¿Se imagina el modelo de negocio de Candy Crash aplicado a las apuestas deportivas? La idea partió de un grupo de emprendedores españoles que asumió que había miles de personas que querían tomar contacto con el mundo de las apuestas deportivas, pero no se atrevían a hacerlo por tener que arriesgar dinero. En base a ella nació Betrocket, que permite jugar con los pronósticos sin necesidad de ingresar un solo euro.
Su mecánica aporta una diferencia esencial con las apuestas normales. El juego no se realiza contra la casa de apuestas, sino contra otros jugadores. Existen unas monedas que permiten inscribirse en diferentes torneos con hasta cinco jugadores. Dentro de este foro será donde realizaremos las apuestas y será en comparación con ellos como se evalúen nuestros pronósticos.
Un ejemplo con el Real Madrid – Levante de este sábado. Un usuario de Betrocket se inscribe en el torneo del partido y recibe 5.000 fichas para apostar como otros cuatro jugadores. Todos realizan sus apuestas y cuando acaba el partido se desvelan los resultados de los pronósticos. Quien haya quedado con más fichas en comparación a los demás vence, resulta ganador del torneo y obtiene monedas para apostar en otros torneos. Esto permite que se pueda ganar con solo una apuesta acertada o perder habiendo dando en el clave en seis supuestos diferentes. Para ganar habrá que hacer algo diferente a lo que sabemos que todo el mundo va a hacer y asumir ciertos riesgos, ya que el objetivo final no es acertar, sino hacerlo mejor que el resto.
¿Y qué pasa si se acaban las monedas? Lo mismo que con las vidas en Candy Crash. El jugador puede decidir esperar, agobiar a sus amigos de Facebook cada cinco minutos solicitando que se registren en Betrocket o pagar por obtener monedas.
En un reportaje en El Periódico, los creadores de Betrocket aseguraban contar con 100.000 usuarios y más de doce deportes en los que divertirse. Esto último es la principal tara del juego. Los mercados en los que se puede apostar son limitados y fuera del fin de semana es complicado jugar durante el día, dado que la mayoría de partidos se ponen en movimiento por la noche. Una limitación que no es tal para aquellos que se conforman con apostar a fútbol, baloncesto y poco más. ¿Apostamos?