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Un manto para la Patrona

 

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El Colegio Máximo de Cartuja se transformó durante la Guerra Civil en una Academia Militar donde se formaban soldados para ser oficiales. Eran los Alféreces Provisionales y allí se preparó a más de cinco mil hombres (6.021, publicó IDEAL en un artículo del 22 de septiembre de 1940). En el campo de batalla perdieron la vida quinientos treinta y cuatro, y en su recuerdo se confeccionó un manto que luciría la Virgen de las Angustias por primera vez hace ahora setenta y cinco años. Las monjas dominicas bordaron una estrella por cada soldado muerto y, junto a ellas, pequeños lazos con el nombre de los alféreces caídos. La Academia de Granada, el teniente Fidel Dávila y el municipio pagaron las 50.000 pesetas de su coste y el 22 de septiembre de 1940, a hombros de los compañeros de los fallecidos, la Patrona desfiló vestida con el valioso presente. (más…)

La historia del «Niño de la Carbonera»

Joaquín Baños Martínez,»el Niño de la Carbonera», se convirtió en uno de los delincuentes más buscados en la España de los años 30, sin embargo es difícil dibujar una biografía más allá de sus fechorías. Dónde termina el personaje y empieza su complicada vida es muy difícil de averiguar si la única fuente de memoria, como ocurre en este caso, es el IDEAL de los años previos a la Guerra Civil. Sabemos que era hijo de Antonia Martínez Galera, una carbonera malagueña, que tenía unos veinte años cuando comenzó a entrar y salir de la cárcel y que frecuentaba ambientes de extrema izquierda. No estaba casado, pero una mujer, María Barrera, esposa de «El Niño de Alhendín», iba a visitarlo al penal con frecuencia. Fue detenido tras un tiroteo en Bib Rambla y encarcelado en 1934. Se fugó en mayo del 35, en plena calle Elvira, cuando era conducido a la Audiencia para ser juzgado. Logró burlar a los agentes escabulléndose entre las cuevas del Barranco de Los Negros y el Cerro de San Miguel, e incluso la policía cercó La Manigua en su búsqueda en una persecución de película. Pero logró huir a Madrid, donde permaneció escondido por la Federación Anarquista Ibérica. Finalmente, en el año 36, fue detenido tras participar en un tiroteo en la zona de Ópera, al parecer contra un grupo de fascistas. Y es entonces cuando en la hemeroteca se pierde su rastro. Una vida borrada.

Recorte de IDEAL del 9 de mayo de 1935
Recorte de IDEAL del 9 de mayo de 1935

La ‘Minerva’ del camarada Fermín

Marzo de 1935. Acción Popular preparaba un gran mitin de Gil Robles en el hipódromo de Armilla y las autoridades policiales habían extremado los controles de seguridad. Hacía varios días que circulaban por Granada unos folletos libertarios y había que buscar a sus autores. El 13 de marzo, la policía realizó una batida en un bar de plaza Nueva para detener a los sospechosos de haberlos escrito y distribuido. Uno de ellos consiguió huir. Era Fermín Castillo, pintor de veintidós años y autor de la propaganda anarquista. Fermín implicó en sus andanzas a José Arenas, el joven que fue detenido en la redada, y a otro chico, Arturo Muñoz Toral, que trabajaba como chófer para una «buena familia» granadina. Arenas confesó que en su casa se escondía la máquina ‘Minerva’ de mano con la que se habían publicado los folletos. Pero, cuando llegó la policía, la imprenta había desaparecido. Poco antes de ser detenido, a Castillo le dio tiempo a llevársela a casa de Toral en la calle Solares. Los agentes no tardaron en localizarla, pero sí en trasladarla a la comisaría. Como no cabía todo el material en el coche de los oficiales, tuvieron que pedir ayuda al dueño de un horno cercano, que les prestó uno de sus burros con los que efectuaba el reparto del pan. Sobre las alforjas y monturas, los guardias fueron colocando la máquina, las cajas, los botes de tinta y la demás herramientas. Dos guardias y un agente se encargaron de la conducción. Los primeros se colocaron a los lados del asno, para evitar que volcasen los capachos, mientras el agente, convertido en arriero, tiraba del ronzal. Y así enfilaron a las siete de la mañana, camino de la jefatura.
En el registro de la casa de Fermín encontraron cartas de compañeros de ideología, relaciones de ‘camaradas’ del comité propresos, una carta en la que se hablaba de la puesta en marcha del ‘Comité de acción’ y las planchas de la reciente impresión del periódico ‘La Voz Confederada’.

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Poco cuenta IDEALdel destino de los tres detenidos. Lo que cuenta la historia es que un Fermín Castillo, enlace de la CNT con grupos guerrilleros, murió asesinado en 1947 por delatar a los conocidos maquis hermanos Quero, pero no es posible demostrar, por la información publicada en este periódico si se trataba o no de la misma persona.

La Alpujarra, una «Región Devastada»

En enero de 1938, el gobierno de Franco creó el Servicio Nacional de Regiones Devastadas con el objetivo de dirigir los proyectos de reconstrucción de los territorios del bando nacional destruidos durante la Guerra Civil.

En septiembre de 1944, hace 70 años, las autoridades provinciales visitaron la Alpujarra, comarca donde se concentraban más municipios acogidos a este plan de rehabilitación, para comprobar la marcha de los trabajos. La comitiva, encabezada por el gobernador civil José María Fontana, comenzó el recorrido en Lanjarón donde Regiones Devastadas estaba construyendo la casa cuartel de la Guardia Civil y el grupo escolar. Siguió el viaje por Órgiva y Tablones, en donde apenas quedaban unos detalles para ser entregado, continuaron en Pitres, Pampaneira, Capileira, Bubión, Pórtugos y Trevélez.

La comitiva de políticos conoce el estado de las obras en Pitres. Septiembre de 1944. Torres Molina/Archivo de IDEAL
La comitiva de políticos conoce el estado de las obras en Pitres. Septiembre de 1944. Torres Molina/Archivo de IDEAL

En nuestra provincia fueron varios los municipios que, por haber quedado prácticamente destruidos durante el conflicto, se consideraban «adoptados por el Caudillo». Guadix, Moclín, Deifontes, Jayena o Limones se unían a los alpujarreños Tózar, Mecina Fondales, Pitres, Órgiva o Tablones, una cortijada de 18 vecinos en la que Regiones Devastadas invirtió más de 1.900.000 pesetas y que convirtió en un pueblo. con nuevas viviendas, una iglesia y un ayuntamiento.

Obras del grupo escolar,  viviendas para maestros e iglesia en Pitres.  Año 1942. Torres Molina/Archivo de IDEAL
Obras del grupo escolar, viviendas para maestros e iglesia en Pitres. Año 1942. Torres Molina/Archivo de IDEAL

GR14914__pitres5 (3)El 23 de mayo de 1944 el organismo entregó al ayuntamiento de Guadix las obras de rehabilitación realizadas en este municipio, entre las que estaban la plaza, que quedó totalmente destruida durante la Guerra, el cuartel y nuevas escuelas.

Regiones Devastadas Guadix

 

Los granadinos que volvieron en el ‘Semíramis’

El 27 de marzo de 1954 la Oficina Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores hizo pública una nota que decía: «El Gobierno tiene la satisfacción de comunicar al país que ayer, día 26, han salido de territorio de la Unión Soviética, rumbo a España, 286 españoles que se hallaban internados en Rusia desde la última gran guerra mundial. Se cree que el contingente principal de estos repatriados es de combatientes de la gloriosa División Azul». Los repatriados embarcaron en el ‘Semíramis’ rumbo a Estambul, donde recibieron atención médica, ropa y alimentos. Radio Nacional leía una y otra vez los nombres de los «hermanos liberados del cautiverio en las estepas rusas» entre los que se encontraban varios granadinos a los que su familiares incluso habían dado por muertos: Antonio Izquierdo, de Purullerna; Cecilio Laborda, José López García, Joaquín Mallada de Moreda; Antonio Moreno, de Moclín, Francisco Rosaleny… uno de ellos, Diego Bailón dejó a su esposa embarazada y a su vuelta conoció a su hija de doce años. El 24 de abril el ayuntamiento les entregó la Medalla de Plata de la ciudad.

Manuel Sola, alcalde de Granada, junto a otras autoridades municipales, se fotografían junto a los seis granadinos repatriados de Rusia donde permanecían detenidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. 24/04/1954 Torres Molina / IDEAL
Manuel Sola, alcalde de Granada, junto a otras autoridades municipales, se fotografían junto a los seis granadinos repatriados de Rusia donde permanecían detenidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. 24/04/1954 Torres Molina / IDEAL

Un verano de posguerra

Aquel verano de 1939…

…La guerra había terminado pero había quedado un país exhausto, desolado y destruido. Comenzaban los duros años de la posguerra. En los «años del hambre», como los recuerdan quienes los vivieron, escaseaba de todo: la comida, el trabajo, el papel para publicar el diario. Comenzaron a funcionar las cartillas de racionamiento, para controlar la distribución de mercancías, asignando a cada español una ración de artículos. El periódico solía publicar la disponibilidad de los alimentos en la plaza de abastos, aunque estas informaciones llegaban con cuentagotas. El 6 de agosto, por ejemplo, se informaba sobre la venta de una partida de café al precio desorbitado de 15,50 pesetas el kilo, pero no se podía vender más de un cuarto de kilo por familia. La mayoría de los ciudadanos sobrevivían gracias a la beneficencia. Medidas como el día del plato único, en el que los restaurantes servían solo un plato, aunque cobraban el menú entero para dedicar el sobrante a la caridad; o el día sin postre, o el «subsidio del combatiente», llevaban el pan a muchos hogares.

A pesar de esto, la gente necesitaba volver a la normalidad. En Granada, el calor se «inauguró» con una romería a la Cuesta de las Cabezas, un desfile de carrozas adornadas con flores y parejas a caballo que salieron del Paseo del Salón rumbo a este paraje que, tan solo unos meses antes, había sido campo de batalla.

romería
Volvieron a la ciudad las zarzuelas (en el Teatro Cervantes, la compañía de zarzuela de Andrés Calvo representó «La del manojo de rosas» y «La rosa del azafrán»), los espectáculos, como el de «La Niña de los Peines» en El Palermo y el cine, el entretenimiento preferido por el público. Precedidos por el «Noticiario Fox» con noticias sobre la guerra que se acercaba, Carlos Gardel, Charles Boyer o Loretta Young hacían soñar desde las pantallas del Coliseo Olimpia o el Salón Nacional, que ofrecían sesiones ininterrumpidas desde las cuatro de la tarde hasta la una y media.
Las familias humildes que disfrutaron en esos años de vacaciones lo hicieron a través del sindicato Educación y Descanso, encargado de organizar actividades culturales y deportivas por parte de los trabajadores, a los que se llamaba productores, a través de los Grupos de Empresa. Organizaban grupos de teatro, cine clubs, coros y danzas, y también viajes y vacaciones. Las aguas de los balnearios de Alhama y Lanjarón, por ejemplo, curaron las dolencias de los trabajadores afiliados al sindicato, que corría con todos los gastos. Se trataba también de una campaña de propaganda del gobierno franquista que se extendía a los niños a través de organizaciones juveniles como el Frente Juventudes. Los «flechas» se organizaban en turnos para disfrutar del campamento de cadetes instalado en la Alfaguara, uno de los más populares entre los chicos, pero también se organizaban otros marítimos en La Herradura y en la playa de San Cristóbal, para las chicas de la Sección Femenina. Ese año visitó la provincia un grupo de «flechas» marroquíes, hijos de musulmanes que habían luchado en la Guerra Civil y que pasaron unos días en un campamento de Motril. También visitaron Málaga, Córdoba, Sevilla o Granada, donde solían ser agasajados con uno de los mejores regalos de aquella época, un buen almuerzo

campamento de la Alfaguara