Un grupo de jóvenes fue multado en la noche del pasado miércoles en el barrio de La Purísima de Málaga por jugar parchís. El titular, que parece estar inventado, es cierto. Se une a lo que sucedió hace unos meses en Sevilla, cuando se prohibió jugar al dominó (y a otros juegos) en las terrazas porque hacía mucho ruido.
Esto sirve para extender una reflexión que ya inicié al hilo de la ordenanza sevillana y sobre la que me repetiré hasta la saciedad siempre que haga falta: El camino hacia el que nos dirigimos tú, yo, nosotros es muy preocupante.
Estamos construyendo una sociedad intolerante a la que le molesta la simple presencia de otro que no piense o actué como él. Así, cualquier cosa que perturbe todo lo que como personas nos genera tranquilidad es digno de odio y denuncia.
Si echo la vista atrás, les podría decir hasta tres sitios de la carretera antigua de Málaga en la que inventamos mis amigos de la infancia y yo campos de fútbol. Con piedras y farolas como postes. En plena calle. La gente pasaba y no ocurría nada. Y nosotros crecíamos con este clásico ‘juego’ entre los pequeños, sin temer que llegara un policía a llamarnos la atención. Ahora, raro es ver a un pequeño con algún juguete, pelota o consola por la calle. Molestan.
Todo ello me lleva a pensar si realmente aquello que pensó George Orwell para 1984 no terminará llegando con el paso de los años. Vigilados, observados, controlados, alineados y víctimas de un sistema social que nos priva de todo. Del parchís, del dominó, de cualquier juego y, quien sabe, de ser felices. ¿Estamos dispuestos a ello?
5 comentarios en Primero fue el dominó, ahora es el parchís… ¿estamos dispuestos a ello?
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La policia esta investigando su situacion geografica, esta considerando un delincuente muy peligroso que incita con sus comentarios a la violencia.
Se sumiso…
Esperemos no tener que llegar nunca a eso. Esperemos.
Preocupante lo que se ve estos dias por los foros de ideal, se nos llena la boca con nuestro derecho a descansar. Claro que hay límites, pero tenemos que comprender la ciudad. Los jóvenes tienen que ir a las plazas, y molestarán; los niños tienen que jugar en la calle, aunque molesten; las fiestas de los barrios y pueblos llenarán las noche de ruido, con conciertos o sin ellos, como ha sido siempre; los maratones cortarán el tráfico de la ciudad y la semana santa será prejucio también de parte de la población. La ciudad está viva, la ciudad tiene que estar viva, y quien no entienda esto no ha entendido lo que significa vivir en sociedad ni como se articula con la capacidad expresiva que nos define como especie. Hay aquí cerca gente que parece tender hacia ese ideal distópico que planteaba Orwell, no sé, sigan viviendo mientras olvidad vivir.
En realidad se les multó porque estaban haciendo ruido a las dos de la madrugada en una plaza. Lo que estuvieran haciendo sólo es algo anecdótico (lo mismo podrían haber estado bailando una samba que rezando una novena). Claro que queda más llamativo eso de «detener a alguien por jugar al parchís».
Lo que me extraña es que no se les diera un aviso previo antes de poner la multa (suelen hacerlo).
Si yo a las 24h me acuesto y empiezo a escuchar «tooomaaa!! weeee,,,hombreee!!» y demás voces, pues hombre,,,¿lo suyo es poder dormir no? Los niños siempre han jugado, si, pero estaban recogidos en casa pronto, que al dia siguiente hay que ser buenos