¿Y no se les cae la cara de vergüenza?

Este miércoles se han conocido los últimos datos del Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa) que muestra la intención de voto hacia los diferentes partidos políticos con representación andaluza, la valoración de los principales dirigentes y, como si nada, sin levantar mucho ruido, deja un dato más: una abstención superior al 44% del electorado en caso de celebrarse ahora los comicios.
   Los datos de intención de voto los publican hoy todos los medios con diferentes valoraciones, eso sí, pero en resumen vienen decir que el PSOE aventaja en 5 puntos al PP en Andalucía, que los ‘populares’, incluso sin líder, recupera posiciones y que IU se mantiene como tercera fuerza política en la comunidad. Habla también de la valoración de los diferentes líderes y destaca que solo aprueba la socialista Susana Díaz.
Las horas siguientes a hacerse público el sondeo han sido esclarecedoras para entender el dato que considero particularmente relevante y de enorme gravedad: el porcentaje de abstención. Lo digo porque he tenido la curiosidad de repasar las declaraciones que han hecho los líderes políticos sobre el sondeo y me encuentro la “satisfacción” de la presidenta andaluza porque los “ciudadanos te acompañen y respondan” o que el secretario de Organización socialista sostenga que los datos reflejan que “el camino emprendido por el Gobierno andaluz es el que quieren los andaluces”. En el PP la interpretación que hace de los resultados la presidenta del comité organizador del XIV Congreso regional del PP, Carolina España, es que “el efecto Susana no existe ya porque el PSOE solo sube unas décimas frente a los dos puntos del PP”. En el ala izquierda del espectro político andaluz, para Antonio Maíllo, coordinador de Izquierda Unida, lo primero que le llama atención es que IU sea la única fuerza parlamentaria que sube.
Leídas estas interesantes reflexiones y análisis de los dirigentes políticos andaluces cuesta entender que a todos, sin excepción, no se les caíga la cara de vergüenza por no reconocer, de entrada, que algo deben estar haciendo mal cuando casi la mitad de los andaluces les da la espalda y renuncian a votarlos.
No me sorprende, pero me preocupa mucho, el desapego ciudadano por los partidos y los políticos que parece lógico si están más en el punto arriba punto abajo, o en si gano o pierdo mi cuota de poder que en el mensaje contundente de los ciudadanos que les dicen, a todos, váyanse a hacer puñetas porque no confiamos en ustedes ni en la política. Algo deben estar haciendo mal, aunque ninguno haya pedido disculpas por ello al valorar la encuesta, si, además, el tercer problema para los andaluces tras el paro y la corrupción es la propia política. ¿Por qué sera?

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