Conjugar el verbo “Prevenir”

Observando las cifras de siniestralidad laboral publicadas recientemente, caben muchas interpretaciones cuando se tienen en cuenta los datos absolutos porque, en definitiva, son personas las que se han visto afectadas, en distinto grado, por accidentes que repercuten en su vida y en la de la empresa.

Para acercarnos a esta triste realidad, traspasando la objetividad y frialdad de los números, lo más indicado es buscar respuestas con uno de los referentes en España en esta materia: Javier Cassini Gómez de Cádiz (auditor y autor de varias publicaciones sobre sistemas de prevención de riesgos laborales, y socio fundador de PREVYCONTROL).

José Manuel Navarro: Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo y SS, en 2013 se produjeron cerca de 460.000 accidentes laborales, es decir casi un 3% de la población activa. ¿No es una cifra realmente alarmante en un país con una alta participación del sector servicios?

Javier Cassini:En primer lugar, para analizar los datos de accidentalidad hay que tener cierto cuidado con las cifras gruesas. Es necesario conocer la procedencia de los datos que componen esa cifra. Me refiero concretamente a que no en todos los países se mide la accidentalidad del mismo modo y en nuestro país, por ejemplo, se incluyen en las estadísticas los accidentes in itinere. De todos modos, queda largo camino por recorrer y es una cifra preocupante contra la que tendríamos que luchar con mayor eficacia, pues el impacto económico que tiene es enorme si tenemos en cuenta asistencia sanitaria, jornadas de trabajo perdidas, pérdidas de productividad, etc.

J.Cassini

JMN: En 2013 ha crecido un 0,7% el número de accidentes respecto de 2012. ¿hace esto suponer que las empresas, en general, no se toman muy en serio las actuaciones en materia de prevención de riesgos laborales?

JC: Bueno, no creo que se trate tanto de que las empresas no se tomen en serio la actividad de prevención y si me traslado a los años en que comenzábamos a hablar de prevención de riesgos laborales, la situación ha mejorado sensiblemente en cuanto a concienciación y actividad. Pero una situación económica general como la que llevamos atravesando unos largos años ya, provoca que las empresas deban centrarse de modo exacerbado en aspectos economicistas y de producción por simple supervivencia, dejando otros aspectos con una actividad mejorable. Ese ha podido ser el caso de la prevención de riesgos laborales. Además, tenemos que tener en cuenta que en el concepto de “empresa” debemos integrar a empresarios y trabajadores y culturalmente debemos mejorar, como sociedad en general, aún bastante.

JMN: Uno de los objetivos de los modelos de gestión más avanzados es alcanzar “el nivel de errores cero” y para ello se establecen sistemas de control de calidad y de mejora permanente que implican a toda la organización. ¿Conoce alguna empresa que lleve a cabo un plan orientado a “nivel de accidentes cero”?

JC: Sí, cada vez son más frecuentes las empresas que se marcan este objetivo y lo cuantifican con número de días sin accidentes con diversa cartelería en lugares muy visibles de las empresas. Lo que sucede es que es frecuente en empresas de elevado tamaño y estos programas pierden presencia conforme disminuye el volumen de la empresa. En una actividad auditora del sistema de gestión de prevención de riesgos laborales estos programas son muy bien vistos y, ya le digo, se ven con cierta frecuencia en entidades de tamaño elevado.

JMN: Novartis, Makro, Lilly, ING, MIcrosft, Telefónica GS, Cisco, Ringley, son empresas que lideran en España el ranking Great Place to Work 2014, pero en los criterios de evaluación no aparece ninguna clave relacionada con la salud laboral. ¿Cree que ello puede ser un síntoma de que aún le falta a la prevención recorrido dentro del ecosistema empresarial?

JC: Efectivamente, creo que todo ello tiene su última causa en la mejorable cultura preventiva que tiene nuestra sociedad a todo nivel. La prevención no es considerada, generalizando, como un valor primordial por parte de gran parte de la sociedad. Y no me refiero solamente al entorno empresarial, incluyendo a empresarios y trabajadores, sino a cualquiera de los ámbitos de la vida. Los españoles somos grandes improvisadores, generamos ideas, pero el concepto de prevención debe coger peso poco a poco en nuestra cultura. Veremos avance notorio en el momento en el que la prevención sea un valor innegociable y, actualmente, aún se negocia con factores preventivos.

JMN: En relación con la pregunta anterior, cuando una empresa desarrolla su programa de Responsabilidad Social Corporativa, debe tener en cuenta las condiciones de trabajo que favorezcan la seguridad y salud laboral de sus empleados. ¿hasta qué punto piensa que este aspecto es considerado por una gran mayoría de compañías aunque publiquen todos los años una extensa memoria RSE supervisada por el GRI?

JC: En este asunto, es mi opinión que sí se tienen en cuenta estos aspectos a la hora de evaluar los programas de RSC. El motivo parece claro, es más lógico y fácil medir y cuidar de lo que tenemos en casa antes que analizar el impacto de nuestra actividad en la sociedad en general.

JMN: La legislación prevé una serie de medidas que han de ser cumplidas por todas las empresas en relación con la formación, la información, la observación de medidas y la instalación de medios preventivos que deberían hacer que la ocurrencia de accidentes fuera cada vez menor; en cambio, las cifras no expresan lo mismo. ¿a qué puede deberse?

JC: En la práctica hay cierta contraposición entre la documentación preventiva y la actividad real que se realiza a estos efectos, aunque esta diferencia ha ido disminuyendo con el paso del tiempo. Las empresas disponen de numerosa documentación preventiva pero a la hora de aplicarla se mezclan dificultades de comprensión, pues suele ser documentación compleja, genera un gasto de recursos que a veces los profesionales no sabemos explicar sus ventajas, la situación económica tampoco ayuda y, en mi opinión, creo que nuevamente en la base se encuentran fundamentalmente factores culturales intrínsecos a nuestra sociedad.

JMN: Desde su experiencia ¿aún falta camino por recorrer en materia de prevención de riesgos laborales?

JC: Sí, falta bastante por andar. Creo que, y esto es algo donde se ha trabajado poco, la base está en el sistema educativo, es el modo de cambiar nuestra culturalidad y ello levará mucho tiempo, pero cuanto antes empecemos a andar con paso firme antes llegaremos.

En resumen, aún falta mucho camino por recorrer en prevención de riesgos laborales y, quizá, debiéramos empezar aprendiendo a conjugar el verbo prevenir, en todas las formas personales.

 

José Manuel Navarro Llena

@jmnllena

 

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