por un proceso que disminuya la violencia, sea del signo que sea, y aumente la justicia. Convencido de que «la paz no lo es todo, pero que sin la paz lo demás no es nada», Brandt aseguró que una parte importante de la seguridad mundial está relacionada con las diferencias entre los países ricos y pobres, «justicia intolerable y hambre masiva son la raíz de la inestabilidad y peligro de guerra». Mientras, en las inmediaciones del Rectorado, la policía cargaba contra un millar de alumnos, universitarios y de enseñanzas medias que se manifestaban en contra del decreto de reforma de la Universidad y de los planes de estudio del Ministerio de Educación, a la vez que lanzaban consignas en contra del ministro Maravall y los asistentes al acto de investidura. Finalmente, el excanciller salió por una de las puertas traseras del Hospital Real.