Carlos Hernández Arcos era, en 1995, un joven dibujante de 33 años que vivía en Realejo. Animado por su madre, y por los dos millones que recibiría el ganador, presentó su propuesta al concurso de mascotas del Campeonato del Mundo de Sierra Nevada 95 y ganó. El jurado, compuesto, entre otros, por Luis García Montero, José Ladrón de Guevara, Miguel Rodríguez-Acosta, Ignacio Belda, Carlos Cano o Miguel Ríos, eligió a su «Cecilio» entre más de 150 dibujos. «Cecilio» era uno de los leones de patio alhambreño con caracteres humanos y camiseta de color burdeos. Carlos presentó cuatro dibujos al concurso que mostraban a su mascota cargando unos esquís, con un piolet, en un telesilla y en lo más alto de un podio. Cuando Juan López Martos, presidente de la Sociedad Sierra Nevada 95, dio a conocer el nombre del ganador, la vida de Hernández Arcos pisaría el acelerador. El dibujante se incorporó al equipo de diseño del campeonato y trabajó en la imagen gráfica del evento. Fueron tres años de intenso trabajo «con un equipo joven, multidisciplinar y muy creativo», recuerda el dibujante. «El retraso de un año en la celebración del Mundial permitió mejorar la labor, pero fue agotador, aunque muy gratificante». Creó más de 150 personificaciones de la mascota, realizando todo tipo de deportes imaginables, y se diseñó un amplísimo merchandising, el más importante en la ciudad hasta entonces, con camisetas, pines, banderolas y muñecos, entre otros objetos.
Durante unos años, «Cecilio» no faltó a ninguna cita deportiva importante de la región, pero también acudió a colegios, hospitales? todos los niños granadinos querían una foto con la mascota que fue tan querida como lo habían sido «Curro» o «Cobi».
Tras el Campeonato del Mundo, Carlos Hernández continuó con su trabajo de dibujante e ilustrador. Ideó a «Nassim», el hermano de «Cecilio», mascota del Legado Andalusí, que protagoniza un juego interactivo que puede verse en el Pabellón de Al Ándalus del Parque de las Ciencias. Ahora se dedica al desarrollo web, es aficionado al jazz y no ha abandonado su afición por la trompeta, instrumento que toca en El Combo de la Casilla, que pudimos disfrutar en los pasacalles del Festival de Jazz y Etnosur. También prepara para el año que viene una exposición de escultura.